Capitulo 18: S.O.S

Cuando acabo la prueba y todos nos quitamos los cascos con los que ingresamos a ese videojuego todos en la sala se pusieron de pie y empezaron a aplaudirnos sin saber por qué motivo lo estaban haciendo.

— ¡Santiago!—. Gritó Akiko felíz mientras lo abrazaba—. Tenía esa esperanza de volverte a ver... Lo mismo de los demás—. Dijo mientras se centraba en Anna y en mi.

— Vaya. Sigo vivo-. Dije mientras toque mi pecho y mire a todos aceleradamente.

No creí que saldría con vida de ese lugar y más por ese sacrificio.

Eso significa que es falso lo de morir en las simulaciones; o que está vez tuvimos suerte.

— ¡Mike!—. Me gritó Anna emocionada—. De verdad seguimos con vida. Por un momento creí que no volvería a verte y después de el sacrificio que ustedes hicieron por nosotras yo hice lo mismo y en ese momento si ví pasar mi vida por un segundo.. Pero que emoción estamos juntos—. Mencionó Anna mostrándose un poco alterada luego de ese simulador.

Salimos de ese lugar y llegamos a la sala principal donde todos nos estaban esperando mientras nos observan salir de aquel lugar.

— Chicos—. Nos dijo uno de los supervisores del lugar—. El Director Tapia desea que vayan a su despacho. Él está muy ansioso por hablar con ustedes. Síganme que yo los llevaré hasta la oficina del Director.

Seguimos al supervisor a cargo mientras salimos de esa sala. Caminamos juntos hasta las afueras de ese edificio para adentrarnos al edificio en el que está la oficina del director de este enorme lugar.

Seguimos subiendo por ese edificio; aún recuerdo la primera vez que nos citó aquí. Ahora estoy con la expectativa de esta nueva citación.  

Nuestro guía nos dejó en la entrada y tocó la puerta de esa oficina para luego irse.

— Chicos—. Nos dijo el director—. Por favor pasen y tomen asientos. El propósito por el que les llamé fue para felicitarlos por su buen desempeño en las pruebas. Ahora que están aquí quiero agradecerles por ese buen trabajo que llevan haciendo.

Empezó a decir. Es halagador que haga eso pero ahora quiero es que él responda a las dudas que tengamos sobre todo por las pruebas.

— Quiero que sea sincero ¿De verdad morimos en esas pruebas?—. Le preguntó Santiago.

Él se adelantó a mi pregunta.

— No. Ustedes ya lo descubrieron. Nosotros  no somos capaces de matar a los jóvenes en este lugar. Aquí tenemos códigos morales.

Eso responde a mi duda; aunque aún tengo en duda sobre la amenaza que me dió acerca del funcionamiento de las máquinas.

— ¿Por qué nos dicen que podemos salir afectados de gravedad en cada prueba? Incluso me dijo que las máquinas funcionan según sus leyes, unas que debemos respetar.

El director tomó un sorbo del café que está bebiendo antes de dar su respuesta.

— Miedo. Nuestro objetivo es causar ese miedo en ustedes. Queremos que tuvieran un miedo a morir ya que ese miedo es el que los va a motivar a dar lo mejor de ustedes... Claro que para generar ese miedo debíamos programar cada prueba con el objetivo de darles daños leves que no se pasarán a un daño más extremo.

Esa respuesta me dejó satisfecho pero no tanto. Aún siento que aquí nos estás ocultando algo.

— ¿Por qué cambiaron el juego que habíamos elegido en la prueba de este día?—. Preguntó Akiko.

Esa también es una duda que todos tenemos.

— Todos jugaron en ese mismo escenario; queríamos ver el trabajo en equipo de todos en un escenario sorpresa. Les permitimos elegir un juego para que entrarán confiados y con una estrategia ya marcada para que dentro todo lo que habían planeado se les derrumbara y poder analizar la forma en la que reaccionan ante un cambio de circunstancias, en cómo se iban a desarrollar ante tal cambio y si actúan de forma rápida; déjenme decirles que me sorprendieron. Ustedes fueron el grupo que mejor trabajo hizo ahí dentro. Ustedes estuvieron dispuestos a sacrificarse por sus compañeros a diferencia de la mayor cantidad de grupos que elegían huir sin detener a Nemesis perdiendo; unos otros se sacrificaron al comienzo y en la parte final nadie se detuvo y los zombies fueron más rápidos y perdieron; otros ni siquiera pudieron entrar al edificio y los que si no mejoraron la seguridad de la entrada y por eso perdieron... Pero ustedes. Ustedes hicieron todo de manera correcta y eso fue una gran sorpresa para todos; hubieron unas que otras lágrimas de mi parte.

Esa aclaración suena interesante. Aquí suelen ser un poco extraños.

El director Tapia iba a mencionar algo más pero fue interrumpido por un supervisor que entró de golpe al despacho.

— Director—. Mencionó ese supervisor una vez que estuvo dentro—. Necesita ver algo... En privado.

Él nos miró y daba señas que debemos irnos.

— Pueden retirarse. Sigan haciendo ese buen trabajo—. Mencionó el director para luego solicitar nuestra salida.

Salimos del despacho y bajamos sin ni siquiera querer saber lo que estaba ocurriendo; bajamos a nuestra habitación y allí nos estaba esperando Alex sentado en el suelo.

— ¿Dónde estaban?—. Nos preguntó.

— En el despacho del Director—. Le contestó Jessica.

— ¿Aún no ven el vídeo?

— ¿Video?—. Preguntamos todos mientras lo observamos con ganas de saber de qué trata.

Alex saca su teléfono y nos muestra aquel vídeo.

Al comienzo está un joven que se nota muy agotado, tiene algunas marcas de golpe en su rostro y se muestra que está demasiado asustado.

Él se encuentra dentro de uno de los baños de sus instalaciones.

— Hola. Me llamo Alejandro Silva... Somos parte de Minsk sur. Queremos hablar del trato que nos están dando en este lugar. La comida ha sido reducida... Las pruebas han sido una verdadera forma de homicidio para nosotros... Pero eso es lo de menos. Lo que más nos mantiene a todos preocupados es la extraña desaparición de nuestros compañeros. En mi grupo de pruebas éramos cinco y solo quedamos dos... Los otros tres se los llevaron para entrenamiento forzado debido al pobre desempeño y no los hemos vuelto a ver. Lo mismo está pasando en algunos grupos. Este vídeo se está realizando de manera ilegal porque nos han quitado nuestros teléfonos. Estamos incomunicados. Por favor necesitamos su ayuda. Corran la voz...