Salimos de esa sala de simulaciones; fuera están algunos esperando a que salga el último grupo y que estos sepan los resultados de su desempeño.
Veo en ellos un rostro de desesperación. Esto de las simulaciones solo generan en nosotros esas dudas de nuestro futuro.
— Solo quiero descansar un poco—. Les dije mientras buscaba un asiento para reposar mis pies.
Ya se fue la adrenalina y ahora el cansancio se siente en mi cuerpo.
Anna se sentó a mi lado y lo mismo de Santiago; Akiko se quedó con Jessica para saber el resultado que tuvimos.
— Creí que no te volvería a ver—. Le mencioné a Santiago.
Si sentía dolor al creer que Santiago no lo iba a lograr; él es lo más cercano que tengo a un amigo aquí.
— También creí lo mismo—. Mencionó—. No creí que iba a salir de aquí con vida. Si eso no me mata nada lo hará—. Dijo mostrando cierto optimismo.
Akiko y Jessica se acercaron a nosotros. En ellas iba una enorme sonrisa.
— Somos el mejor grupo—. Mencionó Jessica—. Fuimos el único grupo que logró salir en menos tiempo de la simulación.
Esa fue una buena noticia; luego de este día lo mejor que podía escuchar es que por lo menos hicimos un buen trabajo.
Nos pusimos de pie. Santiago me ayudó a ponerme de pie y a avanzar.
— Sabías que eres un tonto—. Me dijo—. En estos dos simuladores podías perder la vida ¿Así eres tú?
— Claro. Lo dice el que huía de tres lagartos—. Le contesté mostrando cansancio en mis palabras.
Ambos sonreímos. Somos un par que ama los riesgos y busca alguna excusa para poner su vida en peligro ya sea al enfrentar a alguien más fuerte o querer ser el héroe aunque eso implique atentar con nuestra vida.
Santiago en estos días se ha convertido en ese amigo que tuve en mi época de simulaciones; estoy seguro que también tendrá una buena relación con Chris y Jhon.
Subimos por las escaleras en dirección a las habitaciones. Lo que más deseo es tomar una siesta.
— Si que estás muy mal—. Mencionó Diana quién está al lado de Luis.
El par se acercó a nosotros.
— Los rumores eran ciertos—. Dijo está vez Luis—. Lo bueno es que sigues con vida.
Sentía cierta empatía en el comentario de ellos. Todos nos acercamos al par que se sorprendió al verme en ese estado.
Diana puso su mano sobre mi rostro. Si siento un poco de dolor pero trato de disimularlo.
Luis pone uno de sus brazos sobre mi espalda.
— ¿Quién fué?—. Mencionó molesto Luis—. Esto no debe quedarse así.
— No es nada grave—. Les contesté—. Ya es un asunto que está resuelto—. Mentí.
Sé que estando allá afuera Masón, él se va a encargar de hacer mi vida miserable; algo más en que debo pensar.
— Recuerda que aquí estamos para ayudarte—. Mencionó Luis.
Le asentí y seguí con mis compañeros en dirección a nuestra habitación.
Subir por esas escaleras no es nada agradable; me duele el cuerpo y más por la simulación de hoy. Si fue una mala idea participar.
***
Una vez dentro de la habitación lo primero que hice fue recostarme en mi cama; es tan agradable sentir la comodidad de mi cama luego de estar algunas horas fuera de ella.
Las chicas se recostaron en el suelo; lo mismo de Santiago quién también eligió sentarse con ellas.
— Debes descansar—. Dijo Akiko—. Si de verdad quieres estar bien para mañana.
— ¿Qué nos esperará mañana?—. Pregunté con los ojos cerrados.
Estoy tratando de no quedarme dormido.
— No creo que sea algo tan aterrador como revivir pesadillas—. Mencionó Anna quién es una de las que más ha sufrido por las simulaciones de ese estilo.
— Ni tan tonto como hacernos pelear entre nosotros—. Mencionó Jessica recordando esa simulación de la que aún tengo recuerdos.
Ese día estuve a punto de perder la vida y todo por una promesa de venganza.
— Ni tan absurdo como repetir un simulador sin darnos cuenta—. Está vez fue Santiago recordando el simulador en dónde revivieron pesadillas y tres de esas eran similares a la del primer simulador.
Hasta ahora no tienen idea de que será el simulador pero si pasamos todo eso supongo que estamos preparados para pasar lo que venga.
— Espero que no atenten con nuestra seguridad como esas sombras o lagartos—. Les dije también recordando esas pruebas dónde nuestras vidas corrían un gran peligro.
Cerré mis ojos con la esperanza de seguir en la conversación; sin darme cuenta me quedé dormido.
***
— ¡Mike!—. Gritó Anna mientras trata de despertarme— ¡Levántate!—. Volvió a gritar.
Aún soñoliento y sin entender nada me senté en el borde de mi cama.
— ¿Qué sucede?—. Le pregunté.
Akiko y Santiago están en la entrada viendo de reojo lo que sucede afuera.
— Nos están atacando—. Mencionó Anna y seguía sin entender a que se refería.
Me puse de pie y fui hacia la salida.
Sigo sin entender pero puede que esto solo sea una mala broma; las luces están apagadas, todo está en completa oscuridad.
A lo lejos se escucharon disparos; me tapé los oídos y lo mismo de mis compañeros.
— Debemos buscar una manera de salir de aquí—. Mencionó Jessica—. Antes que ellos nos encuentren.
No tenemos idea de que debemos hacer pero debemos apurarnos si queremos sobrevivir un día más.
— ¡Atención chicos!—. Se escuchó la voz del director Tapia en esos parlantes— ¡La simulación de este día acaba de empezar! ¡Los equipos que no logren salir pierden puntos! ¡Se les advierte que habrán bajas considerables por grupo! ¡Buena suerte!