Capitulo 8
Bastian baja al lugar donde se encuentran todos, se escuchan conversaciones distintas dentro de la sala, una sala lo suficientemente amplia, con lamparas tipo telaraña, en el centro de esta se encontraba la urna de madera con detalles simples y delicados a los lados de rosas talladas en el, a su lado faroles envueltos con tiras de hojas que dan un toque a bosque y abajo de esta caminos de petalos de rosas, con olor a primavera, Bastian recuerda una vez que ella se encontraba en el bosque en temporada de primavera, olia las rosas de todos los colores y su olor era exquisito, cosa que ella no se explicaba como algo tan delicado y sencillo a la vez brote cierto olor. Al frente de dicha urna se encontraba el podio donde el alfa iba a dar su ultimo adios. A medida que iba bajando cada escalon de las escaleras, se le dificultaba llegar al lugar donde yace esa niña tan genuina, tan bonita, tan alegre, tan viva, así es como la recordaba aunque no le mostro ningun afecto o interes, podía ver lo extrorvertida que era a veces en la mansión, tratando siempre de llamar mi atención, ¿porque? ¿porque ahora si debo darme cuenta? ahora que no esta, si debo darme cuenta de los detalles que recobran mi mente como si fuera un trailer de pelicula. Suspira pesadamente tratando de contener las lagrimas, pero es un ser que siente la pérdida, más bien siente mucha culpa en su interior.
Cuando ya ha estado en el lugar, todos se centran en el y en lo que pueden salir de esos labios que ahora se notan rojos, sus mejillas igual, se puede notar las ganas que tiene de dejar salir todo lo que siente en un grito ahogado, pero solo puede hacerlo desde su interior, desde adentro donde nadie puede ver esa faceta rota y desequilibrada. Martina, que ahora es sobre apodada Nina, se asoma lentamente por las rejillas de las escaleras, se agacha para no tener que llamar la atención de nadie, quiere esperar a que su joven amo diga las palabras para luego ella bajar y no ser el centro de atención ni ser la que miran cuando baja las escaleras. desde su vista puede visualizar a la joven en el ataud, una joven muy hermosa, es su verdadero cuerpo que yace allí sin vida, pero el cambio de almas la hizo olvidar su propio rostro porque el que ahora solo puede verse reflejada en otro que nadie nisiquiera el alfa puede reconocer.
-Sean bienvenidos todos a la despedida de mi difunta prometida- sus palabras salen con apenas algo de ganas, su conciencia de culpa no lo deja expresarse como tal, -Yo solo quiero decir que...- hace una pausa, desde su lugar puede ver a la familia de Martina con lagrimas y pañuelos en sus manos para poder secar sus mejillas, asi que piensa muy bien en lo que tiene que decir, estan las personas más importantes de ella en esta sala, los unicos que lloran de verdad su perdida. -Martina siempre mostro su felicidad a traves de las cosas mas simples y delicadas, una sonrisa, una historia, una ayuda, un gesto de empatía siempre estaban en ella, su esencia se podía sentir desde los pasillos mas pequeños hasta el rincon mas escondido de la mansión, recuerdo que su lugar favorito era el jardin de rosas por el exquisito olor que siempre emanaba, en primavera era cuando más permanecía allí sentada leyendo un libro o tomando una taza de café- se rie al recordar aquello, en el fondo si estaba atento a ella en silencio, -Recuerdo que siempre me preguntaba si quería tomar café, yo siempre le decia que no, aun asi me decia que su favorito era el de capuchino vainilla, aunque aquí en Daheo no tenemos esa clase de cafe, me di cuenta que lo descubrio en el salon del cafe del mercado, uno muy simple y humilde- Bastian sonrie nuevamente al recordar todo de ella, -Aunque parecía no estar atento a ella, si lo estaba pero en silencio, podía ver que tan fragil era y que tan dura tambien podria ser, una armudura interna resguardada para cuando fuera necesario salir, pero en el fondo muy bondadosa con todos y cada uno que tuvo el privilegio de conocerla, por eso Martina me despido de ti con el corazón hecho añicos, porque se que te fuiste pero con la esperanza de buscar algo en mí, si llegamos a coincidir en otra vida, espero darte eso que tanto quisiste de mi-
Una lagrima cae sobre su mejilla, ciertamente estan coloradas como un tomate, sus labios tambien, definitivamente su llanto interno esta siendo controlado muy bien, y lo unico que siente es que debe salir de allí para desahogarse. Todos en la sala aplauden sus palabras, pero una vez que se han dado cuenta el alfa ya no estaba, no le dió ni tiempo a Soi de reaccionar y acercarse en el momento, pues tendría que esperar otra oportunidad, sin embargo Nina puede ver hacia donde va su joven amo, decide seguirlo pero en vez de eso, siente la necesidad de acercarse al ataud, es como si una energía la estuviera llamando, por lo que decide bajar por las imponentes escaleras decoradas con tiras largas de color negro que se entrejuntan entre sí, la mirada de todos fue de esperar para ella, sentía los nervios de punta cada vez que bajaba un escalon, a decir verdad sentía que el ultimo escalon estaba muy lejos de llegar, pero sigue bajando sin importar las miradas, el atuendo que escogió sin duda fue un vestido color negro que aún conservaba su etiqueta, supuso que jamás habia sido estrenado por la difunta, que le dió mas derecho a escoger ese, un vestido negro que se ajusta a la cintura, dejando ver su delicada pierna derecha, ya que hace un corte en el hasta abajo, quiso hacerse un doblete en moño pues su cabello no estaba del todo bien estirado para dejarlo suelto, y como toque final se coloco una horquilla china elegante que se ajusta a su moño, ese toque final la hace ver más refinada, mas elegante.
-Permiso- dice a algunas personas que se encuentran en su camino, carraspea y traga en seco para acercarse al ataud.