Juego Mortal ©

Capítulo II. ¿Vivir o morir?

—Se puede saber a donde me lleva.— Exigí saber al ver que habíamos llegado a una parte de la tienda demasiado apartada de la gente. Me ponía nerviosa que me obligasen a ir a un lugar desconocido. Tenía un mal presentimiento de todo esto, un mal presentimiento que aumentaba con cada segundo que pasaba.

—Verás, en la tienda hemos montado una nueva parte que sirve para descansar y tu pareces necesitarlo.— Explicó con voz sosa el hombre, dejando de tirar de mi. Le miré algo confundida. No logré entender una frase tan clara, más bien, me costaba de creer. Llevaba viniendo a esta tienda desde mis dieciocho y lo único que habían hecho, fue ampliarla, pero ahora... Me parecía una tontería que montasen una parte así aquí y más si estaba tan apartada de la tienda. Habrían hecho mejor poniendo butacas en el mismo PlayGames.

El chico de pelo castaño abrió sin previo aviso la puerta que teníamos delante. Con un gesto me indicó que pasase sin miedo. Una parte de mi me susurraba a gritos que no entrase en la habitación, que en realidad podría tratarse de un violador que se hacía pasar por un dependiente de la tienda.

En estas ocasiones solía entrar en pánico demasiado rápido, ya que esas cosas en las ciudades grandes  están muy vistas. No sería ni la primera, ni la última a la que le pasase... Pero mi otra parte me gritaba a susurros que cogiese algo de valor y entrase sin miedo a la habitación. En el hombre empezaron a aparecer rastros de impaciencia, ya que no me había movido del sitio.

—Sí piensas que voy a entrar contigo, estás equivocada. Tengo trabajo que hacer delante y por si no te has dado cuenta, me estas retrasando.— Gruñó mostrando molestia. Sentí como mis mejillas empezaron a coger calor y acompañado de él, algo de color. El rostro molesto e impaciente del hombre desapareció, dejando aparecer una sonrisa divertida. Crucé los brazos para mostrar que me había ofendido con es expresión en el rostro, pero al parecer le daba igual. Dejé escapar un suspiro y en mi pequeño ataque de enfado interior entre en la puerta y la cerré de un portazo para evitar que entrase conmigo.

En la habitación nueva habían sillones que parecían ser bastante cómodos. El color de estos combinaba con el color celeste de las paredes. Estas estaban decoradas con posters de juegos, los que se llevaron mi atención.

—Aquí alguien no tiene gusto.— Comenté en voz alta al no encontrar una imagen de la trilogía World Of.

—¿Gusto? Yo pienso que el mío es muy bueno.— reaccionó de la nada una voz masculina detrás de mi. En seguida un escalofrío recorrió mi cuerpo, tragué saliva y empecé a pensar lo peor. Juraría que hace unos segundos estaba en la habitación completamente sola. Mis ojos velozmente recorrieron las tres paredes y se fijaron en una puerta negra en el rincón derecho. Me regañe a mi misma por no tener más cuidado y entrar en un lugar desconocido por un simple enfado.

—No me haga daño, por favor.— Supliqué intentando mantener mi voz firme sin temblores, pero por desgracia en vano.

—¿Daño? ¿Por quién me tomas? Sí quisiera hacerte daño, no enviaría a uno de mis empleados a por ti, ya que se pasaría a ser testigo.— Soltó una sonora risa al principio, antes de decir nada. Después hizo unos pasos, quedándose en frente de mi. Era un hombre de cabello mayormente rubio, aunque habían partes que parecían ser más castañas que rubias. Sus ojos oscuros se clavaron sin previo aviso en los míos, haciéndome sentir miedo. La verdad es que su respuesta tampoco me dejó muy tranquila, ya que parecía haber trabajado mucho en darme una decente.

—Yo... Yo... Ya me siento mejor, debería volver a...— mis pensamientos se quedaron atascados, no conseguía apartar la mirada de sus ojos por mucho que lo intentase.

—¿A la parte delantera de la tienda?— Acabó la frase por mi el cuarenta-añero, dejando aparecer una sonrisa en su rostro. Si antes ya estaba asustada, verle sonreír fue lo que me hizo entrar en un pánico absoluto. Incapaz de responderle, sólo asentí con la cabeza repetitivamente. —Pero hay algo que no encontrarás en la tienda. La edición limitada de World Of Darkness: When Light Desappear (Gold Edition). Cada tienda de videojuegos solo recibió uno. Tiene escenas de más y una pequeña historia extra.— Dio en un punto débil el hombre, al darse cuenta de que había lograda retroceder un paso.



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En el texto hay: drama, juego, mundo virtual

Editado: 20.08.2018

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