Jennifer la androide

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Jennifer One, una androide única e irremplazable, hecha a prueba de agua, se encontraba completamente mojada mientras veía a ése alegré bebé de dos años, jugando en la tina con agua.

-¿Por qué siempre haces éso, pequeño Brad?
Yo sólo te quiero bañar bien, nada más.- dijo la androide, secando su rostro con una toalla.

Ya había sido un año desde que ése bebé llegó a su vida y gracias a la ayuda de su creadora, se volvió la madre adoptiva oficial de ése niño a quien le pusieron de nombre Bradford Kelvin One, Brad para abreviar.

No la tenía fácil ya que entre más días pasaban, más despierto se volvía ése niño humano.

Quizás su creadora tenía razón y cuidar un humano era algo sumamente complicado e inútil para una androide como ella.

-¡Mamá!

Y la androide quedó con la mirada pérdida en ése pequeño travieso que había pronunciado su primer palabra con una gran sonrisa mientras lo veía a ella.

Poniéndose de cuclillas, miró más de cerca a su hijo.

-¿Qué fue lo que dijiste, pequeño Brad?
¿Puedes volver a repetirlo?- preguntó de manera suave y sin mostrar expresión.

Sabía lo que dijo y quedó grabando, pudiendo reproducir ése sonido una y mil veces, pero lo quería oír de él.

¿Por qué lo quería oír?
Era algo que no sabía pero su sistema le exigía éso como sí fuese una actualización urgente.

-¡Ah!

De manera alegré, el niño golpeó el agua con las palmas de su mano, mojando nuevamente el rostro de su tutora que ni parpadeo, sólo esperaba a que él vuelva a hablar.

Era un androide y no tenía emoción alguna, pero necesitaba aprender más sobre los humanos, así que quería oír a Brad hablar una vez más.

Su voz era un sonido que necesitaba analizar a fondo para no confundirla.
.

.
Era de noche y Jennifer se encontraba reposando sobre su cama, recargando sus energías.

-Mamá, mami, má.

Un susurro llamándola se oyó en la habitación y abrió sus ojos, volteó levemente su rostro y a lado de su cama, en la oscuridad, vio gracias a su visión nocturna, a su hijo humano que tenía los ojos llorosos.

-¿Qué pasa, Brad? ¿Por qué tu corazón está acelerado, tu respiración cortada y tienes ganas de llorar?- preguntó la androide.

-Tuve una pesadilla, ¿puedo dormir contigo por está noche?- preguntó el niño algo apenado.

La androide lo miró, analizando éso.

Según su fuente de datos, una pesadilla sólo era algo producido por la imaginación humana mientras esté duerme, haciendo que se imaginé algo malo, pero sólo éso.

Haciéndose a un lado, palpo su cama.

-Sólo por está noche, mi niño es fuerte y valiente, así que no debe llorar por algo falso.- exclamó la androide.

El niño se subió a la cama de su madre adoptiva y se acostó a su lado mientras ella lo tapaba y lo abrazaba con un brazo.

"Mamá, mami, má", los oyó tantas veces y tantas veces los analizó, pero lo quería seguir haciendo; quería analizar ése bello sonido una y otra vez, que jamás se aburriria de hacerlo.

-¿Qué soñaste?- preguntó la androide.

-Yo... soñé que me dejabas y ya no me querías.- respondió el niño con su voz débil.

La rubia analizó ésas palabras.

Ella no lo quería, no lo podía querer ya que es una androide y no tiene sentimientos.

-Mami nunca te va a dejar y sí alguien te quiere separar de mí, primero tiene que ser capaz de derrotarme.

No lo podía querer ya que no tenía sentimientos humanos, pero no lo dejaría, después de todo...

¿Por qué no lo quería dejar?

Una gran incógnita sin respuesta concreta surgió en la androide, sin sentimientos, sin emociones y sin expresiones.

 



#18343 en Otros

En el texto hay: humor, androide, sad

Editado: 06.01.2021

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