Infinidad Parte 3: El Corazón que Olvidó Amar

Capítulo 02

Con un suspiro de alivio, John cerró el cuaderno y el libro metiéndolos de nuevo en la mochila, luego miró la hora. Quedaban menos de cinco minutos para que sonara el timbre.
En el tiempo que había estado escribiendo de nuevo sus apuntes, el pasillo se llenó de estudiantes y el alboroto de sus distintas conversaciones.
John se levantó del suelo y se puso la mochila en sus hombros antes de colocarse al lado de la puerta del aula y aumentar un poco el volumen de la música, dejando fluir el tiempo hasta que sonó el timbre.
El pasillo se silenció en un breve instante, aunque John y sus compañeros todavía seguían en el pasillo, esperando al profesor suplente.
Tras unos minutos de espera, un hombre vestido en un traje negro con corbata roja apareció subiendo las escaleras. El hombre llevaba gafas de sol y se mantenía sonriente, su pelo corto era negro aunque su barba estaba empezando a crecer.
El hombre saludó a todos antes de abrir la puerta del aula, dejando que todos entraran antes de que entrara el mismo. Cuando vio que todos estaban sentados, el hombre escribió su nombre en la pizarra y se quitó las gafas de sol.
Al leer el nombre escrito en la pizarra, John no sentía que fuera a ocurrir algo bueno, ya que podría conseguir bastantes motes.
 —Buenos días a todos y a todas, soy vuestro nuevo profesor de historia, me llamo Lucifer. Aunque podéis llamarme Luci, Satán, Diablo, Demonio, o...
 —Angelito.
Lucifer fue interrumpido por una voz masculina, aunque John sabía a quien le pertenecía.
Lucifer sonrió sin continuar presentándose, simplemente cogió la silla de su escritorio y la movió frente a la pizarra, sentándose en ella con las piernas cruzadas y mirando a todos.
 —Parece que hay un graciosillo en la clase. Pero antes de ir a por el payaso de turno quiero presentaros a un nuevo compañero, que llega tarde por cierto.
Alguien golpeó a la puerta mientras Lucifer miraba el reloj en la pared, aunque con una sonrisa, Lucifer lo invitó a entrar.
 —Adelante.
Un chico con el pelo corto rubio y ojos celestes entró por la puerta, vestía un chándal azul con unos deportes.
Al entrar, el chico se quedó mirando a Lucifer con impresión cuando lo vio, aunque Lucifer miró al resto de personas.
 —Se llama Mike, viene de Estados Unidos y practica kickboxing, a ganado cinco torneos. Es mejor no tocarle mucho los cojones, tiene mal carácter.
Mike, al igual que el resto de alumnos, estaban realmente impactados por el vocabulario que tenía el profesor, aunque Mike estaba impactado por otra cosa.
 —Rubito, siéntate al lado de John y quédate callado.
Mike asintió y caminó hacia el escritorio compartido de John, sentándose a su lado.
 —Bien. Volviendo al asunto del payaso de la clase. ¿Quién es?
Lucifer esperó un minuto y al no recibir la respuesta que quería, se encogió de hombros y se levantó.
 —Entonces ya que nadie quiere salir, tendré que buscarlo yo mismo.
Caminando paso por paso, Lucifer observó a cada estudiante, hasta que estuvo frente al escritorio de Mike y John.
Mike lo miraba como si quisiera matarlo, aunque John se mantenía escribiendo en su cuaderno, ajeno a lo que ocurría.
 —¿Qué haces John?
John se sobresaltó y miró a Lucifer, aclarándose la garganta antes de responder.
 —Estoy haciendo resúmenes del libro y sus ejercicios.
 —¿Sabes quién es el payaso de la clase?
John se aguantó la risa antes de hacer un amago de abrir la boca para responder, aunque en última instancia se silenció.
 —No va a ocurrir nada si respondes, aunque también es lo mismo si la pregunta es ¿quién es el más gilipollas del instituto?
Mike habló poniendo su mano en el hombro de John, aunque sus palabras hicieron que la clase se silenciara.
John miró a Lucifer aún con su sonrisa, e intentó responderle aunque su voz se negaba a salir de su boca. Una bola de papel golpeó la cabeza de John, que al cogerla y desplegarla leyó lo que había escrito, y en silencio y sin responder, volvió a sus apuntes.
Lucifer también pudo leer lo que estaba escrito, al igual que Mike, y su rostro dejó de tener la sonrisa para volverse serio. Mike, en cambio, sacó de la mochila una pelota de gomaespuma que empezó a aplastar en su mano.
 —Solo preguntaré una vez antes de perder la poca paciencia que tengo. ¿Quién más hace bullying? No te pregunto a ti, Frederick, tú no eres más que un niño retrasadito con aires de superioridad.
En su asiento, Fred subió las piernas sobre la mesa y las cruzó, mirando a Lucifer tranquilamente.
Mike aplastó una última vez la pelota de gomaespuma antes de tirarla y dar un golpe en la mesa. Levantándose, miró a Lucifer y le gritó.
 —¡Escúchame ángel palurdo, o expulsas a Fred, o le rompo la cara aquí mismo! ¡A él, y a sus amiguitos!
Tras gritar, Mike se tranquilizó un poco, al menos ya no sentía las ganas de matar a Fred como lo hizo en el universo anterior, sólo quería romperle los brazos y dejarlo lisiado.
Aunque una risa se empezó a escuchar en la parte trasera del aula, haciendo que Mike mirara hacia atrás, en la esquina estaba Fred riéndose, por lo que Mike caminó hacia él.
 —Mike no hagas nada estúpido.
 —Cállate. ¿Y tú de qué te ríes?
Fred se quitó la lágrima en su ojo y miró a Mike.
 —Ángel palurdo, me encanta. Y la manera en la que le hablas y le has mandado a callar, casi parece que sois pareja.
Mike sonrió en respuesta a Fred, aunque Lucifer se compadecía de Fred.
 —¿Si verdad? Luci, dice que somos marido y mujer. ¿Qué opinas de este subnormal?
 —Mike, tranquilízate...
Fred miró a Mike directamente mientras metía su mano en el bolsillo donde tenía guardada una navaja.
 —No te pases, chico nuevo. Aquí mando yo, o te pueden pasar cosas muy malas.
 —¡Jajaja! ¿Cosas malas? ¡Engreído asqueroso!
Mike estiró la pierna derecha colocando el pie sobre la mesa mientras miraba a Fred.
 —Ni siquiera podrías sobrevivir un solo segundo en mi mundo. Te doy cinco segundos que es más de lo que mereces, para que te arrodilles frente a John y le pidas perdón... o atente a las consecuencias imbécil.
En ese instante, Fred sacó la navaja y la puso en el cuello de Mike, el cual ni siquiera se inmutó en lo más mínimo al sentir el frío tacto del metal sobre su piel.
 —¿Disculparme con una mierda? Deberías pedirme perdón tú a mí por amenazarme. De hecho, bésame el pie si no quieres que te corte el cuello ahora mismo.
John miró en ese momento a Lucifer, que se sentaba a su lado y le comenzó a susurrar.
 —Ahora comienza lo bueno John, no te lo pierdas.
Ningún alumno se atrevía a hablar en ese momento. Mike resopló y bajó su pierna de la mesa solo para decirle a Fred unas palabras.
 —Se te acabó el tiempo.
En ese segundo, Mike golpeó el rostro de Fred con una patada, haciendo que Fred volviera a sentarse en la silla y fuera empujado por una segunda patada hacia el suelo.
Fred se tocó la nariz y notó la sangre que caía de ella, aunque no le importó mucho tiempo, ya que cuando se estaba levantando, Mike alzó su pierna derecha y golpeó su talón en la cabeza de Fred, dejándolo inconsciente mientras el suelo empezaba a tener un poco de sangre.
 —El siguiente es hombre muerto... no sé si me explico.
Mike miró a las otras personas en los demás escritorios, obviamente sabían a qué se refería Mike con sus últimas palabras. Quería que esparcieran la amenaza por el instituto.
 —Voy a comunicarme con los padres de Fred y Mike, que alguno vaya a dirección y avise de lo que a ocurrido.
Lucifer empezó a hablar por teléfono mientras los demás comenzaron a pensar la grave consecuencia que tendría lo que hizo Mike. Aunque John, que volvió a sus apuntes, se aguantaba las lágrimas y se preguntaba donde había visto a Lucifer y a Mike antes.




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