En su estado actual aquel ser orgánico era poco similar a un infante humano, desde la cintura para arriba su cuerpo se partía en dos para abrirse diagonalmente y revelar un sistema de órganos y dientes totalmente diferente al de un ser humano. Desde el interior de su cuerpo salían alrededor de 8 tentáculos que se encontraban en calma, similar a los tallos de una flor que crece de la tierra.
Aquel parasito mimético se paró en frente del cuerpo casi muerto de la mujer adulta, utilizando uno de sus tentáculos grises con afiladas dagas en su punta se enrolló alrededor del pendrive que la trabajadora de OCCI tenía en su palma.
Deslizándose con lentitud el flagelo cortó los tres dedos de en medio de su mano derecha y se enrolló alrededor del dispositivo de almacenamiento portátil, generando cortes en la palma de la mujer que apenas pudo generar sonidos ahogados de su boca por el dolor que sentía.
Bridoux Graciela Susana De Monte Silvana es la Jefa del Departamento de Irregularidades Espaciales de OCCI, ella se volvió parte de la organización después de que esta la seleccionara de entre una muy estricta y especifica gama de voluntarios que en realidad no sabían que eran voluntarios.
Su intelecto científico orientado a la ingeniería astronómica solo se veía equiparado por su empatía hacia las personas, tal vez ella no siempre fuera moralmente buena aunque si una persona estaba en una mala situación o peligro Graciela no dudaba en poner su vida para ayudarla. Ella enfrentaría a sus semejantes solo en igualdad de condiciones, eso lo hacía más divertido para ella; aunque obviamente esto no se aplicaba con las Irregularidades extraterrestres o herramientas como los Portadores de Tecnología Oracle.
Sin más fuerzas, sintiéndose impotente por haber fallado en todo ella de mala gana aceptó dar su último respiro para cerrar sus ojos una vez final. Sin que pudiera darse cuenta un ser mecánico de apariencia humana, con una trenza larga atada a su costado derecho de su pelo castaño claro cayó del cielo al percatarse de la situación.
Al Sexto Portador solo le tomó un momento analizar y procesar toda la información, gracias a su Matriz de Procesamiento recreó la situación mental utilizando: los daños colaterales, el cuerpo destripado de una señora, la sangre por todo el lugar y como en el centro de todo se encontraba una repulsiva creatura carnosa que imitaba el cuerpo partido a la mitad de una niña.
Sus emociones, cada vez más apagadas, volvieron a encenderse como una feroz llama y antes de que el parasito mimético reaccionara con un grito con fuerza. Sus uñas se iluminaron y una barrera de energía se creó alrededor de lo que él consideraba un ser alienígena, este intentó utilizar sus tentáculos para romper la prisión de energía pero le fue inútil.
Su destino fue sellado cuando Mateo guiado por la ira cerró sus manos provocando que el campo de energía ovoide se cerrara apretando cada vez más y más al ser alienígena, pudieron escucharse unos gritos cuando su piel apretada chocó sin espacio dentro de la capsula ovoide. Pero esta siguió hasta aplastar completamente todo su cuerpo orgánico y dejar una masa de carne molida color gris y blanco con tenues tonos rosas y rojos.
Una vez con la amenaza neutralizada Mateo se concentró en su profesora suplente, muy cuidadosamente la tomó de la espalda para levantarla un poco –Profesora, por favor profesora respóndame. Diga algo, lo que sea.
Guiada por la voz de esa herramienta Graciela renegó casi muerta para apenas abrir sus ojos de nuevo y levantar su brazo izquierdo para señalar su cartera dentro del auto, ella intentó decir palabras pero solo salían sonido entrecortados. Para su suerte la Matriz de Procesamiento en el cerebro de Mateo le permitió comprender a que se refería.
Él se giró para acercarse al asiento del auto con la puerta abierta y tomar la cartera, ignorando por completo que cerca de sus pies se esparcía un charco de sangre y viseras similar a una sopa. Buscando entre su cartera el portador encontró algo parecido a un aerosol con el símbolo de una cruz médica.
Su cerebro, ahora mayor parte siendo una computadora alienígena, analizó detalladamente cada herida y destapo el espray de OCCI para rosearlo por cada herida –Por favor, dígame algo, respire. Lo que sea pero no se vaya ahora que hay una oportunidad –el Sexto Portador primero lo pasó al spray por la gran herida que tenía abierta en el codo derecho, seguido de eso por las primeras falanges de sus dedos anular, medio e índice de la mano derecha. Las segundas falanges y el pulpejo de esos tres dedos no se encontraban en su mano por lo que lo más lógico era pensar que fueron amputados, ya por último se gastó todo el spray en las enorme herida al lado del ombligo.
-Su condición no se ha estabilizado –analizó la imagen 2D de Acrep desde el celular, aunque en realidad la IA observaba todo desde un dron disfrazad de paloma colgado parada sobre el capo del auto –Ha perdido demasiada sangre Mateo.
-Si –habló el chico desesperado –Debo llevarla a un hospital para que traten sus heridas –por simple lógica el muchacho pensó que sería muy difícil levantar un cuerpo tan pesado como el de la mujer adulta aunque de todas formas tenía que intentarlo. Al hacerlo se llevó la sorpresa de que le pareció extremadamente ligero –Pensé que sería más pesado.
Con sus muy pocas fuerzas Graciela intento hablar –N….te….te burle….moco…
-No gastes energía por favor, te llevare a un hospital inmediatamente.
Una plataforma hecha de energía apareció a un metro de altura del suelo pero antes de subirse la mujer adulto hizo fuertes sonidos para que el chico se detuviera, mateo obedeció preocupado pensando que no tomo en cuenta algo crucial y con su mano derecha Graciela le señalo algo. Entre la sopa de sangre y órganos aplastados de color gris sobresalía un pequeño pendrive azul, él iba a ignorarlo pero Acrep insistió en que lo tomara asi que eso hizo.
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Editado: 17.02.2023