Jinetes del Apocalipsis

Lo que se avecina.

Camine hasta llegar a las rejas donde se veía una inmensa fila.
—¿Ya te vas? —
—¿Acaso no es obvio? —
—No se puede mantener una conversación normal contigo —
—Tu mismo lo has dicho ya me voy, estoy ocupada pedro, tu mejor que nadie sabe lo que es tener trabajo —
—Si que lo sé, bien no te quito el tiempo, espero verte pronto —
—Hasta luego y suerte con estos tipos — me retire.
—¿Desde cuándo me importa eso numero 457? —
—Disculpé mi pregunta — seguí caminando hasta quedar en la puerta de la casa — 
—Necesito que vayas a hablar con lucifer, dile que lo veré dentro de una semana — esta sin mas se fue, yo en cambio atravesé la puerta.
Me adentré a la casa de la humana, no es la gran cosa de mencionar, atravesé la sala y seguir caminando hasta las escaleras, subiendo estas empiezo a escuchar una conversación de los padres de ella.
—Ya te lo digo querida, creo que seria cambiarla de escuela — 
—¿No crees que es mucho? solo tendríamos que sacarla del club en el que está — me detuve a seguir escuchando la conversación, pero el padre solo se quedó callado.
—¿Noto nuestra presencia? — 
—no lo creo — me dirigí a la ultima puerta, una vez dentro me senté en la cama, se escuchaba la regadera. — ve a los calabozos de la avaricia y vigila que todo este bien — sentí que algo se desprendió de mí, mi sombra ya no estaba, escuché como se cerraban la regadera y abrían la puerta, vi como salía la humana enredada en una toalla, aclaré mi garganta para así hacer notar mi presencia, esta dio un grito ahogado y se dio la vuelta mirándome —
—Primeo que nada, ¿Qué haces aquí? y segundo daté vuelta — me di la vuelta 
—¿Qué te avergüenza humana? — mi voz era de burla — y respecto a la primera pregunta, simplemente se me dio por venir, no le tomes importancia — 
—Ya puedes mirar — la mire, la chica estaba roja de la vergüenza — ¿Qué paso con rosa?
—Esta muerta — me miro enojada — se fue al purgatorio —
—¿Purgatorio? — ¿nunca la llevaron a la iglesia o qué? Su aura demuestra que hizo todos los requisitos de la iglesia.
—¿Nunca prestabas atención a tus clases de iglesia o qué? —
—Digamos que no me enseñaron eso —
—Bien, presta atención — la mire — el Purgatorio es como el infierno, pero la diferencia es que esta no es eterna, el Purgatorio es un fuego para expiar todo pecado perdonado y no perdonado, tu periodo de tiempo cambia si tus familiares, amigos o lo que quieras hacen plegarias por ti a Dios — ella me miraba atenta — es eso.
— ¿Por qué no viniste durante semanas? —
—No es de tu incumbencia — me miro furiosa — ya te lo dije antes, no somos amigas, ni soy tu ángel guardián como para decirte que hago —
—Entonces porque envías a tus sombras a vigilarme — ¿Cómo supo eso? 
—¿Mis sombras? 
—Si, últimamente se han estado cayendo cosas sin razón, y hay mas de dos sombras, investigué, pero no salió sobre que utilizaras sombras o algo así — esta niña es inteligente — así que supuse que así es como te dabas cuenta de todo lo que sucede —
—Apenas las empecé a utilizar hace unos seis meces atrás — 
—¿Entonces responderás? — suspire.
— No puedo decirte — estuvo a punto de decirme algo, pero no la deje — ordenes de arriba —guardo silencio.
—Como es que — la interrumpí 
—Maldita sea — me dolió el cuello, una punzada, como si algo me hubiera golpeado — me tengo que ir hablamos luego, numero 125 — una sombra salió de la esquina de la habitación — no quiero que te alejes de ella — esta solo movió la cabeza, abrí un portal y me fui de ese lugar. 
() Estuve caminando por el sendero que llevaría a un calabozo en donde se encontraban algunos demonios encargados de torturar las almas de pecadores.
— Veo que ella no viene contigo — el demonio encargado de este calabozo se acercó.
— Ella tiene asuntos importantes — me límite a decir serio.
— Me enteré de que tuvieron problemas con los otros pecadores — no dije nada.
— Sí, por eso estoy aquí, ¿no quiero que nadie entre entendiste? — lo mire — dije entendiste? — lo mire con el semblante enojado, el solo hizo una reverencia y se fue — bien.
Continúe caminando hasta llegar donde se encontraba el portal.
— veo que ya llegaste hades — mire al demonio — bien, lo que sucede es que alguien logró entrar hace una semana y por lo que tengo entendido de mis soldados lograron escapar tres almas — lo detuve 
— tres almas, aparte de la causante? — lo mire molesto, el no contesto, parece que lo está pensando.
— la causante aún sigue aquí, lo que aparece en la lista solo bajaron tres y entro uno, solo que no podemos encontrarlo —
Así que está intentando sacar más almas de aquí, Interesante.
— bien, triplica la seguridad, mira a todas las almas que estén en el portal, la causante debe ser dormida, yo mismo me encargaré de este — sonreí — ve y cumple la orden —
— si — hizo una reverencia y se fue.
Son demasiadas almas, me acerqué al portal y seguí caminando hacia la entrada siguiendo la fila y justo vi un alma poniéndose nerviosa, me acerqué.
— se supone que no se debe ver al frente — mire a un demonio, le quite el látigo y empecé a darle látigos al alma - mira el piso — grite.
Después escuche un escándalo.
— Van a permitir que los traten así si pueden volver a regresar a la vida! — Escuche el grito.
Mire de donde proviene la voz, una mujer.
— Cierren las puertas ahora! — Ella no debe de escapar, se escuchó como se cerraron las puertas principales.
La mujer solo se quedó mirándome hasta que hablo.
—Yo les aseguro que si se unen a mi los llevare de vuelta a la tierra — 
—Y yo les aseguro que si viene mi señora los castigara a todos peor de lo que están sufriendo ahora —dije acercándome a la mujer, pero un alma se acerco y se puso delante de esta así protegiéndola.
—Veo que has elegido bien — y así se fueron uniendo más almas. 
—¿Enserio crees que unas simples almas podrán contra los demonios de mi señora? — esta solo sonrió — les ordeno que la traigan — ningún demonio se movió en cambio estos se estaban acercando a mi — 
—Lo sentimos señor Hades, pero, ella tiene una oferta tan jugosa que no pudimos resistirnos — 
— Como se atreven — los miré y sentí un golpe en mi nuca dejándome así inconsciente.
—  Quien iba a pensar que el sirviente de ella fuera tan débil — la voz, era grabe - vámonos entre más almas mejor — 
Algo interrumpió en la sala del calabozo, más bien un portal.
—Así que tu eres quien organiza todo este estúpido escandalo — se acerco al cuerpo — y aparte de eso, chantajeaste a mis sirvientes — se hinco y acerco unos dedos a la nariz verificando si este respiraba — ¿con que los chantajeaste? —
—Eso creo yo no te incumbe — la segunda mujer se paro y miro a quien hablo.
—Claro que me importa, creo que dije que eran mis sirvientes — 
—Pues ahora somos tus enemigos — dijo el encargado del calabozo — estamos con ella de ahora en adelante, nuestra lealtad esta con ella —
—Entonces dime, ¿Me temes como el primer momento en que me conociste? —
—Estando con ella y viendo que somos mayoría, claro que no — el demonio miro con confianza, Muerte solo empezó a carcajear.
—Atáquenla y tráiganla ante mi — los demonios corrieron hacia el sello.
—Son unos completos idiotas — levanto la mano, los demonios se detuvieron — una vez que truene los dedos quedaras tu sola — dicho eso trono los dedos, pero nada paso, los demonios empezaron a reírse.
—Vamos chicos no hay nada que temer — pero nadie se movió — pero ¿Qué sucede? —
—Numero 500 ve — una sombra se acerco a la mujer enemiga, esta quedo paralizada — te lo dije, nadie puede contra mí — camina hacia la contraria — 285 ve con el arcángel Gabriel y muéstrale todo — la sombra se fue — se muy bien que no eres quien organiza todo esto, simplemente eres un títere —
—Eres un ser despreciable — 
—Gracias ya me lo han dicho muchas veces — empezó a alejarse 
—¿Lorena también? — Muerte se detuvo — dime ella también pensaba eso de ti ¿no? —
—no se de quien hablas —
—creo que a ella le hubiera encantado estar aquí, lástima que se tuvo que ir antes de tiempo — 
— ¿donde conseguiste el cuerpo? —
— lo encontré — Muerte miro a la sombra, esta empezó a ahorcarse y por ende la humana comenzó a recibir menos aire — ¿eres capaz de matar este cuerpo?—
— claro al fin y al cabo ya recordé donde lo vi, eres el demonio que incitaba a suicidarse a una chica que estaba embarazada y su novio la había dejado — sonrió — basta y gracias 225 —
un estruendo se escucho, una puerta callo y de esta unos ángeles se acercaron a lo que estaba ocurriendo, Muerte en cambio se dirigió a su amigo que estaba comenzando a despertar y levantándose del suelo con dificultad.
— ¿estas bien? — 
— si, solo algo adolorido — dijo tocándose el cuello — veo que lo tienes todo bajo control — ella solo asintió.
— debemos ir donde Gabriel — a lo lejos se escucho ''Arcángel''. — el Arcángel Gabriel — corrigió mientras se dirigían al Arcángel.
— Nos los vamos a llevar para ver sus recuerdos, mientras tanto con la mujer, la dejaremos a cargo de San Pedro  —
— Mantenla lo mas vigilada que puedas, es una de los secuaces de eso estoy segura —
— bien, así sera, sera mejor que vayas a hablar con el soberano de todo y le informes, tu también Hades, bien me retiro  — el Arcángel se siguió a la enemiga y desaparecieron.
—estoy mas que segura que se avecina algo grabe — 
mientras tanto las almas fueron encerrados en celdas separadas esperando el pero castigo, ser esclavo de alguno de los príncipes o ser encerrado en una pesadilla sin fin, esto se decidirá por el soberano de las tinieblas.
los dos jóvenes no tan jóvenes se dirigieron a lo que vendría ser las puertas del cielo, Hades se materializo y atravesó las puertas que dan a la sala del todo poderoso y sin mas los dos se arrodillaron.
— veo que conseguiste atrapar a la causante de todo el alboroto —
— no del todo mi señor, simplemente es un ayudante mas, no es el que comanda el ataque —
— ¿Ataque? ¿A que te refieres? — el Arcángel Miguel hablo.
— Me refiero a lo que se avecina, y me temo a que sera una guerra.  —  




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