He abierto mis ojos hace aproximadamente unos treinta minutos, y lo único que estuve haciendo hasta ahora, es observar a Kaden dormir a mi lado, con sus manos aferradas a mi cintura. Se veía tan hermoso y pacífico durmiendo que no me atreví a hacer nada que pudiera despertarlo. Apoyé mi mejilla en la almohada para tenerlo de frente y sonreí, acaricié levemente su mejilla y dejé un pequeño beso en sus labios, a lo que sonrió.
- ¿Estuviste despierto todo el tiempo idiota?- le reproché al tiempo que le daba un leve empujón en el hombro, Kaden amplió su sonrisa aún más.
- Solo quería saber cuánto tiempo resistirías antes de besarme- dijo con su sexy voz ronca mientras abría los ojos y se acercaba para besarme profundamente, moví mi boca contra la suya con una sonrisa plasmada en mi cara- Buenos días pequeña- dijo antes de besarme otra vez.
- Buenos días Kaden- dije antes de estampar mis labios contra los suyos nuevamente sin poder contenerme, él ronroneó en mi oreja sonriendo.
- Buenos días- repitió tomándome de la cintura y colocándome encima de él para volver a besarme sin dejarme escapar, sus movimientos sobre mi boca eran seguros, deseosos y definitivamente exquisitos. Me despegué de sus labios sonriendo y apoyé mi mentón en su pecho.
- Eres tan lindo- suspiré y él sonrío dejando ver sus tiernos hoyuelos que lo hacían parecer un niño pequeño.
- Wow, de verdad te gusto- dijo mientras derrochaba arrogancia y doblaba su brazo derecho para ponerlo detrás de su cabeza.
- Se supone que tú también deberías decirme algo lindo, no solo actuar como el idiota egocéntrico que eres- dije indignada mientras me sentaba sobre su regazo y él se incorporó para tenerme de frente y colocar un mechón de pelo detrás de mi oreja.
- Eres la mujer más hermosa que haya visto en mi vida, y hablo mucho más allá de tu sexy apariencia…- suspiró al tiempo que sus ojos me observaban detenidamente- Deberías bajarte de mí si no quieres que te folle en este segundo, sabes cómo me pone que estés sobre mí- mordí mi labio inferior tratando de ocultar una sonrisa.
- Deja de ser tan pervertido, arruinas los momentos románticos- dije mientras me levantaba de la cama para dirigirme hacia el baño. No tardó dos segundos en seguirme el paso y encerrarnos allí.
- Yo creo que los mejoro- aseguró con un susurro en mi oído.
Sus labios chocaron con los míos de manera salvaje, una lucha entre nuestras lenguas había comenzado, me aferré a su cuello mientras él me alzaba tomándome de los muslos con fuerza, poniéndonos contra la pared. Gemí sin poder evitarlo porque los latidos de mi corazón ya se habían disparado por el cielo. Nuestras bocas seguían luchando cuando me aferré a su espalda a causa de que Kaden comenzó a moverse contra mí sobre la ropa. Mierda. Esta tortura se siente demasiado bien. Siento que él vuelve a movernos hasta que percibo las gotas de la lluvia artificial sobre nosotros.
- Kaden- gimo cuando vuelve acorralarme contra la pared aun aferrándose a mis muslos con más ferocidad. Sus manos se deshacen de mi remera para comenzar a tocar mis pechos con dedicación, eso hace que gima más fuerte. Clavó mis uñas en su espalda descubierta ante tal acción.
- Tus gritos están volviéndome loco nena- gruñó sobre mis labios para volver a besarme como si fuera un maldito animal.
¿Por qué esto me gusta tanto? El agua caliente sigue mojándonos pero no me importó en lo absoluto. Se deshizo de mis bragas para colocar sus dedos dentro de mi humedad y comenzar a moverlos profundamente, gemí con desesperación.
- Estás tan lista para mí Caddie- asentí en un acto inconsciente a causa de que me encontraba totalmente perdida en sus movimientos, en sus palabras, en sus labios, en el agua que caía sobre nosotros…
- Por favor Kaden, deja de torturarme así- suspiré cuando volví a abrir mis ojos para encontrarme con su mirada verde y lujuriosa.
- Pídelo bien cariño- dijo antes de volver a besarme mientras sus dedos continuaban moviéndose dentro de mí.
- Quiero que me folles- dije rendida y él sonrío victorioso.
Dejó sus dedos de lado para adentrarse en mi entrada de una sola embestida, grité de placer mientras él comenzaba a moverse dentro de mí al tiempo que usaba sus manos para apretarme a él aún más, sus labios dejaron mi boca para comenzar a bajar tortuosamente hasta llegar a mis pechos y comenzar a chuparlos de la forma que solo él sabía hacer. Apreté mis piernas a su cintura aún más debido a los temblores que me recorrieron de cuerpo entero mientras mis dedos se perdían en su cabello rubio tirando de él levemente. Gemí perdiendo el aire cuando llegaron las embestidas que provocaron mi orgasmo, y Kaden maldijo cuando terminó. Volvió a atacar mis labios antes de salir de mí y bajarme, a mi aún me temblaba todo, apenas podía mantenerme parada.
Me di la vuelta y aproveché para comenzar a ducharme ante la mirada de Kaden que me observaba como si quisiera comerme, le sonreí de forma traviesa cuando tomé el jabón y empecé a detallar sus músculos con mi mano a medida que mi mirada se unía con la suya que brillaba con oscuridad. Pasé por sus brazos, su pecho y comencé a bajar para llegar a sus abdominales en los cuales dejé un recorrido de besos. Me arrodillé frente a él y volví mi mirada expectante hacia él al ver su erección.
- ¿Segura que sabes lo que estás haciendo, pequeña?- me advirtió.
Mordí mi labio inferior ocultando una sonrisa traviesa, deseosa por lo que estaba a punto de hacer y lo miré por una última vez antes de acercarme más a su entrepierna y comenzar a chupar con dedicación. Es la primera vez en toda mi vida que hago esto y yo desconozco si lo estoy haciendo bien, hasta que los gemidos y gruñidos de Kaden llegaron a mis oídos.
- Mierda, que boquita Caddie- suspiró entre gruñidos, sonreí nuevamente y continúe con más dedicación acariciando su miembro con mi lengua, hasta que momentos después el espeso liquido invade mi boca, trago duro y me incorporo relamiéndome los labios con una sonrisa- Joder cariño, ¿acaso has hecho una maestría?- preguntó