Invisible

8 Lucas

Estupendo. A partir de hoy; Odio los viernes.

Te despiertas genial, crees que vas a tener un día cojonudo, pero… ¿Sabes qué? Te equivocas completamente. El día será un completo desastre. Te lo aseguro. Si algo puede parecerte que va a salir genial, lo más probable es que salga genialmente mal.

― Por enésima vez, Eris, no soy Lucas, no estoy muerto y no me he metido en el cuerpo de nadie.

La voz cansada de Dylan ―y le seguía llamando Dylan porque no sabía cómo más llamarle― había repetido las mismas palabras una y otra vez en la última hora. Había intentado explicárselo, pero no quería escucharme. Le había dado muchas vueltas a lo que Emma había dicho. Por lo que había entendido, Emma y Lucas eran pareja, y Lucas era el mejor amigo de Dylan. Emma y Dylan eran muy amigos también, pero solo habían sido eso, amigos. A simple vista podría parecer un triángulo amoroso en toda regla, sin embargo había entendido al instante que Emma estaba todavía plenamente enamorada de Lucas, y consideraba a Dylan como a un hermano. Así que el asunto no era mucho más interesante.

Por otro lado, había asegurado que, dado que conocía a Dylan más que a cualquier otra persona, cuando Lucas murió se percató de que no era exactamente él. Se había vuelto indiferente con ella. Por lo que a mí respecta, ese punto era el que menos encajaba en todo el asunto. Aunque como todo era una locura, quién sabe cómo pueden reaccionar los sentidos y sentimientos de las personas cuando juegas con lo que no debes. No sé si fue consciente o no, pero Emma me había dado una buena pista al decirme que Dylan la llamó Campanilla ―que supuse que sería el apodo cariñoso que utilizaba con ella―. Emma había descubierto, sin saberlo, que durante esa semana no había estado hablando con Dylan. Que Dylan no había estado en su propio cuerpo. Aunque era complicado de entender ―y como mi compañero invisible no me dejaba hablar era todavía más complicado― resultaba extrañamente lógico.

― ¡Por indefinible vez, escúchame! ―repliqué.

― ¿Indefinible? No creo que eso sea correcto ―argumentó. Intenté dirigirle una mirada de odio mientras me abrigaba más con la sudadera que llevaba puesta.

― Lo que no es correcto es que pases de mí. ¿Puedes mantenerte callado unos pocos minutos para que pueda explicarte mi teoría? ¿O prefieres seguir pensando lo que a ti te da la gana sobre la conclusión a la que he llegado?

Dylan dejó escapar un sonoro suspiro que logró sacarme de mis casillas. Se sentó a mi lado y se apoyó con mucho estruendo sobre la puerta de madera que teníamos detrás. Como habíamos viajado en tren, no podíamos ir a mi coche para hablar, tampoco a ninguna cafetería o cualquier sitio público. A no ser que me apeteciese fingir estar hablando por teléfono durante horas, claro. Así que nos habíamos apartado de la civilización hacia un callejón desierto y no muy higiénico. Pero al menos no hacía tanto frío.

― Puede que haya pensado por un momento que eras Lucas. ―Al notar la respiración de Dylan dispuesto a decir algo, alcé la mano para intentar taparle la boca… Por supuesto, no atiné.

― ¡Mierda, Eris! ¡Casi me sacas un ojo! ―gritó.

― Lo siento, pero querías replicar.

― ¿Y cómo narices sabes que iba a decir algo? ―Yo sonreí y me encogí de hombros―. Oh, perdona, olvidaba que eras un bicho raro… ―murmuró. Y le propiné un buen codazo.

― A ver. Como he dicho, por un momento lo pensé. Pero llegué rápidamente a la conclusión de que eso no era posible.

― ¿Por qué? ―preguntó seco.

― Pues porque Emma dijo que cuando Lucas murió, Dylan cambió. Pero si hubiese ocurrido lo más lógico… bueno, lógico dentro de esta locura, entonces Dylan habría actuado como Lucas y ahora ella estaría locamente enamorada de Dylan.

― Quieres decir que Lucas habría intentado quedarse con su chica mediante el cuerpo de Dylan. ¿En tal caso, Dylan habría salido de su cuerpo mientras Lucas estaba en el suyo? Esto es muy confuso, Eris…

― A ver, he dicho que lo más lógico, entre comillas, sería eso. Pero Dylan no intentó nada con Emma, es más, ni siquiera se comportó como él mismo.

― Tal vez Lucas se olvidó de todo cuando sustituyó a Dylan. Tal vez al meterte en un cuerpo que no es el tuyo tus recuerdos desaparecen...

― Creía que decías que no eres Lucas. ¿Ahora defiendes esa idea? ―pregunté enarcando una ceja. Dylan profirió un ruido ahogado, como si lo hubiese pillado haciendo algo que no debía.



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En el texto hay: misterio, prohibido

Editado: 20.02.2018

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