Infinidad Parte 3: El Corazón que Olvidó Amar

Capítulo 04

Tras aclarar el asunto con los familiares de Fred y el director, Edward junto a Lucifer y Mike, salieron del instituto.
 —¿Cómo se te ocurre Mike? Un poco mas fuerte y estarías preso ahora mismo.
 —No es para tanto abuelo.
Lucifer sonreía mientras escuchaba a Edward relatar a Mike, aunque él tampoco se libró.
 —Y tú Lucifer, ¿en qué demonios pensabas al dejar a Uriel en el sótano? Sabes que allí tenemos las armas experimentales y las armas de peligro nivel 4 y 5.
 —Al menos me he divertido un poco con ese tipo y he vuelto a ver al científico loco en acción de nuevo.
 —No te pases angelito, o pruebo contigo la siguiente arma de antimateria.
Edward miró a Lucifer seriamente y estuvo a punto de reprenderle, aunque su móvil comenzó a vibrar. Por lo que lo sacó y miró la pantalla, era un número privado.
 —¿Sí?
Edward se congeló brevemente y colgó, después miró a ambos con su rostro un poco desencajado.
 —Esos cabrones han cogido a John. El satélite no capta la ubicación de su móvil desde que llegó a la montaña, Lucifer, tú eres más rápido, ve. Mike, nosotros vamos a la sede.
Lucifer asintió y miró a su alrededor, asegurándose de que no hubiera nadie, antes de desplegar sus alas y volar a la montaña mientras Edward y Mike entraban en un coche negro.

 

Tras cinco minutos conduciendo, saltándose las leyes de tráfico, Edward y Mike llegaron a un rascacielos de cincuenta pisos.
Todo el rascacielos fue ideado por Mike basándose en lo que experimentó al ver las habilidades de Ouroboros y el apocalipsis en el universo anterior una vez que Sundrac murió. El rascacielos tenía tres modos que Mike llamó respectivamente modo fortaleza, modo antiaéreo y modo sorpresa.
El modo fortaleza utilizaba todos los sistemas defensivos instalados y utilizaba a través de la inteligencia artificial las armas que mejor se asemejaran al enemigo, aparte de sellar todo el edificio con láseres y bloquear las posibles entradas como ventanas y puertas bajo una lámina de acero de 20 centímetros.
El modo antiaéreo era en gran medida parecido al modo fortaleza, pero no usaba la inteligencia artificial, en cambio, desplegaba varias armas que se encontraban bajo el suelo alrededor del edificio que eran controladas por humanos.
Y el modo sorpresa, era una sorpresa para, según Mike, cierto "loco" y en especial para el "criajo blanco". Desde que habló de la existencia del tercer modo, Lucifer estaba deseoso de verlo en acción, pero según Edward el modo sorpresa era lo mas parecido a controlar una bomba atómica siendo de siete a ocho veces mas potente justo en mitad de la capital de un país.
Mike siguió a su abuelo. Para entrar, Edward sacó una tarjeta de identificación y la pasó por un lector que cuando lo reconoció, la puerta de cristal negro se deslizó y lo dejó entrar.
Ambos fueron recibidos por Jake, que aunque intentaba mostrar tranquilidad, su pecho se movía erráticamente.
 —Tranquilo. No es nada malo que se lo hayan llevado ya, tarde o temprano tenían que hacerlo. Mike trae al piso 49 a Videth y a Liliana, lo mejor es que tengamos ayuda extra de los dos artefactos.
Mike asintió y tomó el ascensor izquierdo, cerrándose las puertas tras el. Mientras, Edward y Jake tomaron el ascensor derecho, cuando las puertas se cerraron, una voz robótica salió del altavoz.
 —¿A qué piso quiere ir señor Edward?
 —Penúltimo.
El ascensor comenzó a moverse, y Edward miró a Jake.
 —¿Cuántos de esa secta de locos han aparecido?
 —Solo uno señor, pero debo decir que el equipo de investigación cree que controla excepcionalmente bien el elemento viento.
Edward se tocó la barba, sopesando las características que tiene el elemento viento. Tras llegar a una conclusión, suspiró y negó con la cabeza, dándose por vencido.
 —Entonces no importa, si hubiera sido otro podríamos haberlo interceptado a tiempo, pero siendo viento es complicado. Ahora mismo podría estar a varios kilómetros de distancia. Putos magos de aire...
Las puertas se abrieron, y Edward miró la pantalla central.
La imagen de la pantalla central estaba dividida en cuatro mapas distintos, cada uno conectado a tres ordenadores. Estaban rastreando a John en toda la ciudad a través de señales de radio, señales térmicas e incluso mediciones del viento, en el cuarto mapa lo intentaban rastrear a través de todo el condado.
 —Dejad la señal telefónica y la fuerza del viento, centraros en las distorsiones de las señales de radio y térmicas. También ampliad el radio de búsqueda a todo el país y comunicaros con los equipos de vigilancia en otras ciudades, que estén atentos. Recordad, no vamos a evitar nada de lo que ocurra, solo sacaremos a John de esa secta cuando consiga su asimilación.
Edward miró a Jake.
 —Avisa a los equipos Cielo Ardiente y Hojas Sagradas, diles que se mantengan en espera, pero que se preparen a conciencia para entrar justo en la boca del lobo.
Jake asintió con cara pálida. El equipo Cielo Ardiente era un grupo de veinte personas que poseían armas del infierno y fueron entrenadas directamente por Lucifer, siendo éste tanto su líder como entrenador, aunque debido al carácter de Lucifer, Edward nombró a un ex militar, Paul, como el líder.
El equipo Hojas Sagradas era, al igual que Cielo Ardiente, un grupo de veinte personas que poseían armas del infierno pero entrenadas y comandadas por Uriel.
Estos dos equipos no eran los mas fuertes que poseían en la organización, pero al ser entrenados por ángeles y poseer armas del infierno, era imposible saber cómo actuarían, ya que Uriel a su equipo les enseñó en gran medida a canalizar los elementos en las armas del infierno así como a prever acontecimientos y manejarlos de mejor manera. En cambio, Lucifer enseñó a los suyos no solo a mejorar sus armas del infierno, sino también a invocar demonios, aunque los mas talentosos podrían invocar demonios nobles o incluso a los que pertenecían a la realeza.
Al mandar que actuaran esos dos equipos, Edward estaba dando a entender que no quería mostrar todas las cartas que tenía a su disposición y que les había costado tanto a su nieto, a Lucifer y a Uriel conseguir. Pero sí quería darle a los miembros de la secta la bienvenida que merecían tras su primera aparición, si quisiera acabar con ellos de raíz, tendría que usar toda la potencia que tenía aunque eso los dejaría indefensos ante Ouroboros y la cosa dentro de la caja de música.




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