Inmarcesible

Nota de una NO suicida

(Antes de leer recuerda que la muerte no es inmarcesible, es lo único que simplemente no florece)

 

Hace algunos años (pocos años) llegué a decir que el suicidio era para cobardes, personas en busca de una vía fácil de escape para los problemas del presente, pero hoy (un hoy que se ve tan lejano) he comprendido lo equivocada que estaba. El suicidio, amigos míos, nunca se trata del presente o del pasado, siempre (siempre) es sobre el futuro. Nadie se muere por lo que sufre, las personas mueren porque al fijar la vista en un punto a los lejos ven las cosas peor a como se ven de cerca, ellas mueren porque encuentran que en muchos años la vida solo puede empeorar. 

El suicidio tampoco es para cobardes, solo hay dos tipos de suicidas, aquellos inestables que llegaron al mundo para escapar de él (almas puras todas, pero incapaces de sostenerse por sí solas, como un cuerpo sin huesos), y aquellas personas (pequeñas grandes personas) que se aferran a una sola cosa agradable y prometedora del futuro para seguir adelante, hasta que esta cosa (pequeña gran cosa) se desmorona, como una montaña se arena cuando sube la marea. Es desgarrador ver como tu futuro pinta peor que tu presente, porque en verdad poco importaría sufrir un poco más (o sufrir en singular si es que nunca has sufrido) si con ello alcanzamos algo, algo nuestro, algo brillante, algo duradero, (algo vivo).

Hace muchos años (menos de los que aparentan) llegué a decir que los suicidas eran cobardes, y hoy (un hoy muy lejano) puedo afirmar que esos seres son solo visionarios defraudados.

 

P.S.: A veces darnos un día más puede ser todo lo que necesitamos para encontrar una razón para seguir adelante.




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