Al día Siguiente.
Nunca antes la había notado a Emma de esa forma, pero desde que le conté lo que quería hacer ella no paró de estar nerviosa y preocupada al respecto en todo momento.
Mi compañera caminaba detrás de mí con pasos lentos y temblorosos a diferencia de como suele hacerlo normalmente –Según Acrep ella debe estar en este lugar, y ya le queda poco para que salga –habló detrás de mi hombro.
-Muchas gracias.
-Disculpa que no te acompañe mas pero nunca hice esto y tampoco creo poder hacerlo, de todas formas te doy mi apoyo escondida detrás de alguna pared –dijo Emma levantando su pulgar en alto acompañado de una sonrisa quebradiza.
Cuando empezó a escucharse ruido del otro lado de la puerta frente a la que estábamos la chica de largo cabello hasta su pecho salió corriendo despavorida para esconderse lejos en algún pasillo. Realmente mi cerebro se encontraba muy nervioso de lo que estaba por hacer y eso provocaba reacciones en mi cuerpo que ya estaban acostumbradas como acelerar mi respiración o temblar de los nervios, aun asi intente calmarme y tomar aire para relajarme un poco.
Podía escucharse un bullicio del otro lado de la puerta hasta que esta por fin se abrió desde el interior, las dos puertas de madera blanca se corrieron a los costados y varios hombres y mujeres vestidos con elegantes trajes y llevando maletines o grandes pilas de papeles salieron del interior. Todos ellos tenían un fuerte olor a dinero y estaban tan concentrados en sus asuntos que me ignoraron completamente.
La última persona en salir fue a quien estaba buscando, una mujer de largo cabello negro con un lunar debajo de su ojo derecho y que estaba fumando a pesar de la gran cantidad de carteles que prohibían esa acción –Disculpe –me dirigí a ella con una voz temblorosa al principio.
En primera instancia la comandante no me observó, sentía como si me estuviera ignorando apropósito hasta que después de escucharme volteó su cabeza para mirarme. Sus ojos me apuntaban una mirada despectiva, similar a la de alguien molesto al encontrarse una herramienta fuera de lugar.
María Elena inhaló el toxico humo de su cigarrillo antes de hablar –El novato de Oblivion, estoy muy ocupada asi que dime que quieres.
Intente evitar ponerme nervioso aunque imagino que ella ya se había percatado de eso –Solo quería preguntarle donde estaba la Dra. Dana, hace varios días desapareció y estoy preocupado por ella.
La mirada de la comandante cambio por una más de sorpresa, como si se esperara cualquier cosa menos eso -¿Por qué quieres saber eso? No lo veo como información relevante de la que requieran enterarse.
Quise hablar pero no podía sacar palabras debido al miedo que sentía mi cerebro, esta mujer mayor a los 30 años era demasiado imponente e intimidante. Como no podía decir nada ella continuó hablando –Mira, ella regresara pronto si todo sale bien asi que no te preocupes. Además, Dana me pidió de que ustedes no se enteraran de eso, asi que respeta su privacidad novato.
Sin más que acotar o que yo pudiera mencionar la comandante de la Organización de Contención y Corrección de Irregularidades se dio media vuelta para darme la espalda y marcharse del lugar.
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De regreso en la sala donde siempre estamos los portadores Oracle esta vez faltaban un par de integrantes de la Iniciativa Oblivion: La molesta de Samanta se había marchado a quien sabe dónde, Lucas de seguro estaba encargándose del tratado de ese niño y al portador anterior a mí no lo había visto nunca antes asi que ni conocía su nombre, apariencia o ubicación.
Quienes sí estaban era Juan sentado en frente de una computadora, y con varios cables que salían de su espalda para conectarse al CPU; Emma sentada a mi lado y yo –Bueno, supongo que de esa forma no hay nada que hacer. Pero lo importante es que lo intentaste –intentó animarme ella después de que le conté lo sucedido.
En ese momento fue que las puertas de la sala se abrieron y un alto chico de cabello rubio sucio apareció en el lugar, el Tercer Portador quien es su amigo cercano se emocionó al verlo. Juan separó su cabeza del monitor para ponerse de pie -¿Qué tal esta la Irregularidad 1027?
A diferencia de su despreocupada actitud de siempre esta vez Lucas parecía apresurado, él no se detuvo a buscar a saludar a su amigo sino que le habló mientras seguía su camino –Esta bien por suerte –dijo acercándose a un baúl de madera cerrado.
Mientras él explicaba abrió el baúl para revolver su interior en búsqueda de algo –Fue algo difícil construir su cámara de contención, creamos un espacio donde el pueda moverse libremente y después delimitamos cinco metro alrededor con un muro de vidrio para crear una zona segura para los investigadores.
-Qué bueno –se limitó a comentar el otro chico de baja estatura y cabello despeinado de color negro.
Los ojos de Lucas se iluminaron al encontrar lo que buscaba, metió su mano al fondo del baúl y sacó lo que parecía el peluche de un conejo, en un principio este debía ser blanco por el pasar del tiempo se fue tiñendo de un color gris. Con su objetivo cumplido el Segundo Portador iba a volver a marcharse aunque antes se detuvo en frente de Juan -¿Quieres ir a conocer?
Esa pregunta provocó que el Tercer Portador dejara salir a flote su lado introvertido –Oh ehm no gracias, mejor espero a que se instale mejor y se tranquilice más antes de ir a verlo.
-¿Cómo vas investigando su anomalía? ¿Encontraste algo?
-Seguro que Acrep te lo dijo antes, pero su irregularidad concuerda bastante con los datos que extrajimos de la Metropolis Auroa. Un capacidad uno de una generación pasada capaz de desintegrarlo todo, pero este niño no parece ser un Nébula Trail ya que la metrópolis hubiera intervenido si ese es el caso. Además de que parece no controlar su anomalía.
El portador de baja estatura hizo una pequeña pausa antes de mirar el peluche y cambiar de tema -¿Enserio quieres darle tu conejito?
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Editado: 17.02.2023