Kaden
Joder.
Jamás había imaginado que volverla a ver me afectaría tanto. Así, tan…mujer,
tan hermosa.
Ver su expresión al verme me ha desarmado por completo, y volver a tomarla de la cintura después de tanto tiempo, volver a tocarla aunque sea ese tacto mínimo ha sido algo que no puedo describir. Sentí durante todo el día que mi mano derecha ardía, quiero volver a tocarla, quiero volver a sentirme igual de bien que cuando estaba con ella. Me cuesta demasiado reprimirme, no poder ir a su encuentro y hacerla mía otra vez me hace perder la cabeza.
Esto definitivamente va a matarme, tenerla viviendo bajo mi mismo techo, a pocos metros de distancia y no poder tocarla, no poder acariciarla, besarla como tanto ansíe durante estos meses, se siente como el infierno puro…y esos malditos labios provocadores que he besado tantas veces, quiero sentirlos sobre los míos otra vez.
Mierda.
No conseguí permanecer en la cama durante más tiempo, me di una ducha rápida, me vestí y salí a correr antes de que amaneciera por completo. Se había transformado en una especie de rutina, pasear por las calles de esa ciudad, poder admirar cada detalle, me ayuda a despejarme, y en estos momentos es lo que más necesito…dejar de pensar, de otra forma perderé la poca cordura que me queda.
Llegué a casa una hora más tarde, ya de mejor humor. Caddie se encontraba en la cocina con los auriculares puestos moviéndose levemente al ritmo de la música, bastante inmersa en su mundo, sonreí como un estúpido. Apoyé mi cuerpo contra el marco de la puerta y aproveché que estaba distraída para observarla, mi mirada detalló todo su cuerpo de arriba abajo, y permaneció más del tiempo debido en su trasero, mordí mi labio inferior, ese trasero del infierno será mi perdición, más aún si no puedo tocarlo como me gustaría.
Doy un paso hacia a ella y parece sentir mi presencia porque se da la vuelta de repente, pegando un pequeño salto. Noto que su respiración se entrecorta, se quita los auriculares y cierra los ojos durante un segundo. Me tira una mirada matadora y finge seguir con lo suyo.
- Me asustaste, idiota- me reprocha mientras comienza a poner las cosas sobre la mesa.
- Buenos días ¿no?- le respondo divertido, verla enojada me sigue divirtiendo de la misma forma, hasta se ha sonrojado y se ve hermosa con ese color rojizo en sus mejillas.
- ¿Vas a quedarte ahí?- pregunta segundos después al ver que no me he movido de mi lugar, solo me dedico a observar todos sus movimientos, percibo un leve tembleque en su mano, y eso me hace ensanchar mi sonrisa ¿aun te pongo nerviosa, estorbo?
- Es mi casa, estorbo ¿recuerdas?- contesto con la frase que solía utilizar con ella y veo que se tensa, como si no se hubiese esperado que le diga eso. Aún la conozco a la perfección, siempre ha sido completamente transparente para mí.
- Has lo que quieras, ya terminé aquí, iré a limpiar- asiento cuando escapa de la cocina mientras tomo un sorbo de café y mi mirada vuelve a recaer en su maldito y perfecto trasero.
Las cosas que quiero hacerte Caddie…
Me dirijo a mi oficina y comienzo a trabajar. Esto de hacerse cargo de una empresa tan grande como la de mi padre, tener que solucionar los problemas, pensar en cómo aumentar las ganancias, básicamente, dirigir, está terminando conmigo. Jamás imaginé que esta sería mi vida.
Hago mis pensamientos a un lado y trato de enfocarme, pero hay algo que me está incomodando, ella ha renunciado a trabajar en la casa de mis padres, después de que yo haya accedido a comprometerme con Maya y venir aquí, justamente, para evitar que la despidieran, y ella simplemente ¿se va? Si sabía que iba a irse de todas formas, jamás hubiese hecho nada de eso, y ahora, no estaría aquí. Niego con la cabeza y vuelvo a enfocarme, ya está, pasó lo que pasó y no hay nada que podamos hacer, al menos ahora puedo verla, aunque no de la forma en la que me gustaría.
La he extrañado tanto, joder. Y ahora que, al fin, la tengo enfrente de mí parece alejarse más. No puedo evitar preguntarme que ha sido de su vida durante estos meses, ¿Cómo seguirá su madre y Jasy? También extraño al pequeño… ¿Destiny y Kevin? Y la pregunta que más temía ¿Estará con alguien? ¿Por qué te importa? Estás comprometido con Maya. Lo sé, pero no puedo evitarlo, además, convengamos que no me había quedado mucha opción en ese entonces. He estado postergando la fecha del casamiento lo máximo posible y ahora que Caddie ha vuelto, ni siquiera puedo planteármelo.
Tengo cierto aprecio hacia Maya, ella es una buena chica, pero ni de cerca estoy enamorado de ella, y sé que jamás lo estaré, y de verdad es frustrante.
Caddie
“Es mi casa, estorbo ¿recuerdas?”
Estorbo...
Mi corazón se había parado en seco al escucharlo dirigirse a mí con esa palabra, era algo tan común antes…tan nuestro.
Salí de la cocina disparada porque ya no podía soportar estar en la misma habitación que él. Estaba tan hermoso, al parecer recién regresaba de hacer ejercicio y se veía completamente sexy…Necesito alejarme de él sí quiero sobrevivir a esto.
Vuelvo a la realidad y dejo todo lo demás de lado, me es completamente necesario permanecer escuchando música, es lo único que logra que mi cabeza descanse de mis pensamientos durante un rato, lo único que permite permanecer bajo el mismo que Kaden sin lanzarme sobre él.
Maya se ha levantado hace unos minutos, fue directo hacia la oficina de Kaden después de saludarme rápidamente, ni siquiera quiero imaginarme lo que deben estar haciendo en este momento, y no debería importarme en lo más mínimo, pero aquí estoy, limpiando el piso de su mansión mientras el desayuno me sube a la garganta como consecuencia de las imágenes que comienzan a cruzar mi mente. Malditos celos incontrolables.