Juegos Prohibidos

Capítulo 8

Mantengo mi sonrisa en dirección de la cámara del teléfono de Joss quien toma el selfie mil que quiere enmarcar este momento donde nos vemos bien. Es tan divertido convivir con ellas, me han hecho parte del grupo super rápido.

 

— ¡Me encanta! Si solo pudiese publicarla en las redes sociales — sonríe triste; recordando una de las tantas desventajas de que te dediques a cosas como estas, a que juegues con las personas o en caso de ella hackeando para los Evans.

 

— Vida mía y chicas es hora de irnos — Joss abraza a Dan que entra a la habitación y se sumergen en su propia burbuja de miel.

 

Tomo mi bolso de playa con mis cosas para salir de la habitación; no he tardado tanto para estar lista, son mejores los paseos que no tardas tanto en planear. Además, con los Evans siempre es entretenido. Alcanzó a Adalyn en las escaleras, lista para marcharme.

 

— ¡Ya era hora! — Brayden ante su comentario obtiene una mala mirada de la rubia no rubia en estos momentos.

 

Riendo todos mientras siguen a Diego van saliendo del lugar, que nunca había estado tan sobrepoblado. El último en salir es Andrien quien parece perdido en su mundo, aunque intento buscar sus ojos en algún punto, sin conseguir nada. Cierro la puerta para así cerrar desde adentro y que no vayan a robarse lo que no tenemos. Volteo chocando contra un cuerpo de Matt, quien me sonríe antes de tomar mi rostro de manera tierna entre sus manos

 

— Tenemos que irnos — intento esquivarlo, pero me toma del brazo y luego de la cintura deteniéndome

 

— Eres una jodida provocación — jadeo cuando me presiona contra la pared, sus ojos están tan oscuros que me provoca escalofríos al ver esa mirada hambrienta — Y quiero hacerte tantas cosas y no ayudas luciendo tan bien… — pasa su dedo sobre mi labio, ¿Qué tratas de hacer Carter?

 

— Matt… — me calla acercándose despacio, sin despegar su mirada de mi boca.

 

Cuando está a lo que se le llama milímetros me separo caminando hacia la cocina sin decir palabra alguna, pasando una mano por mi cabello sintiéndome extraña. No quiero             que esto siempre sea así con él.

Rodeamos la casa y para sorpresa de todos no hay ningún auto o algunos de los chicos ¡¿Pero qué putas?! Nos dejaron esos hijos de sus madres, Matt ríe escuchado lo que pienso porque al parecer no solo lo dije en mi cabeza, golpeo su brazo y lo que hace es iniciar a caminar sin darme explicaciones.

 

— ¿Adónde vas Matt Carter? — lo sigo algo cabreada con el universo

 

— Iremos en mi auto. No está lejos — asiento como si pudiera verme; pero yo sí puedo ver su espalda ¡Ese idiota de cualquier ángulo se ve bien! Porque ese trasero no se le ve a cualquiera. Alza sus brazos al aire levantando su camiseta dejando a la vista su bóxer que están más arriba que sus pantalones mientras despeina su cabello y…

 

— ¡AY! — tropiezo con una roca provocando que Matt ría a carcajadas ganándose una mirada de odio de mi parte — ¡Imbécil!

 

— Pero al parecer no podías dejar de ver a este imbécil, me follabas con la mirada — le sonrío con falsedad clara — Déjame ayudarte

 

— No gracias, puedo sola — me aferro a mi bolso, vuelve alzar los brazos al aire — Pensándolo bien, ten.

 

Enarca una ceja divertido, me arrebata el bolso de las manos ágilmente como el ladrón experto que es. Este será un viaje largo si hemos comenzado así.

 

+

 

Son aproximadamente las 4pm cuando vamos llegando a la playa. A través de la ventana del auto puedo ver el sol cada vez más cerda de ocultarse. Matt me comento alguno de los planes para el fin de semana; entre ellos que Diego alquilo una casa de playa para disfrutar lo cual es genial. Sí sigue sorprendiéndome el poder que llegan a tener, consiguiendo lo que les venga en gana.

 

— ¿Liee? — dejo de ver por la ventana para prestarle atención — Yo les dije que nos dejaran — frunzo el ceño negando con lentitud ¿Enserio? Me estaba diciendo que todo fue un plan para que viniera a solar con él.

 

— Necesitaba pedirte… algo

 

— ¿Qué? Porque no me has pedido ni mierda durante el viaje —permanece en silencio hasta que detiene el auto, y creo que me lo dijera me enoja más.

 

— Necesito que finjas ser mi novia— no sé si reír o llorar ¿Qué yo que? ¿Y eso como por qué? ¿Para qué? Estoy por hacerle esas preguntas, pero se adelanta — Perdí una apuesta y se les ocurrió que te pidiera andar conmigo — bajo la vista a mis uñas pintadas de un café y azul.

 

— No lo sé Matt, es algo ridículo eso — no dice nada simplemente baja del auto dando un portazo.



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En el texto hay: mentiras, amor, dinero

Editado: 26.01.2023

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