Oh jazmín, tu serenidad en azul

De mi jardín de flores, aunque la más exótica no eres dulce jazmín, un camino a mi corazón lograste encontrar. Con solo una mirada me cautivaste, ¡ah, me llena un sentimiento familiar!, dulce con cálidos tonos, ¿es esto amor? Su azul fragancia me embriaga y escucho como una suave melodía me llama. Mi curiosa alma conocerte quiere, cuando sonríes me sobresalto y encuentro a mi corazón latiendo con prisa, no me doy cuenta pero ya el aire me falta.

Tus pétalos blancos suaves cual algodón, acarician con serenidad el alma, a tu rostro los dioses esculpieron con esmero un perfil que miradas robaría. Cuándo miro tus ojos siento como si flotara en el aire y por la noche cuando mire hacia el firmamento, donde las más brillantes estrellas se congregan iluminando galaxias. Amor mío, pensaré en ti cada vez que me deslumbren en su luz y me enamoraré de ti otra vez, el lápiz va traspasando el papel mientras voy vertiendo todo lo que dentro llevo conmigo.

Como hoja al viento van volando mis palabras, las que espero puedan llegar a ti, desde mi pecho mi voz habla sincera, oh sutil jazmín. Y hay tanto que aún no he dicho, así que ven, acércate que te lo susurraré al oído, no temas yo lastimarte jamás podría. Mientras que este sentir va volviéndose más ferbil, vas entrando poco por puertas de mi alma que cerradas suelen estar, seguro que ya mis palabras ni pies ni cabeza han de tener.

Ahora que sentimientos comenzarán a aflorar en tu corazón, pequeño gorrioncillo si sientes lo mismo que yo siento ¿me dejarías ser correspondida? Aunque haya una extensión de mar azul que nos separe, me unirá a ti y te unirá a mí un mismo sentir que perdurará hasta dónde el corazón decida. ¡Ah, mi dulce jazmín! Si tan sencillo fuera mis sentimientos decirte pero cualquier intento de claros dejarlos se desvanecen como nubes en el cielo, no lo llegas a comprender y entonces sé que me pedirás explicar, lo que de seguro me va a derrumbar.