Invierno en cenizas

Capitulo 10 | Noticias

Estoy pensando seriamente en poner una hora en específico para vernos ya que las pocas veces que nos hemos visto uno de nosotros debe de esperar un gran rato para que venga el otro, si es que llega a venir. Puede que sea como en la tarde ya que normalmente en las mañanas tengo clases, excepto en días como estos que es porque o el maestro se enfermó o tenía algo que hacer y por eso no viene a casa, pero es muy rara la vez y siempre avisa con anticipación, aparte de que a veces cuando dice que va a faltar por equis razón termina viniendo, es demasiado persistente.

Espere como una media hora sentado junto al árbol y aun que diría que fue mucho tiempo la verdad ni lo sentí porque me quede dormido. De hecho, me podrían haber robado y yo ni en cuenta, me estiro un poco y bostezo al mismo tiempo que miro para todos lados para ver si Arne está cerca, como era de esperarse solo las hormigas y uno que otro animal pasando me hacen compañía. La verdad es que tenía la pequeña esperanza de que estuviera aquí cuando despertara, pero ya que supongo que tiene cosas mejores que hacer o tal vez simplemente no vino porque no nos pusimos de acuerdo para la hora, no se hay demasiadas posibilidades para que haya faltado aunque dudo que tuviera otra cosa mejor que hacer no digo que no haga nada en todo el día creo que todos tenemos algo que hacer, solo que dudo que no haya querido venir debido a que la cara que tenía ayer mostraba como le gustaba que le leyera el libro y no lo culpo ahora puedo saber cómo se sentía Gretchen cuando me leía los libros cuando apenas estaba empezando a leer y se la emoción que se tiene cuando te están leyendo y tienes la pequeña necesidad de saber que va a pasar. 

Solo suspiro un poco la verdad es que tengo flojera de volver a mi casa y un poco de ir a la panadería, es caminar y caminar y estar en el tranvía y la gente y todas esas cosas, prefiero recostarme en el pasto un rato antes de regresar no lo sé, tal vez llegue Arne en este ratito. Hago a un lado las hojas que están en el pasto y me acuesto mirando hacia el cielo, cuando veo el árbol me sorprendo a ver a Arne sentado en una rama viéndome ¿Desde cuándo está ahí?

 —Hey ¿Te vas a quedar ahí mirándome o vas a bajar? —pregunto y seguido el baja con su libro en la mano —¿Puedo preguntar desde cuando estás ahí?

Solo suelta una ligera sonrisa —Bueno no lo sé, puede que hace como una o dos horas ¿Por qué?

Mugre saukerl estaba aquí cuando vine y aun así no hizo ruido — Al parecer eres muy bueno escondiéndote.

Se ríe ante mi reacción y por el puchero que puse—No es cierto llegue mientras dormías, solo que parecía que tenías un buen sueño así que no quise despertarte y solo espere para que al fin abrieras los ojos — se acuesta junto a mí y los dos miramos el cielo que por cierto esta nublado, pero eso no quita que se vea bonito con los árboles y sus hojas naranjas.

—¿Sabes que se me antoja? — pregunto al no saber que decir y no hacer incomodo el momento.

—¿Qué se te antoja?

—Un bretzeln ¿No quieres acompañarme por uno? Y así mientras te leo comemos un rico bretzeln, no lo sé es una buena propuesta ¿No lo crees? — el solo hace como que lo piensa y al final asiente solo que ninguno se levanta.

—Me da flojera caminar, el suelo está muy cómodo — se queja y la verdad es que a mí también me da flojera caminar y regresar debido a que está un poco lejos

—A la de tres nos levantamos los dos al mismo tiempo ¿Va?

—Okay una, dos, dos y media y tres — ninguno se levantó, solo nos volteamos a ver y nos empezamos a reír debido a que los dos teníamos flojera.

Me levanto de una y le extiendo mi brazo para que se sujete y pueda levantarse, me mira con cara de no quiero hacer nada, pero al final se sujeta y se levanta.

—¿Tanto quieres ese bretzeln? —pregunta con desgano mientras se sacude

—Si, pero si no quieres ir no hay problema, después de ir a la panadería regresare a mi casa así que no tienes por qué esperarme, que tengas un lindo día — hago como que me despido y el solo suelta un gran suspiro.

—Está bien, pero tienes que seguir con la historia porque te espere ya mucho tiempo mientras dormías — dice mientras me alcanza.

 

(…)

Al parecer la panadería no estaba tan llena como hace rato, supongo porque ya paso la hora donde todos se van a sus trabajos y están tan apurados en llegar porque seguro no es la primera vez que llegan tarde o porque le bajan a su sueldo o esas cosas. Entramos y en cuanto abrimos la puerta suena la campanita y el que está en caja voltea a vernos con una sonrisa.

—Buenos días ¿Qué se les ofrece? —nos dice amablemente mientras acomoda unos panques recién hechos en el mostrador.

—Cinco bretzelns por favor—digo mientras voy sacando el poco dinero que me encontré en el sillón hoy en la mañana.

—Serian dos reichsmark — pone el pan en una bolsa y le doy el dinero — Gracias por su compra, que tengan linda tarde.

Al salir de la panadería suena la campanita y solo siento la mirada del que nos atendió, creo que es inevitable ver como los clientes se van, ya que eran los únicos en ese momento.

—Es incómodo— dice Arne en seguida que salimos de la tienda.

—¿Qué cosa? —pregunto, aunque me imagino a que se refiere.




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