Con impotencia y para desquitar su furia Maricruz golpeo de un pisotón el suelo -¡Maldición! –exclamo molesta.
-¿Qué sucede? –le pregunte levantando una ceja y con una sonrisa fanfarrona -¿Acaso en tu aquelarre no te enseñaban a cazar fantasmas? Jajajajajaja.
En su rostro se formó una mirada fulminante que no dudo en clavarme –Claro que no –respondió sin saber que era una pregunta retórica –Desde que tuve la edad me enseñaron y entrenaron para ser una usuaria de las artes místicas y arcanas. Así después no termino siendo como tú que te cuesta horrores hacer salir chispitas de las manos.
Sin duda ella era mucho más experta que yo en el ámbito de los hechizos–Okey, tranquila. Tú ganas.
-Obviamente que te voy a ganar –comenzó a presumirme –Aunque de todas formas eso no nos ayuda ahora ¿Cómo mierda nos encargamos de un fantasma?
Comencé a reflexionar unos segundos en algunas opciones hasta que una idea vino a mi mente –Recuerdo que aquí hay una biblioteca, podemos buscar en los registros si hay casos anteriores y ver cómo se solucionaron.
-Ohhh que buena idea, que suerte que se me ocurrió a mí. Ahora vamos – ella comenzó a marchar al interior del cuartel general.
Supongo que ella necesitaba hacer eso para mantener su autoestima, algo que logre aprender de ella en el tiempo que llevábamos juntos es que necesita sentirse superior a los demás, o al menos a mí para estar bien consigo misma. Podía vivir con eso con tal de no verla tan mal como cuando asesino a una de las líderes de su aquelarre, aunque eso no evitaba que me fastidiara un poco -Zorra –susurre molesto,
Maricruz se detuvo de golpe -¿Qué dijiste?
-Que te sigo, eso dije – sin perder tiempo comencé a caminar detrás de ella.
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La linda chica de cabello liso negro con puntas onduladas se encontraba sentada aburrida en una larga mesa en la biblioteca, o así era la situación hasta que yo llegue cargando un par de libros y muchos pergaminos. Tiré todo el material que encontré en la mesa, lo que la sorprendió un poco – ¿De dónde sacaste todo eso? –quiso saber ella sorprendida de la cantidad de material de referencia que conseguí.
-Solo le pedí a la bibliotecaria todo lo relacionado a fantasmas y espectros –comencé a abrir los pergaminos –Tú te encargaras de leer todo esto.
Ni siquiera me dejo terminar de hablar que ya me interrumpió –Así que chiste ¿Y tú que vas a hacer entonces?
En respuesta yo la observe con una cara seria sin contestarle nada hasta que se callara y me dejara continuar, una vez que entendió lo que quería decir mi expresión, continúe –Yo buscare información en esto –conteste sacando de mi mochila el grimorio de tapa dura hecho de escamas de dragón de color rojo oscuro –Una vez que termine de revisar ahí me uniré con el material que traje.
De su boca salió un suspiro molesto, pero aceptando la división de tareas, en vez de quejarse tomo uno de los pergaminos para comenzar a leerlo. Al mismo tiempo yo me senté a su lado y abrí el libro en frente de mí, después de abrir la tapa dura lo primero con lo que me encontré era una página en negro con mi nombre escrito en letras doradas “Damien xxxxx” continúe a la página siguiente donde se encontraba el nombre del grimorio “Albanum Maleficarum” y en la página de al lado un dibujo del árbol de la vida con un nombre escrito en cada circulo y por debajo estaba escrito “Circuito Ein Sof” –Supongo que en la página siguiente habrá un índice, espero –con eso en mente corrí a la siguiente página y…
Todo mi cuerpo se encontraba en una sensación de constante caída libre, aunque en realidad flotaba a pocos centímetros de lo que parecía un mar rojo infinito. Al levantar mi vista el paisaje era bloqueado por un remolino de nubes rojas y blancas que daban círculos a varios metros lejos de mí, sumado a todo esto copos de nieve adornaban el espacio detenido en su caída del cielo.
Me encontraba demasiado confundido ante todo esto -¿Qué? Pero… ¿Cómo…? ¿Dónde es que…? –una gran cantidad de interrogantes surgían en mi cabeza, aunque todas estas fueron silenciadas cuando la presencia de Samael lo ilumino todo bajando del cielo, esta vez él no ocultaba su apariencia, sino que dejaba relucir sus tres pares de majestuosas alas blancas y la brillante aureola sobre su cabeza. En comparación Remiel salió de debajo del agua también con su apariencia de demonio, sus negras alas de murciélago, la cola de punta puntiaguda que se movía de un lado a otro y sus característicos cuernos.
-¿Damien? –se preguntó el ángel sorprendido al verme. Al mismo tiempo el demonio se rascaba una oreja con su dedo meñique -¿Y este que quiere ahora? Estaba en medio de mi momento de placer.
-Si el ingreso a nuestro lugar es porque claramente está buscando información en este grimorio –contesto aquel ser celestial con un aura fría, pero tranquilizadora. No obstante, su compañero si debería saber eso e hizo esa pregunta de forma retórica, así que intuyo que su respuesta fue más para mi confusión.
Observe mis manos y después mi cuerpo todavía asimilando todo esto –No entiendo como llegue aquí, solo quería buscar algo en el libro.
-Precisamente por eso mi joven –contesto el ángel.
-Pero cuando luche contra esa bruja en el shopping podía ver cada página, es raro que ahora haya aparecido en este lugar…con ustedes.
El ser de naturaleza demoniaca continuaba en sus asuntos, indiferente a mi incertidumbre y actuaba más como un espectador de la conversación que yo tenía con Samael –Olvídate de esa situación –comenzó a explicar el ángel –Esa fue una situación especial, ambos concordamos en darte todo nuestro poder y acceso total al grimorio para que salieras vivo de esa. Ahora nosotros no somos solo los guardianes del libro, sino también sus guías para el vinculado –moviendo sus alas y acercándose más a mí el joven de apariencia pálida hizo su pregunta final –Dinos ¿Qué información hecha por la cultura Draconiana buscas joven vinculado?
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Editado: 12.02.2022