Al siguiente día, fui a la tienda como de costumbre y pasó algo demasiado extraño que no esperaba en absoluto: Stacy apareció en la tienda con gafas de sol, tapabocas y sombrero. Pensaba que me iban a robar o que sería una famosa de la ciudad de visita. Cuando vino a pagar, se quitó las gafas de sol y pude reconocer a la chica extraña, era Stacy. Me alegré demasiado de verla, le pregunté por qué estaba aquí si se suponía que debía estar estudiando, y me dijo que traía buenas noticias: quería trabajar conmigo. Había recibido un libro que le envié cuando éramos adolescentes. Entonces, no sabía cómo reaccionar y me di cuenta de que Stacy siempre me ha querido como amiga y quiere que cumpla mis sueños. Le pedí que me llevara a esa editorial, y me sorprendí aún más. Cuando llegamos, reconocieron a Stacy de inmediato y nos llevaron con la que iba a publicar el libro, una chica llamada Kristell, muy amable. Nos explicó las cosas sobre las ventas, el precio del libro y que la editorial se encargaría de promocionarlo, ya que le gustó mucho al gerente. Cuando nos dijeron que vendría al despacho el gerente, no esperaba encontrarme con ese chico de ayer. Era el mismo chico y ambos nos quedamos boquiabiertos. Nos preguntaron si nos conocíamos y él respondió que yo le había dado la ropa que llevaba puesta y que era la dueña de la tienda que le recomendó. Stacy y yo estábamos tan sorprendidas como él. Para romper el hielo, el chico, cuyo nombre no sabía, me lo dijo: Aiden Lee, mitad coreano y mitad australiano. Resultó que la editorial era de sus padres, y él la dirigía en Australia, mientras que sus padres lo hacían en Corea del Sur. No podía creerlo cuando me dijo que teníamos la misma edad y habíamos estudiado lo mismo. Después de todo eso, estaban editando el libro con la portada, la sinopsis, los personajes, etc.
Conforme pasaban los días, no se vendía mucho el libro, pero Aiden me recomendó crear redes sociales y utilizar la estrategia de marketing de influencer. Me pareció interesante y aproveché para recomendar libros y hablar sobre el mío. Poco a poco, la gente empezó a interesarse más y, al subir un video a todas las redes sociales, este explotó en visualizaciones, likes y comentarios. A la gente le gustaba cómo hablaba en el video y cómo mostraba el libro, ya que hablaba como una "profesional" y les expliqué que estudié literatura en la universidad, por lo que estoy especializada en el tema de libros y que me esforcé mucho para llegar a donde estoy. Mi vida cambió de un momento para otro. Aquella chica invisible que no podía defenderse ahora tiene miles de fans en todo el mundo. Es algo mágico. Después de ese día maravilloso y ver cómo mi libro crecía poco a poco, me fui a dormir más feliz que nunca.