Por fin era el tan ansiado viernes y faltaban apenas unos cuantos minutos para el descanso. Cira y yo estábamos viendo a cada segundo que pasaba el reloj sobre la pizarra del laboratorio de química, el día de hoy ambos salimos de casa sin comer nada ya que ―muy extraño de nuestra parte― nos quedamos dormidos y eso es debido a que pasamos la noche jugando el prólogo del juego, el cual cabe decir es larguísimo. Solo Cira alcanzó al capítulo uno pero se quedó dormida apenas empezar.
― Faltan dos minutos…― Murmuró por lo bajo la chica a mi lado.
― Tengo hambre…― El profesor me silenció al escuchar cómo me quejaba. Es normal mande a callarme ya que todos lo demás están haciendo un examen.
Decidí distraerme un poco mirando a mis compañeros, todos estaban que dejaban sus neuronas en la prueba de química, aunque hay que comprenderlos, nadie habrá estudiado ya que nos calló de sorpresa. Para mí no hubo problema alguno ya que las ciencias se me dan muy bien, igual que a Cira. Nosotros estábamos como si nada desde que empezamos y lo entregamos hace más de treinta minutos. No quiero presumir pero, nosotros somos el primer y segundo puesto de nuestro grado en todas las ciencias, claro, yo siempre en segundo… no sé cómo es que hace la chica a mi lado para estar siempre primera cuando la mayoría del tiempo de la pasa leyendo cosas que ni al caso van.
Sin poderlo evitar, reí al ver el rostro de desesperación de Nerea, se le dan pésimas las ciencias, en especial biología pero química tampoco se quedaba atrás, y su compañero de asiento tampoco estaba en las mejores condiciones. Ella cuando notó que la estaba observando pidió con un gesto ayuda, justo cuando iba a responder de alguna forma el timbre sonó anunciando que ya era el momento del receso y por lo tanto, de entregar, encogí mis hombros y ella dejó caer su cabeza sobre la mesa en señal de rendición. El profesor pasó de mesa en mesa recogiendo las pruebas, como mi compañera de asiento y yo ya habíamos acabado y entregado fuimos los primeros en salir bajo la atenta mirada de todos.
― ¿Cuál es el especial de hoy?― Preguntó mi prima, la giré a ver mientras caminábamos a paso apresurado a la cafetería, el laboratorio de química queda especialmente lejos de nuestro destino.
― Creo que pasta y ensalada de atún…― Ella hizo una cara de asco tras mencionar lo último.
― Paso de la ensalada… odio el atún.
― O cualquier pescado.
― Tú si me entiendes.― Sonrió enrarecida.
― Siempre lo has dejado muy claro.― Me encogí de hombros mientras sonreía.
Cuando llegamos a la cafetería nos encontramos con Tonny y Alexxander sentados en una de las mesas del centro, ya tenían con ellos tres bandejas con comida y gaseosas, en una de ellas solo había pasta y un postre. Nos acercamos a ellos y Cira se sentó junto a Alexxander.
― Fuiste tú ¿no Xander? ― El mencionado asintió― Debías serlo, Ant es muy tacaño para eso. Gracias.
― No hay de qué. Además, si no lo hacía iban a quedarse sin comer. Por alguna razón todos en el primer descanso parecían langostas arrasando con todo.― Levantó su rostro para verme― Lo siento Casey, sé que no te gusta el refresco de naranja pero el grupo de Jonathan y Carter se llevaron los últimos de uva o cualquier tipo.― Asentí desilusionado. Cira rió al escuchar el muy notable tono de rabia al mencionar el nombre de Carter.
― Sí, sí. Mucha charla, vámonos Alexx, tengo examen de matemáticas.― Se notaba por su tono estaba nervioso. Cuando Tonny y yo intercambiamos miradas aprecié como su rostro se pintaba de rojo al igual que sus orejas, no supe decir por qué pero yo también me avergoncé un poco por su reacción tan obvia.
Nos despedimos de los chicos y empezamos a comer, a los pocos minutos se acercó Nerea y se sentó junto a mí.
― Estoy frita, el profesor puso cara de estreñimiento crónico cuando ojeó mi prueba. Odio química, si sigo así voy a reprobar el año.― Se dejó caer de golpe sobre la mesa, casi se embarra la cara con la pasta pero Cira fue más rápida y alejó un poco su bandeja.
― Sí quieres puedo enseñarte un poco.― Le sugerí ya que no quisiera que vuelva a repetir de año. Nuestra escuela es muy exigente y tienen sus estándares muy altos, se te queda una materia: repites año.
― No, estás ocupado con el recital de violín que es antes de tu cumpleaños y tienes que hacerlo sin ninguna falla, no quiero que por mi culpa te equivoques, no me lo perdonaría. Podré apañármelas sola.
― O yo podía enseñar…― Empezó Cira.
― No.― Nerea le interrumpió cortante. Por alguna razón Nerea no se la lleva muy bien con mi familiar. El silencio en la mesa empezó a ser incómodo así que decidí hablar.
― ¿Creen que si voy donde la mujer de la cantina pueda cambiarme el refresco de naranja por alguna otra cosa? Odio estos refrescos y no pierdo nada con ver si le queda algo.
― ¿Crees acaso que sobren refrescos?― Insinuó Cira señalando la larga fila para conseguir comida.
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Editado: 17.03.2019