Inmortal: Canción de amor

CAPITULO 1

Hay cierto recelo con las casas viejas, las personas no pueden evitar inventar historias que son transmitidas de generación en generación, asustando a los más jóvenes y llenando de curiosidad a los más intrépidos. Por supuesto, una casa antigua y deshabitada es el centro de atención en toda historia de terror en un pueblo pequeño, todos sus habitantes saben su ubicación, todos quieren conocerla, pero, nadie, absolutamente nadie en sus cincos sentidos viviría en ella, a excepción de mis padres.

Los enormes muros se alzan a mi vista, respiro profundo, resignada a ser la chica nueva y rara de la casa embrujada, en un pequeño pueblo donde nunca pasa nada interesante, otra vez, al igual que en los últimos años. Aún no logro comprender esa fascinación que tienen mis padres por las casas antiguas, sé que los dos son historiadores, eso lo comprendo, pero ¿Por qué no elegir una casa moderna y seguir estudiando la historia desde ahí?  ¿por qué arrastrarme consigo a una vida en solitario? En dos años, por suerte, entraré a la universidad y también, por suerte, me marcharé. A mi hermana menor, Mary, se le da muy bien esto, al igual que  mis padres ama la historia y ama  vivir en casas viejas como estas, tiene trece años y salta de emoción al entrar a la nueva casa, mira sorprendida todo, como si fuese algo nuevo para ella, en realidad, es que todas las casas viejas se parecen, todas parecen ocultar misterios, en todas el piso de madera cruje, tienen ese estilo imponente que da la impresión que en años pasados fue habitada por personas adineradas, y sobre todo, están siempre llenas de polvo y telarañas. Sé que Mary imagina historias de lo que pudo haber sucedido en las casas en las que hemos vivido, tiene una larga colección de relatos de cada una de ellas, ya me la puedo imaginar escribiendo sobre esta en alguno de los pasillos, que según sea su humor, serán historias paranormales o mágicas, porque Mary suele encontrar atractivo lugares así, ve magia en todas las partes en donde yo solo logro ver ruinas.

—¡Pero que belleza! — Grita Mary observando desde una de las ventanas del segundo piso —¡Mira Evy! ¡desde aquí se puede ver el mar! — su tono de voz denota una emoción que sin duda yo no comparto, hago caso omiso a sus palabras y sigo caminando, entrando a cada una de las habitaciones mientras trato de elegir con cual quedarme —¡Eres una amargada! — grita Mary nuevamente al sentirse ignorada, escucho una de las frases típicas de mi padre <<ya luego se le pasará>> porque él es así, siempre antepone a todos mis estados de ánimos esa frase, <<luego se le pasará>> y siempre espero a ese luego, pero, nunca llega.

Elijo una de las habitaciones ubicada casi al fondo del pasillo, es grande y las ventanas dan a un pequeño jardín en ruinas, la verdad es que me alegra que desde aquí no se pueda ver la playa, nunca me ha gustado, espero tener todo listo, o al menos la mayoría de las cosas en orden antes de que caiga la noche, hacer esto tan seguido hace que sea menos difícil el hecho de decidir por dónde empezar, lo primero, es quitar el polvo de todas las cosas, luego poner la cama, y lo demás ya se puede hacer con mucha más calma.

Me deshago de las viejas cortinas con estampado de flores, el tiempo pasa rápido, mientras organizo mi armario cae la noche y solo bajo cuando es hora de cenar, mi padre ha organizado gran parte de la cocina, la verdad lo ha hecho demasiado rápido. Durante la cena los tres hablan de la nueva casa y las próximas investigaciones que llevarán a cabo, observo el rostro pecoso de mi hermana y esos ojos verdes llenos de emoción.

—Por cierto, el lunes empiezan clases— añade mi padre clavando su mirada en mí.

—¿No puedo tomar clases en casa? — pregunto —de todas formas, no tiene sentido que vaya a la escuela si en menos de nada estaremos mudándonos.

—No creo, está investigación de verdad es importante, ¿sabes la cantidad de historia que hay en este pueblo?, su cultura… — mi madre habla con la boca llena de comida — su cultura es fascinante— agrega pasando el bocado con un poco de jugo.

<<Lo mismo de siempre>> pienso

—Evy, que amargada eres— dice Mary con una sonrisa traviesa en su rostro— solo estas así porque tuviste que alejarte de tu novio— al terminar su frase todos me miran y Mary sonríe aún más.

—¡Carlos no era mi novio! — digo, siento como mi rostro arde por la vergüenza.

—¡Pero te gustaba! — Mary sonríe victoriosa porque ha logrado hacerme enojar, sabe que odio mudarme, sabe que odio las casas viejas y sabe que Carlos me gustaba y no quería alejarme, me retiro furiosa de la mesa y aunque mi madre me dice que no me retire, mi padre la contradice diciendo <<déjala, ya luego se le pasará>> y eso hace que me enoje aún más.

Entrando a mi habitación ahogo un pequeño grito de impotencia y me tumbo sobre la cama, cuanto desearía que todo fuera diferente, tomo mi celular y reviso mis redes sociales, aunque de social tengan muy poco, varios conocidos agregados pero con ninguno texteo, en realidad solo son útiles para estar al pendiente de las noticias y ver las grandiosas vidas que tienen los adolescentes normales, me gustaría haber encontrado un mensaje de Carlos, prometió que me escribiría, la desilusión que me inunda apaga un poco la impotencia que crecía en mi pecho.

Conecto mis auriculares y pongo una canción de Aerosmith, así poco a poco mis pensamientos van cediendo ante el sueño. No sé cuánto tiempo ha pasado pero mis parpados se sienten pesados, siento frío, forzadamente me muevo sobre las sabanas intentando encontrar abrigo, escucho el goteo de la lluvia caer sobre el cristal de la ventana, a lo lejos se escuchan truenos, siento la puerta abrirse de golpe y abro los ojos sobresaltada.



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En el texto hay: vampiros, fantasmas, romance

Editado: 08.08.2021

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