El camino a Minsk sur es eterno; tienen que dar una enorme vuelta rodeando lo que es el centro de ambos lugares para poder llegar a mi destino. Estoy un poco triste porque he dejado atrás amigos que hice en poco tiempo, pero a la vez feliz por saber que estaré con mi grupo otra vez.
Reviso lo que Anna escribió su nombre y lo guardo en un bolsillo secreto de mi mochila; ese es mi bolsillo secreto porque allí guardaba siempre mi dinero ya que tenían la costumbre de robarme cuando estaba en el Instituto. También agrego ese número en el mini teléfono que llevo entre el equipaje y apenas lo agrego lo vuelvo a esconder; miro por la ventana y solo es un camino rodeado de muchos árboles y montañas; no hay casas; no hay presencia de personas, no hay nada más que bosque; este es un lugar alejado de la sociedad.
Me vuelvo a acomodar en mi asiento. Muy en el fondo sigo arrepentido por haber hecho este cambio y a la vez estoy ansioso de reencontrarme con mi grupo; es una sensación de emociones la que siento en este preciso momento.
Miro por la ventana de nuevo y está vez puedo ver a lo lejos el enorme edificio de mi nuevo campus. Me levanto y me acerco al asiento del conductor quién al verme no me dice nada.
Observo la construcción por fuera; es similar al norte. No veo muchas diferencias. Por ahora todo está normal, por fuera hay jardines que adornan aquella triste edificación.
Cuando entramos por dentro del campus el panorama era muy distinto. No hay muchas plantas; no tiene un aspecto más amigable como el nort. Tampoco se ve la presencia de muchos jóvenes en el patio; a lo mejor estaban todos dentro. Aquí fuera habían menos de díez y no se les veía tan alegres, cuando me tocó bajar allí me esperaba uno de los supervisores del sector.
— Siga hasta la entrada allí se le va a revisar por si lleva algo que no es aceptado en este lugar.
Fui hasta allá y me empezaron a revisar por completo. Me quitaron mi celular y sacaron mi laptop de mi mochila. Lo bueno es que no lograron ver el mini teléfono y la flash memory que también llevo conmigo.
Entre al edificio donde están las habitaciones y por dentro era peor aún; la realidad es que no hay muchos jóvenes aquí dentro, no se si todos estaban en sus habitaciones ya o si era real lo que sucedía en este lugar en especial.
— La directora Rodríguez quiere hablar con usted. Suba a su despacho. Debe ir al edificio del frente, ella está en el tercer piso.
Subí hacia ese despacho con mis cosas. Tal como en el norte aquí no hay muchas diferencias en como llegar a la oficina de la directora.
Apenas llegué a su despacho toque la puerta hasta que se me dió la autorización para ingresar a su oficina.
— ¿Quería verme?—. Le pregunté una vez que estuve dentro.
— Buenas tardes ante todo—. Empezó a decir—. El motivo es que muero por conocer a la persona que se sacrificó por un desconocido al entrar a este sitio. Me presento, soy Tania Rodríguez y también soy la directora de este sector. Cómo habrás notado no hay muchas personas aquí dentro. Nuestro sistema y manejo de las simulaciones es muy diferente que en el norte. Aquí no toleramos a los jugadores con bajo desempeño; a ese participante que lleva un bajo desempeño es llevado a un campo secreto para entrenamiento forzado. Ese chico iba a ser enviado a ese lugar pero se nos escapó y ahora tú estás aquí por él. Si fuera por mi ya estuvieras allí ocupando su lugar pero debes agradecer que he visto tú desempeño y no estás tan mal. Otra cosa más, el Director Tapia solicitó que se te regalaran 100 puntos por la prueba anterior. Mike se bienvenido a Minsk Sur. Tú habitación es la número 11 del pasillo. Por cierto cariño recuerda que aquí tus pesadillas pueden volverse reales. Puedes retirarte. Una última cosa, deja de husmear tanto. Aquí no toleramos a los sapos que desean buscar información que no les conviene.
Me puse de pie. Ella es muy diferente al director Tapia.
— ¿Por qué me dice eso?—. Le pregunté.
Ella me da miedo. Aún no entiendo sobre no husmear; quizás ella ya tiene conocimiento de lo que tengo pensado hacer.
— Solo quiero ponerlo al día—. Mencionó para luego hacerme señas de que me vaya.
Apenas dijo eso volví a coger mi equipaje; de verdad que aquí si hay cosas ocultas. No se sabe que pasa con los que son llevados a ese campo de entrenamiento forzado. En cierto sentido ella confesó lo que pasa aquí dentro pero no tengo ninguna prueba real para demostrarlo; lo único que tengo es mi palabra contra la de ella y muchos más que trabajan aquí.
Bajo por esas escaleras en dirección al nuevo edificio.
En el patio de este campus no hay nada interesante; solo esos locales de comida y unas pocas personas sentadas allí. No hay un pequeño parque como el que teníamos en el norte. Aquí solo hay tristeza y soledad.
Esto es muy diferente al lugar del que vengo.
Subo por ese edificio en el que están las habitaciones y en la parte baja está el comedor que también muestra un ambiente muy triste.
Subo las escaleras y en todo el camino me encuentro con unos pocos de los jóvenes que están aquí; ellos se notan asustados y con unos rostros que reflejan mucha tristeza.
Ingreso a mi habitación. Aún tengo dudas de quienes serán mis nuevos compañeros de grupo. Lo que más miedo me da es que aún no hay señales de mis amigos y de Karen.
Abrí la puerta y en el suelo están sentados dos de mis nuevos compañeros.
— ¿Mike?—. Fue la reacción de Sally al verme entrar por esa puerta.
— Así que tú eres nuestro nuevo compañero—. Mencionó Jhon.
Me acerqué a ellos y les dí un fuerte abrazo. Es un gusto saber que ellos están bien.
— ¿Dónde están los demás?—. Les pregunté al no ver a Karen y Chris en esta sala.
Ellos se dieron una mirada que demuestra tristeza; algo me dice que ellos no lograron sobrevivir a las demás simulaciones.
— Se los llevaron. Se llevaron a Karen y a Chris quién sabe a dónde. Ellos fueron ubicados en un lugar donde nadie retorna. Nunca más los volvimos a ver—. Mencionó Jhon muy apenado.