Si quisiera buscarte ya te habría encontrado entre mis espinas, pero he ahí el problema, te encuentro demasiado cada vez que me pierdo.
Quiero que me llames si algún día me hallas vagando en tus ojos o extraviada en el sin fin de tu sonrisa, quiero que me recuerdes cuando el humo inunde tus pulmones, cuando huela a café o simplemente cuando deje de llover.
Quiero confesarte que tengo mareadas a las latas girando las anillas hasta que aparezca tu inicial, porque para mí las palabras más importantes tiene las letras de tu nombre, y sé que sin ellas no podría vivir.