Estos últimos días normalmente cumplía mi labor para OCCI por las tardes después de salir de la universidad, pero en ocasiones como esta donde ya se hacía muy tarde y el sol se ocultaba se volvió costumbre que alguien me acercara a casa.
-Sí que fue todo un desastre lo de hoy –me habló el recolector de basura que conducía el camión. Yo entiendo que por suerte ya todo había acabado pero aun asi que él recuperara tan rápido la tranquilidad me daba a entender que ya estaba algo acostumbrado a este tipo de situaciones.
Si yo todavía continuara siendo humano sin duda no podría aguantar la presión, un simple error, por más pequeño e insignificante que sea podría condenar a toda la sociedad humana como la conocemos en la actualidad. Por ese motivo este trabajo me estresaba demasiado aunque cada vez perdía más la cualidad de sentir esa emoción.
-Recuerdo cuando fui a ayudar a Graciela y aparecieron todas esas cosas antes que Ezequiel –le conté al hombre mi experiencia –Cuando tomamos su auto y nos fuimos dejamos una gran cantidad de cadáveres de esos parásitos ¿Cómo van a hacer los de OCCI con eso?
El basurero acomodó la gorra que llevaba a pesar de ser de noche –Oh si, cuando pasan cosas asi quienes más sufren son el Equipo de Desinformación. No solo deben encargarse de la escena del incidente sino también encargarse de borrar toda la información que se haya filtrado relacionado a eso y borrar muchos recuerdos –un suspiro tranquilizador salió de su boca –Que suerte que no me asignaron a esa división.
Metí la mano en el bolsillo para sacar mi teléfono celular y observe la hora -¿Tu que harás ahora? –quiso saber el hombre.
-Creo que tendré que enfrentarme a algo mucho peor que un enjambre de parásitos miméticos –conteste después de ver qué hora era.
El camión de basura se detuvo para que pudiera bajarme, el chofer se despidió y continuó su recorrido a la par que yo entraba para mi casa. Eran más de las 22 PM y como ya me imaginaba al momento de abrir la puerta mis dos padres se encontraban parados esperándome, ambos con los brazos cruzados y severas miradas en sus rostros.
-Buenas noches –intente hacerle el tonto pero no dio resultado.
-Mateo me parece perfecto que hayas conseguido nuevos amigos y tengas una vida social activa –mi madre fue la primera en hablar antes de que continuara mi padre –Pero tenemos que hablar sobre este feo habito que estas desarrollando, no puedes simplemente irte y regresar cuando quieras.
Mis dos padres se sentaron en las sillas de la mesa y movieron la silla de una punta para que yo también me sentara –Ahora queremos que nos digas donde fuiste y que estuviste haciendo.
-Oh maldición –susurre.
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Al día siguiente bien temprano por la mañana me encontraba en la cocina preparándome un café para tomar, ya que perdí hace mucho la necesidad de dormir era muy temprano y estaba terminando de preparar el desayuno cuando se supone que recién estaría sonando mi alarma para despertarme.
Para mi sorpresa no era el único despierto en la casa, escuche unos pasos bajar por las escaleras del segundo piso. En primera instancia pensé que se trataría de mi madre pero rápidamente me percaté de que la respuesta era otra, se trataba de mi hermana menor –No sé qué fue lo que hiciste y tampoco me importa, pero sí que hiciste enojar bastante a mama y papa.
-Lo sé –respondí todavía recordando todo lo que hablamos anoche y el discurso que me dieron sobre ser buena persona, responsable, y todo eso.
Aun con su pijama puesto y su mechón delantero teñido de rosa ella entró a la cocina -¿Me preparaste el desayuno a mi también? Que generoso Mateo, gracias –ella tomó su taza de café y el plato de porcelana con tostadas para llevarlo a la mesa y comenzar a comer.
Fue perfecto que ella aceptara eso porque ahora se sentiría en deuda conmigo y me debería algo, algo que pensaba cobrar ahora mismo –Oye Sofi…-intente iniciar a hablar casualmente -¿Ayer por la tarde noche no te enteraste de ninguna noticia relacionada a lo sobrenatural?
-Que específicamente extraña pregunta –desde la silla de la mesa ella giro su cabeza para verme -¿Por qué quieres saber?
Podía sentir que ella me analizaba y normalmente me hubiera puesto nervioso en consecuencia, pero desde que me fusione con la Llave Centient sus trucos ya no servían conmigo –Creo haber visto una luz en el cielo moverse en un patrón irregular –improvise manteniendo la compostura.
Mi hermana menor con un tatuaje de Júpiter en su cuello dudo unos segundos antes de responder –No, la verdad que nada –ella regresó a concentrarse en su desayuno –O al menos yo no me entere que algo sobrenatural haya pasado. El Estado Profundo no ha tenido actividades recientemente.
< ¿Por Estado Profundo se referirá a OCCI?> pensé a lo que quise indagar más –Siempre te escucho decir esa palabra, pero no sé exactamente a que te refieres.
-Y lo mejor es que no lo sepas, ya es suficiente con que yo deba cargar con el peso de la verdad por toda la familia –contestó empezando a exagerar la situación otra vez a lo que simplemente blanquee mis ojos. Estaba seguro de que ya no podría conseguir más información útil de su parte aunque al menos me cerciore de que ella no estaba informada sobre lo que más, y eso la alejaba de ser un blanco de OCCI por lo que me sentía más tranquilo.
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Me pareció extraño que Emma no vaya a buscarme a mi casa o me la encontrara a mitad de la camino a la universidad, de todas formas tampoco le daba muchas vueltas a ese asunto ya que de seguro estaría con los demás en el aula ya.
Efectivamente ese fue el caso, después de que me bajara del colectivo y entrara a la universidad rumbo al aula de clases me encontré con ellos tres sentados donde siempre. Los alumnos ya parecían haber formado grupos estables y en contra de lo que quería lograr termine quedándome solo en el grupo con Emma, Juan y Lucas.
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Editado: 17.02.2023