Un año después...
Estaba recostada en un sofá con los ojos cerrados. No tenía ganas de ver lo que se aproximaba, no sabía qué tipo de preguntas me harían, qué iba a saber yo de todo esto.
Lo único que quería era proteger a la única familia que tenia.
¿Tuve que mentir? Pues lo hice. ¿Tuve que fingir cargar todo el peso sobre mis hombros? No me negué.
No me atreví a ver lo que me rodeaba,
no me interesaba en lo absoluto.
Escuché el sonido de la puerta abrirse y pasos de tacones resonando en el piso de madera. Abrí los ojos y me encontré con una vieja amiga que me sonrió con tristeza.
— ¿Te tengo que preguntar si te encuentras bien? — dijo acomodando sus lentes.
Suspiré y negué con la cabeza.
Esto iba a ser muy difícil de superar pero sabía que podía avanzar. Pude hacerlo una vez y sé que lo haré otra vez .
—Comencemos desde el principio.
Editado: 31.10.2020