Capítulo 19
Desaparecida
1234, Valta
Dinasty
Kayla siempre había sido una gran amante de la lectura, había crecido leyendo libros de aventuras en los que los protagonistas se sumergían en un viaje para lograr su cometido. Si bien le gustaban mucho esos libros, había algo que no te contaban, que huir no era nada fácil. No habían pasado ni 24 horas desde que había comenzado su búsqueda y ya sentía como se desmoronaba todo. Había salido tan rápido de palacio que no había pensado en todos los cabos sueltos que dejaba, había salido con ropa solo para una semana, y en ningún momento había pasado por su cabeza coger algo de comida para el camino. Así que la rubia, llevaba casi un día sin comer, perdida -porque no tenía ni idea de por dónde ir- y su humor empezaba a amenazar con volverse insoportable.
-Esto es una mierda- murmuro Kayla, mientras se escondía para que unos guardias de palacio no la viesen- Una jodida mierda.
No sabía si en el palacio se habían dado cuenta ya de su inesperada fuga, pero aun así evitaba completamente a cualquier guardia o guerrero que pudiese reconocerla y llevarla de vuelta a palacio. La joven era plenamente consciente de la que le caería si alguien llegaba a enterarse de la locura que estaba cometiendo, y si encima se lo decían a su madre, lo más probable es que ella fuese a buscarla para traerla de las orejas.
-¡Madre mía!-se lamentó consiente de lo que había hecho- ¡Mi madre me mata!
Solo esperaba que nadie se hubiese dado cuenta de su falta, y que no cundiese el pánico en palacio y decidiesen detenerla, o peor, que llamasen a su madre.
Definitivamente había cundido el pánico- pensó Harley.
Esa mañana había ido dispuesta a hablar con Kayla a su habitación, la tarde anterior la había visto apagada y quería saber si ya estaba mejor, y si había seguido su consejo. Cuando había llamado a su puerta y nadie había respondido alarmas habían empezado a sonar en su cabeza. No sabía que era lo que preocupaba a Kayla, pero empezaba a pensar que había seguido su consejo y había hecho lo que su corazón la decía, y cruzaba los dedos para que no fuese lo que ella pensaba.
-¡Oh joder!- maldijo cuando vio la habitación de la ignis vacía y sin la mochila de esta- La he cagado.
Rebusco en sus cosas para comprobar si su teoría era correcta, y la falta de una pequeña cantidad de su ropa se lo confirmo. La ignis se había ido.
-¡Mierda!- se llevó las manos a la cabeza frustrada- La he cagado.
Cuando le dijese a sus padres y la directora lo que había pasado, iban a castigarla sin volver a ver la luz del sol hasta que cumpliese al menos los cuarenta; y cuando su hermano lo supiera...
¡Oh mierda!- pensó horrorizada-¡Oliver!
-¡Mi hermano me mata!
Nate paseaba tranquilamente por los jardines del palacio cuando vio a su querida novia corriendo hacia el con cara de haber visto un fantasma.
-Nate- se lanzó a abrazarlo- La he liado.
La apartó suavemente de él para verla mejor.
-¿Que?
-Me van a matar- continuo ella.- Mi hermano me va a odiar.
Nate empezó a preocuparse de que podía haber pasado. No había visto nunca antes a su querida novia tan rara y preocupada nunca. La sacudió levemente para que saliese de su ensimismamiento y le explicase que le preocupaba.
-¿Qué pasa?
-Kayla se ha ido-las alarmas empezaron a sonar en su cabeza- Oliver me va a matar.
Tampoco iba mal encaminada, lo más probable es que Oliver se enfadará al enterarse de lo que había pasado y la liase. Aunque su mejor amigo pareciese muy tranquilo, cuando se alteraba lo hacía a lo grande y al enterarse de que la chica de la que estaba interesado se había fugado iba a hacer que explotase.
-No sé cómo decírselo. Tengo miedo.
Sus ojos brillaban preocupados y Nate enternecido la dio un dulce beso.
-Tranquila- agarro su mano y se la llevó al corazón- Yo estoy contigo.
Harley tenía la impresión de que como Oliver siguiese apretando la mandíbula iba a rompersela. Nate y ella acababan de contarles a su hermano, a su padre y a la directora lo que había pasado. Y a Oliver le había empezado a palpitarle tanto una vena de la frente que amenazaba con explotar.
-¡¿Como que se ha ido?!- cuestiono la directora.
-Faltan cosas en su habitación y no aparece por ningún lado- aclaro la princesa.
Oliver se estaba enfadando tanto que sin darse cuenta había empezado a invocar fuertes vientos que revolvían la habitación agitando sus ropas y elevando sus cabellos. Su padre al darse cuenta de ello poso su mano sobre su hombro y apretó delicadamente.
-Contrólate-murmuró entre dientes.
-¡¿Como que me controle?!- exclamo indignado- ¡Kayla se ha ido sola por su culpa!
Harley lo sintió como si la hubiese pegado una bofetada. Si, vale que la había cagado dándole ese consejo, pero como podía saber ella lo que pensaba hacer la rubia.
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Editado: 03.08.2023