[Capitulo 11]- ¿Una ayuda?
(Narrador omnisciente)
La tarde caía lentamente sobre la ciudad, y en una tranquila conversación en la acogedora sala de estar de Ana, las madres de Blanca y Javier, Ana y Marta, conspiraban con una sonrisa cómplice en sus rostros.
Ana: (susurrando) Marta, tengo algo que confesarte. He notado algo entre nuestros hijos últimamente, algo que me hace pensar que podría haber más que solo amistad.
Marta: (asintiendo) ¡Oh, Ana, no sabes cuánto me alegra que lo menciones! He estado pensando exactamente lo mismo. He visto cómo Javier mira a Blanca cuando piensa que nadie lo está observando. Hay una chispa en sus ojos que no puede ocultar.
Ana: (entusiasmada) ¡Exactamente! Y sabes, durante todos estos años que Blanca ha estado lejos, Javier nunca ha dejado de hablar de ella. Creo que nunca ha superado ese amor que siente por ella.
Marta: (sonriendo) Entonces, ¿qué dices? ¿Deberíamos hacer algo para ayudar a que se reencuentren?
Ana: (decidida) ¡Por supuesto! Tal vez podríamos organizar una cena en casa e invitar a Blanca sin que Javier lo sepa. Sería la oportunidad perfecta para que se vean de nuevo.
Marta: (asintiendo) Me parece una excelente idea. Y quién sabe, tal vez esta vez, con un poco de ayuda de nuestras madres, puedan darse cuenta de lo que sienten el uno por el otro.
Ana: (con una sonrisa traviesa) ¡Exactamente! Vamos a hacer de cupido y ayudar a nuestros hijos a encontrar el amor que merecen.
Con una complicidad renovada, Ana y Marta se pusieron manos a la obra, planeando cada detalle de su ingenioso plan para unir a Blanca y Javier una vez más, con la esperanza de que esta vez, el destino finalmente les concediera el amor que tanto anhelaban.
Editado: 08.06.2024