Inevitablemente Loca Por Ti.

CAPITULO 3.

 

POV T/N.

Una vez  que me encontraba en la universidad, decidí entrar y así como era de hermoso afuera por dentro no se quedaba atrás.

La carrera que decidí tomar fue la música, cómo ya sabrán, siempre me ha gustado y también entre en baile contemporáneo.

Me dirijo hacia la dirección y a medida que avanzaba la gente me observaba, me sentía un poco incómoda por la atención, por lo tanto hice caso omiso referente a eso.

Luego por fin logro llegar. En cuanto entro, veo a una mujer de unos 50 años, y está me recibe con una gran sonrisa y amable.

-Buenos días-respondo.

-Buenos días, usted es la señorita T/n verdad?

-Si, esa soy yo, vengo a recoger mi horario.

-Aquí tienes, linda.

-Muchas gracias, que tenga buen día.

-Lo mismo, señorita.

Luego salgo de allí; miro mi horario y tengo clase de música, genial!

Busco mi respectivo salón y toco la puerta indicando que me encuentro presente. De inmediato una profesora posa su mirada en mi, me indica que abra la puerta. Seguidamente lo hago y todos los presentes posan sus miradas hacia mi.

Me siento un poco incómoda frente a la situación, luego ella me presenta que soy nueva y toda la cuestión. Es momento que yo lo haga.

-Hola mi nombre es T/n, tengo 18 años. Y vengo de Londres, vine a Nueva York, porque específicamente está era la universidad en la que quería estudiar. Espero llevarme bien con todos ustedes.

De repente siento una mirada de alguien. Y luego lo veo. Un chico que alto, con ojos azules intensos,  cabello castaño, labios definidos y gruesos, una cejas que te mueres. Por Dios es una figura hecha por grandes escultores. Es como ver a un ángel en carne y hueso. Y al verme, mi corazón late rápido como si quisiera salirse sobre el y lanzarse a besarlo.

Una vez que siento esto, desvio mi mirada y reemplazo mi mirada en él, por la de la profesora, ella me indica que me siente al lado de ese chico al que hizo corazón latir con desesperación.

Una vez haberme sentado a su lado, el habla.

-Hola.

-Hola-respondo tímidamente.

-Mi nombre es Jack Hudson.

-Un gusto Jack.

-Tu nombre es muy bonito sabes?

Me sonrojo.

-Ah sí? -contesto un tanto insegura.

-Si, porque te queda perfecto al igual que tu belleza. -veo que en su expresión se ve que habló de más, lo cual provocó que me diera gracia y al mismo tiempo encogió mi corazón.

-Gracias Jack, también me gusta tu nombre.

Entonces me regala una sonrisa tan hermosa, que hasta puedo ver sus hermosos hoyuelos. Luego nós mantuvimos en silencio, ya que la clase estaba por comenzar.

-Bueno chicos, para quienes están en primer año, mi nombre es Ágata Roman y yo seré su profesora de música. Para el día de hoy voy a necesitar que compongan una canción sobre el amor, necesito que se refleje el sentimiento del verdadero amor.  Por eso decidí hacerlos en parejas al azar.

Genial! Mi punto fuerte. Por lo general aparte de tocar el violín y  el piano, siempre me apasionó componer canciones, al igual que las partituras de estas mismass.

Entonces, volviendo a la realidad, la profesora Roman, fue escogiendo chicos y chicas, pero siempre intercalados. Luego al nombrarme acto seguido nombra a Jack.

Oh  Por Dios! qué nervios! El y yo solos? Esto si que algo nuevo para mi.

Me quedo en shock, pero al notar la mirada de él, me hace volvér a la realidad. Me sonrojo al sentir su mirada y esta vez no puede ocultarlo.

-Bueno, mi querida T/N. Vamos a componer la mejor canción, jamás antes vista.- al escucharlo me parece gracioso e incluso una que otra risita salió, sin permiso.

-Te es muy gracioso? -con una ceja arqueada, lo cuál a pesar de de ser gracioso, muy dentro de mi se me hace muy atractivo con solo ese gesto. Jesucristo! Qué me pasa?

-No, para nada. -me sorprende que no tartamude y estuve conteniendo la risa, así que lo siguiente que hizo me dejo boquiabierta.

-Eso ya lo veremos cuando estemos solos. -Joder, este chico si sabía como cambiar un situación cómoda y graciosa a una incómoda y calurosa. Me dejo sin palabras. Parece que también hacia más calor.

-Eh... Y-yo...-suelta una gran risota y me mira divertido.

-Era broma, tranquila.-me guiña un ojo y a pesar de que fuera broma, mi pobre corazón aún seguía latiendo como si hubiera corrido en una maratón.

Solo asiento.

-Te parece si lo hacemos en la tarde? -la verdad no tenía nada que hacer así que solo dije.

-Si, me parece bien pero... -hago una pausa- en que casa nós reuniremos? En la tuya o la mía?

Lo miro pensativo, y me responde.

-Mejor en la tuya, mi perro bruno, no te dejará en paz.

-Oh tienes un perro?

-Si, de hecho lo tengo desde que era pequeño, podría considerarse mi mejor amigo. Realmente lo quiero tanto es una de las cosas que si puedo tener y amar.

Me dejo pensativa. Así que dije.

- "es una de las cosas que si puedo tener y amar."?- parece sorprendido al ver que recalque esa frase, pareciera como si lo hubiera pensado pero en voz alta.




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