Capitulo 17

Hola!! Espero que hayan tenido una buena semana, hoy les traigo un cap un poco más corto de lo usual, porque se vienen algunos que son bastante largos, en fin, que lo disfruten!! 

— Felipe, ¿Qué haces aquí?

— Vine a verte, ayer no te veías tan bien — miró mi ropa e hizo una sonrisa de ternura — Ahora, no pareces verte tan bien tampoco — sonrió.

— Sí, es que recién me levanto, pasa — me hice a un lado y lo dejé entrar.

Traté de volver a acomodar mi cabello mal peinado y volví a la cocina donde James y mi abuela me miraban extraños frente a la llegada de Felipe.

— No sabía que estabas aquí — comentó al ver a James.

— Pasé aquí la noche — comentó con malicia sin importarle que mi abuela estuviera presente.

— Abuela, él es Felipe, un amigo — intervine — Felipe, ella es mi Nana, Carmen y ya conoces a James.

La presentación fue un poco incómoda, mi abuela no era fan de los chicos con tatuajes en exceso y Felipe los tenía. Estoy segura que pegaría el grito en el cielo si se enteraba que yo tenía uno, por esa misma razón nunca se lo dije. Si bien representaba algo en mí y me recordaba una de mis más grandes penas, no iba por la vida enseñándolo. De momento, solo existían pocas personas que conocían la existencia de esa tinta sobre mi piel.

— Pero qué muchacho tan apuesto — sonrió con cortesía — Que amigos tan curiosos que tienes Elena — me observó con su típica mirada de “no me gusta, pero no diré nada al respecto”.

— ¿Qué te trajo tan temprano a visitarme? — curioseé mientras empezaba a beber el café.

— Pues quería contarte algo importante… — miró a James y luego a mi Nana — a solas.

— Oh, claro — dejé la taza sobre la mesa y lo encaminé a mi habitación para hablar. Una vez adentro, me senté sobre la cama esperando a que dijera algo, pero solo comenzó a recorrer mi habitación donde se detuvo frente a mi escritorio, observando la foto que tenía con Laura y Lucas.

— Lucas y tú se parecen mucho…— señaló — Supongo que ella es tu madre, tiene un lindo cabello castaño.

— Ella no es mi madre, es… era mi hermana — comenté con tono triste — ¿Qué es eso tan importante de lo que querías hablar?

Se volteó a verme y tenía una expresión un poco extraña en su rostro, como si hubiera atropellado a mi perro y no supiera cómo decirlo, no lo veía muy bien.

— ¿Recuerdas lo que te dije esa tarde, antes de empezar a vernos más seguido?

— Sí, que querías entrar en mí vida y ser parte de ella…

— Ser amigos y ver si surgía algo — me cortó — Luego antes del baile me besaste — recordó con ternura a lo que yo sonreí y asentí — Sé que confías en mí, pero no parece que me tuvieras en cuenta cuando pasan las cosas.

— ¿Qué quieres decir? Estuviste allí cuando sucedió lo de Lucas.

— Porque Nat me lo comentó — dijo tranquilo — Estuve allí, pero no porque me hayas llamado. Todos estaban allí, hasta Matt, que según me contó mi prima te estaba esperando fuera del restaurante.

— Eso fue una extraña coincidencia — o fue planeado para que así sucediera — No entiendo a dónde quieres llegar con todo esto.

— ¿Realmente me quieres en tu vida? O ¿Solo me dijiste lo que quería oír?

— Felipe, te quiero en mi vida, lo que pasó con mi hermano y el pasar tiempo con Matt son cosas…

— ¿Pasas tiempo con Matt? — me comentó curioso al interrumpirme.

— Sí, somos compañeros y es mi amigo — justifiqué sin llegar a entender del todo cuál era el punto de todo esto.

— ¿Son amigos, así como con James? — su tono era venenoso, como si quisiera decirme algo y no atreverse.

— ¿Hay algo de lo quieres hablar? Según tengo entendido, tú y yo somos amigos.

— ¿O sea que vas por la vida besando a tus amigos? — se cruzó de brazos y me esquivó la mirada, parecía un niño pequeño con una rabieta.

— Bien, ¿Qué te molesta? Si no me lo dices, no lo sabré. No leo mentes, no soy adivina y la bola de cristal no la tengo, si tienes un problema me lo dices y lo arreglamos como adultos — comenté firme y evitando que me manipulara.

— Me molesta que soy el último en enterarse de las cosas y no confíes en mí para guardar tu secreto, si me consideras aunque sea tu amigo, deberías de confiar en mí — sentenció.

— Bien, no sé de qué demonios hablas — con fastidio me levanté de la cama para enfrentarlo.

— Sé que este domingo harás una carrera cerca del pier de Santa Mónica. ¿Por qué no me dijiste que estabas metida en eso?

— ¿Cómo supiste? — aquello realmente me había tomado por sorpresa y con la guardia baja. No entiendo cómo corrió la voz tan rápido y llegó hasta él.

— Escuché una chica que participará de la carrera, mencionarlo en la fiesta del viernes ¿Es por eso que pasas mucho tiempo con Matt? — lo miré confundida — Los rumores dicen que es el hijo de un hombre muy peligroso, Lena si te está extorsionando para que lo hagas, podemos denunciarlo, iremos con la policía, ellos sabrán qué hacer.

— Felipe, agradezco que te preocupes y agradecería que, si quieres hablar de Matt, lo conozcas, él no es un monstruo — comenté enojada, no tenía la culpa de nacer donde lo hizo.

— ¿Por qué lo defiendes? No pensé que esa clase de chicos fueran tu estilo.

— Ah ¿Y tú sí sabes quién es mi estilo? — el veneno de aquella pregunta se podía notar a kilómetros.

— No, pero parece que James y Matt se acercan bastante — comentó de la misma forma.

— Felipe, si no tienes algo más importante que criticar mi vida y con quien decido pasar mi tiempo, agradecería que te vayas. Tengo cosas más importantes que hacer, que escuchar tus estupideces — solté con mucho enojo, cosa que pareció darse cuenta.

Soltó un largo suspiro y cerró los ojos, como si se estuviera calmando. Lo cual me llevó a esperar que dijera algo ya que no se movió de su lugar.

— Lo siento, tienes razón. No tengo que meterme en tu vida y con quien decides compartirla — dijo en un tono calmado para seguir la conversación — Es que pensé que ese beso había cambiado algo entre nosotros, sumado al hecho de que nos habíamos empezado a ver más seguido, me hizo creer que estábamos yendo en serio — comentó como si estuviera algo dolido — Fui yo el que se confundió. Además, en la madrugada, que Matt haya usado el término “Mi mujer” para referirse a ti, me llenó de preguntas.