Capítulo 12

PASADO
 

Era sábado así qué en casa de Lucas el asado y las cervezas no faltaban. 
Eugenia, se sumaba al grupo esa noche, y después de cinco minutos ya se había metido a los chicos en el bolsillo. 
Benjamin se había sentado a su lado, claramente, semejante mujer, no se le podía escapar.

—Es más fácil conseguir números de hombres, somos lo mas fácil que hay —. Le dijo mientras se tomaba una cerveza. 
—¿Y quien dijo que a mi me gustan los hombres? —Contestó ella con una sonrisa —. Esta misma noche consigo más números que vos.
—¡Pero con esa cara es un afano! —exclamó sorprendido y entendió que solo llegarían a ser amigos.
—Me dijeron que tenias mucha labia Benja ¿Estás arrugando? —Soltó una risita. 
—Jamás arrugo, puedo conseguir más números que vos ¡Mis cara levanta pasiones!

Alai estaba sentada enfrente, los escuchaba atenta mientras pensaba en lo parecidos que eran. Lo raro era que a Eugenia la adoraba y a Benjamín lo toleraba por momentos.
Lucas llegó a la mesa con la carne y Alai fue dentro a buscar las ensaladas, Benjamín corrió detrás para ayudarla.

—Te salió mal la jugada —. Se rió —Eugenia se acuesta antes conmigo que con vos.
—Te gusta ver como me rechazan, chiquita —Se cruzó de brazos pero sonrió —. Como es algo que no suele pasar, entiendo que te llame la atención. 
—Está bien que te bajen un poco del pony. 
—¿Esto es por lo de tu jefa? ¡Te juro que no sabía que era tu jefa! 
—Más te vale que no se entere de que te conozco —. Suspiró fuerte, estaba indignada por aquello. 
—Le di una alegría a esa mujer... Hacia mucho que no tenía una. 
—¡Sos un asco!
—Contribuyo a la salud sexual de muchas mujeres, tendrías que decirme que soy un buen tipo no que soy un asco. 
—El problema no es que te acuestes con mil chicas el problema es que presumes de ello. 
—No presumo, le cuento a mi amigo y vos te enterás porque él es un bocazas y te cuenta todo pero yo no voy publicando por ahí con quien tengo relaciones. 
—¿Le contás todo?
—Todo, y él también a mi —. Le guiñó un ojo. 
—¡¿Que te contó?! 
—Cositas —. Le contestó mientras salía por la puerta con dos bandejas.

Se sentaron en la mesa y Alai se acercó a Lucas. 

—¿Qué cosas le contás a tu amiguito de nuestra intimidad? 
—Las mismas que vos a tus amigas cuando hablas de cuanto me mide de largo y ancho. 
—¡Lucas! —Se rio y le dio en el hombro —No es lo mismo, no quiero él sepa que cosas hacemos. 
—Si vos contás yo también puedo. Es exactamente lo mismo.
—Está bien... —Susurró —No pienso dejar de hablar de las cosas que hacemos, son conversaciones interesantes —. Se dieron un beso.

Después de la cena, empezaron a tomar chupitos y copas.

—Yo nunca me grabé teniendo sexo —. Confesó Eugenia —. No sé si quiero verme. 
—Yo con alguna si —. Admitió Benja —. Pero después de verlo lo borré delante de ella, no quiero problemas. 
—Grabarse es una forma de calentar el momento —. Añadió Hugo —. A mi me gusta. 
—Nosotros lo hicimos una vez —. Contó Lucas. 
—Hicimos un video estilo película —. Añadió Alai entre risas. —Muy malo.
—Yo nunca lo hice en la playa —. Siguió con el juego Samu.
—Las playas de este país tienen todas mi bandera —. Dijo Hugo y todos rieron. 
—A ver hasta yo lo hice en la playa, y no me gusta mucho hacerlo en lugares públicos —. Contó Emilia. 
—La playa es lo más incómodo, yo lo hice en el campo, de noche bajo las estrellas, eso si es cómodo —siguió Julia.

La conversación y las confesiones se alargaron hasta altas horas de la madrugada, tanto que ni salieron esa noche. 
A la mañana siguiente, Alai se despertó temprano, fue a la cocina para buscar té y vio a Benjamín fuera, sentado en el borde de la piscina.

—¿No podés dormir? —Le pasó una taza de té y se sentó a su lado. 
—Tengo muchas cosas en la cabeza —. Agarró la taza y dio un sorbo. 
—¿Estás bien? 
—¿Te preocupas por mi? 
—Intento llevarme bien con vos aunque me lo ponés difícil —. Sonrió.
—No sé estoy un poco triste.

Alai se sorprendió, creía que Benjamín estaba a punto de hablarle de sus sentimientos pero en cambio se levantó y la empujó hacia la piscina.

—¡BENJAMÍN! —Gritó molesta cuando salió de debajo del agua.
—Ahora ya estoy feliz —. Sonrió mientras se iba dentro con la taza de té.


 

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