Libro 2: El despertar del demonio

Cuatro años han pasado desde de la presentación teatral en instalación Mutan. Ahora es el año de enero del 1934. No se han suscitado grandes cambios en la instalación, por un lado los niños ahora han crecido y han entrado a la etapa donde el cuerpo crece y se adolece de nada, la pubertad, el secreto interior. Por otro lado, las pruebas han continuado, los ejercicios, calistenia, todo siguen a su ritmo, se construyó una nueva bobina de tesla y el personal: los niños, eran niños ahora son adolescentes y los asistentes que ya son más grandes se han adecuado a mutan.

Tanto el personal administrativo, el Capitán Ludom, los Tenientes, Yebel y Gabin, el Subteniente Mackob y las dos Sargentos Freval-1 y Fravel-2 no han cambiado en nada.

Otros como el Medico-1, Cruzit, el Padre Mouirete  (que aún sigue visionando Mutan), no han cambiado.

La Instalación en si no ha presentado grandes cambios estructurales ni el propio Wiston.

Es la hora de continuar con la gran continuación de Mutan 2:

***

Un grupo de exploradores Rusos se perdieron en las montañas y que por alguna suerte lograron encontrar y entrar al pueblo de Wiston. Eran cuatro personas, 2 eran fotógrafos, un escalador de montañas y otro era músico.

Padre Mouirete: pueden bajar siguiendo el camino a desnivel de la colina, encontraran un rio, eso indicara que el camino es el correcto, continúen bajando y saldrán de esta zona de montañas.

Llegaron a presentarse los cuatro exploradores perdidos con el padre de Wiston.

Escalador de Montañas: ya encontramos una zona de escape segura.

Un Fotógrafo: pero ya es tarde para bajar por toda la montaña.

Padre Mouirete: en Wiston existe Hoteles, pueden dormir hoy e irse al amanecer.

Otro Fotógrafo: (vio a lo alto de la colina que estaba a lo alto de Wiston e identifico a números edificios que salían por la nubes negras) antes de eso deberíamos de subir a ese lugar y tomar fotografías.

Padre Mouirete: no pueden es una zona militar, si intentan algo sospechoso, pueden terminar mal con ellos.

Escalador de Montañas: no se preocupe, mantendremos la distancia.

No fue así. Los exploradores perdidos siguieron hacia arriba de la colina impulsados con la curiosidad (Jhoe de Mare), ignorando las advertencias del padre, sin saber que entrarían a la Instalación Mutan.

El guardia de la puerta los recibió aclarando que ellos no podían pasar, pero terminaron entrando a la fuerza,  y como resultado:

En la Oficina del Capitán Ludom:

El Portero: atrape a estos cuatro exploradores, querían tomar fotografías de mutan.

Capitán Ludom: … …

El portero imaginaba una posible respuesta cruel del Capitán, en cambio recibió un:

Capitán Ludom: fue un mal entendido, son exploradores y fotógrafos, ¡claro, pueden ver nuestra instalación sin problemas!  toquen, preguntes o tomen cuantas fotografías puedan en sus royos, les daré al Subteniente Mackob, él será su guía por toda la instalación.

El portero sonrió sabía lo que quería el Capitán.

Los cuatro exploradores se extrañaron por la cordial invitación y sin dudarlo se aceptaron la indicación.

Poco después de salir de la oficina él Subteniente Mackob se unió con ellos.

***

Subteniente Mackob: ¿Qué extraña respuesta esa del capitán?

Un fotógrafo: lo sé, el capitán en una agradable persona.

Otro fotógrafo: ¿que este lugar?

Subteniente Mackob: (decía mientras caminaban por la explanada) bienvenidos sean a instalación Mutan. Es una Instalación de Intrans, nuestra misión es estudiar el desarrollo físico, psicológico y tanto de “habilidades” que puedan tener los niños Badiecos, ahora ya no son niños… mmm… hay que hablarles como Adolecentes Badiecos.

Escalador de Montañas: ¿Qué son estos Badiecos?

Subteniente Mackob: veras, son seres humanos que en algún momento de su vida se le administró la Formula de Transmigración, la Tipo A, es un complemento celular que otorga al individuo la habilidad de sanar heridas, aumentar su fuerza y sobre todo la habilidad de la Teletransportación voluntaria. Imagínenlo aparecen de un lugar a otro sin problemas, sin usar transporte, solo con tu  propio cuerpo.

Escalador de Montañas: nunca había escuchado de ellos, deben de estar resguardados con gran cuidado, me imagino, mi estimado.

Subteniente Mackob: no de todo es verdad, mira (extendió la mano apuntando a la explanada) camina por esta Instalación y los podrás encontrar. (Líbero de su saco su reloj de bolsillo) las 10:14 a.m. a esta hora ya abran salido del laboratorio, hoy era prueba de resistencia a contusión por presión y rotación interna de extremidades y elongación ligamentaria.

Los cuatro exploradores pensaron en lo dicho por el Subteniente.

En ese momento vieron pasar por el centro de la explanada a una mujer-Adolecente alta y esbelta, pelo largo, vestido de blanco, y hablaba con un probable acento Español.

Subteniente Mackob: miren, miren, ahí hay uno.

Los exploradores se acercaron hacia esta mujer, de alguna forma algo curiosa o mórbida, cosa que fue algo soso u osado para la mujer, y que por cierto, era:

Timemar: ¿Qué?

El Fotógrafo: ¿de qué?

Timemar: ¿Por qué me siguen? ¡Ustedes! nunca los había visto.

Escalador de Montañas: ¿puedes curar tus heridas?

Timemar: yo puedo…