Sebastián seguía angustiado, su vida había dado un giro de 180 grados en el instante en que Adriana había tomado la decisión de quitarse la vida frente a el, la imagen pasaba una y otra vez por su mente, la veía apagarse, como cuando le prendes fuego a una fotografía y esta se desvanece dejando solo cenizas.
Ella se había quítalo la vida por su culpa, ¿Cómo podía seguir viviendo con ese pecado sobre sus hombros? Había pensado solo en su felicidad, el solo quería estar con Paty y no le presto atención a lo que ella le decía, se arrepentía de lo grosero que había sido, por las cosas que le había dicho, trataba de pensar en otra cosa pero siempre que lo intentaba se venían a la mente las palabras de Adriana y la terrible escena, sentía un nudo en la garganta ¿Por qué le había hecho eso?
Paty insistía y le rogaba que comprendiera que el no tenia la culpa, que había sido decisión de Adriana, pero ella no entendía, ella no había visto lo que el vio, ella no había estado presente en el infierno que había sido esa noche, ella no había visto el horror de morir a una persona que te había rogado que le prestara atención, Sebastián estaba convencido que su vida definitivamente no iba a ser la misma.
Sus compañeros de clases también estaban conmocionados, no al mismo nivel que Sebastián, pero si al punto de pensar que en el grado once estaba cayendo una maldición, o al menos, fue lo que pensó María Fernanda, la muerte de Adriana era algo que sacaba de su ensueño a muchos y los llevaba a aterrizar en el mundo cruel, era algo tan inverosímil que muchos pensaron que les estaban jugando una broma, pero al ver el cadáver en la funeraria vieron lo real y serio que era todo, quedaron mucho mas sorprendidos cuando se enteraron que se había suicidado en casa de Sebastián.
Todos asistieron al funeral el cual fue bastante sentido, las chicas estaban muy conmovidas y los chicos acongojados, se les escapaban una que otra lagrima disimulada, Karla fastidiada decidió escabullirse con Paola, tenía entre manos un plan para deshacerse de su prima Ana Milena y este era el momento perfecto para ultimar detalles; Paola tenia sus recelos con el plan de Karla pero no quiso contrariarla, una cosa era fastidiarla y otra muy diferente quitarle la vida, pero ya la había ayudado en muchas cosas, no iba a echarse para atrás en esta.
Sofía se entero que Karla supuestamente estaba embarazada y no perdió la oportunidad de divulgarlo para fastidiarla, Karla quiso comérsela viva pero Paola estuvo nuevamente ahí para salvar el día, le aconsejo que era lo mejor que le podía pasar por que así Mauricio sentiría mucha mas presión y pondría menos resistencia al Matrimonio, el cual se llevaría a cabo en pocas semanas.
Karla se fue al baño y se lavo la cara, se preguntaba si esto valdría la pena, Ana Milena desaparecería y ella quedaría atada para siempre a un hombre que no amaba, su vida seria amargada y desdichada, se miro al espejo, no podía desfallecer, había llegado demasiado lejos, no podía ser débil, su vida era al lado de Mauricio quien le iba a garantizar su bienestar para siempre
Suspiro y miro preocupada a su amiga, al parecer Andrea estaba adquiriendo poderes para leer la mente, no sabia como reaccionar ante estos pensamientos, se encontraba en una gran encrucijada, pero se repitió, no podía desfallecer cuando faltaba tan poco.
Débora estaba furiosa, había encontrado nuevamente a Alfonso con la nueva psicóloga, estaban tomados de la mano, su rabia no era por lo que ellos dos pudieran tener, era por el miedo que Alfonso confiara tanto el Luna como para revelarle su secreto, ella ya tenia indicios por lo que le había pasado cuando contesto la maldita llamada en su presencia, pero si alguien le confirmara sus sospechas seria su fin, Alfonso al darse cuenta de su presencia sonrió, el muy cínico, tendría que encargarse de el definitivamente, estaba dejando muchos cabos sueltos, ya era hora de amarrarlos.
Se dio la vuelta al ver a la feliz pareja, pero el idiota de Alfonso la siguió
Débora se quedo mirándolo un instante y se sorprendió al darse cuenta de algo a lo que nunca le había prestado atención, la sonrisa de Alfonso era idéntica a la de su difunto esposo, sus ojos no pudieron ocultar el asombro, el la miro intrigado
Se alejó de el pensando en el extraño parecido de Alfonso y Alberto, estaba viendo tonterías por todos lados.
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Editado: 13.08.2020