La alarma de Santiago volvió a sonar a la misma hora. Estoy un poco agotado y no quiero salir de mi cama aún.
— ¡De pie todos!—. Gritó Santiago desde el centro de la habitación—. Otro día, otros puntos—. Mencionó con un tono de optimismo.
Todos nos levantamos casi al mismo tiempo; la última en dejar su cama fue Akiko quién se le nota agotada por la aventura del día anterior.
Me dirijo a la ducha para alistarme para este día; ya nada me puede sorprender.
Me miro en el espejo y mi rostro se encuentra ya en mejores condiciones; el ojo que estaba lastimado por los puños de Sebastián se ha estado recuperando.
Reviso mi espalda y mi pecho y ya no tienen esas mismas marcas que tuve hace unos días.
Estás simulaciones son tan difíciles; muy diferentes al Instituto.
En ese antiguo lugar de estudio recibíamos diversas materias que eran más de teoría y muy poca práctica; si solían prepararnos para las simulaciones que nos esperaban aquí pero no eran tan difíciles a las que debemos soportar casi todos los días.
***
Todos fuimos al comedor juntos. El lugar está un poco vacío; nos sentamos en el mismo lugar de siempre, respetando las demás mesas.
— ¿De que tratará la prueba de esta mañana?—. Nos preguntó con intriga Akiko pensando que quizás teníamos la respuesta a su inquietud.
— No sabría decirte—. Le contestó Santiago—. Pero ya nada me puede sorprender viniendo de este lugar.
— Tienes razón.— Le contesté—. Sea lo que sea ya estamos preparados para enfrentarla.
Estuvimos desayunando mientras esperamos a que el director se encargue de dar sus palabras de inicio.
— ¡Jóvenes!—. Apareció el director Tapia en ese enorme atril— ¡Esta mañana tendrán una simulación de cómo será la prueba final que tendrán en algunos meses. Va a ser una prueba individual pero claro podrán trabajar en equipos si así lo desean. No será en un campo virtual similar a las demás pruebas; en esta ocasión será en la vida real. Allá afuera encontrarán enemigos reales. Deben ser muy cuidadosos si aún desean seguir un tiempo más en este lugar. Se les va a proporcionar armas con solo seis balas por persona así que sean sensatos y no las desperdicien ya que les serán de gran utilidad en algún momento de peligro, en cierto sentido tendrán dos enemigos. A sus enemigos los hemos llamado como Exterminadores. Los primeros cincuenta en llegar ganarán los puntos; los demás no obtendrán nada. Serán llevados en helicópteros por grupos hasta dejarlos en el lugar de partida. Apenas estén en tierra deberán ponerse unas gafas que serán provistas durante el ingreso a los helicópteros; quiénes no las usen serán descalcificados. La prueba tiene una duración de 48 horas. Si llegan luego de ese tiempo serán descalificados de las pruebas. No se van a responder preguntas. Buena suerte porque la van a necesitar—. Dijo antes de retirarse del lugar.
Apenas terminaron las palabras del Director todos nos miramos; está vez no era una opción jugar en equipos pero de lo que estamos seguros es que no tenemos intenciones de traicionar nos durante el desarrollo de la prueba.
— ¿Puedo confíar en ustedes?—. Preguntó Jessica.
Está vez la simulación se basa en la confianza como equipos y que no vamos a dejarnos atrás.
— Yo si confío en todos ustedes-. Respondió Anna—. En estos días me han demostrado que si son personas de confianza.
— Yo también confío en ustedes—. Dijo Santiago-— Son lo más cercano a unos amigos que he tenido en mi corta vida.
— Igual estoy segura que la lealtad es parte del equipo—. Fueron las palabras de Akiko.
— Tambien confío en ustedes—. Les dije—. Gracias a ustedes este lugar tiene sentido.
— También voy a confiar en ustedes—. Mencionó Jessica.
Todos empezamos a caminar hasta llegar a la parte de afuera donde están los helicópteros esperando por nosotros. Son algunos y se nota que allí podrán entrar dos grupos por helicóptero.
Esperamos nuestro turno de embarque; cuándo por fin nos tocó nos sentamos juntos. Frente a nosotros había otro de los grupos. Allí está un chico delgado con cabello largo y tiene una cicatriz en su frente; también un enorme tatuaje que cubría todo su brazo. Al lado de él está una chica de baja estatura y un poquito gordita, lleva el cabello peinado en forma de bola; al lado de ella está una chica morena y con ojos saltones, cabello rizado y delgada; a su lado un chico delgado de tez mestiza, tiene el cabello más corto y de mediana estatura; por último está un chico de mediana estatura, cabello corto tipo militar, es delgado y de tez blanca.
Por lo visto ellos eran parte del mismo grupo y también eran conocidos de Akiko, Anna y Santiago porque apenas se vieron se saludaron amistosamente; Jessica y yo solo nos miramos sin saber de quiénes se trataban.
—Chicos—. Dijo la gordita del grupo—. Que gusto verlos.
— Igual es un gusto encontrarnos con ustedes—. Le contestó Akiko.
— Me enteré que ustedes están imparables en las pruebas. Aún recuerdo que estando en el Instituto no eran tan buenas en esto de la competencia—. Les dijo la misma chica.
— Es que tienen nuevos amigos—. Le dijo ese otro chico de tez blanca—. Por eso están con ese buen desempeño.
La chica se enfocó en nosotros y nos dió una rápida mirada.
— No me fijé—. Contestó la misma chica—. Me presentó me llama Ana. Ellos son Austin, Alexander, Mikaela y Josías ¿Ustedes cómo se llaman?—. Nos preguntó.
— Soy Jessica.
— Y yo Mike.
Ella nos dió una amistosa sonrisa. Se nota que es alguien que le gusta llamar la atención o que es muy sociable.
— ¡Prepárense que deben saltar!—. Gritó uno de los militares que está al cargo del helicóptero.
Esperamos unos segundos para revisar que si llevábamos bien puesto el paracaidas y antes de haberlo chequeado todos los de ese grupo ya se habían tirado hacia el campo; nosotros aún nos quedamos un momento más.
— ¿Preparados?—. Nos preguntó Anna.