No quiero, pero no puedo explicarle lo que siento, lo que sucede ¡Jamás en la vida! ¿Como podría? No es algo que se pueda decir a la ligera, tampoco algo que me dé la esperanza de ser perdonada. No puedo. Mis ojos se llenan de lágrimas nublado mi vista, las manos me dudan, mi mente es un torbellino ¿Por qué nunca sospeche que sería igual a Sean? ¡¿Dónde está mi sentido común
?! Soy una tonta, es tan increíble lo iluso que uno puede llegar a ser, y hasta que no lo hayas vivido en personas no lo entendederas, me considero astuta, fuerte, decidida, pero... Unos malditos policías… unos ojitos bonitos… ¿Por qué no sospeche de su trabajo tan misterioso? ¡Tonta, tonta, tonta!
— ¿Te iras así nada más? Yo no puedo dejarte ir, no puedo renunciar a ti y tampoco puedes pedírmelo no después de esta semana, no luego de enamorarme de esta manera — corta una vez más el espacio entre nosotros — Dímela, dime una sola razón Ava Kylie por la que estás haciendo esto, quiero escuchar esa buena razón por la que te alejas — niego con la cabeza, no puedo, no puedo, no puedo niego al borde del llanto.
—Yo…yo no te quiero cerca— miento, con los ojos a punto de estallar
— ¡Mientes!
Toma mi cintura para apoyarme contra la pared y besarme una vez más, dejándome sin aliento, soy malditamente débil, en esta oportunidad no logro resistirme y enrollo mis brazos en su cuello, jalo de su cabello profundizando el beso, queriendo tener todo absolutamente todo de él, de Ryan Collins. Ese maldito apellido. Me vuelvo presa de sus labios, seremos debilidad, la droga, la necesidad del otro. Estoy segura... Es como querer dejar de respirar para que alguien más viva cuando todos moriremos al final.
— Dame esta noche Ava Kylie — jadeo
Seguramente mi extraño silencio lo toma como un “No” ya que poco a poco se separa, cierro brevemente los ojos, unos ojos cafés únicos me observan con una inmensa tristeza; es una noche lo que me está pidiendo, eso para muchos es nada, pero en el fondo sé que para nosotros marcara el cierre o incrementara nuestras emociones. Y debo esforzarme que sea el punto final de la historia prohibida.
Las decisiones que tomo son siempre una estupidez, una mas no será nada ¿No? Esto es una guerra perdida. Sera nuestra última noche, cuando se vaya no mirare atrás lo olvidare de una vez por todas, seguiré con mi vida ignore que esto alguna vez sucedió, será un espacio en blanco en mi vida desastrosa, me encargare de borrarlo. Lo que me propongo lo logro.
— ¿Amantes de una noche? — sonríe como solo él puede hacerlo, robo un fugaz beso antes de arrastrarlo fuera del lugar. Para una de las mejores noches de mi vida o el fin de ella.
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Unas caricias en mi espalda hacen que despierte, son lentos movimientos a lo largo de ella. El aroma de las almohadas me recuerda donde estoy y con quien estoy, me siento inmensamente feliz al instante. La luz ni siquiera me estorba.
— Mi chica de ojos misteriosos, lamento despertarte, pero he preparado el desayuno para ti — la sabana que cubría la parte baja me es arrebatada cuando ignoro al castaño, mi piel se eriza sintiendo sus caricias nuevamente — Ahora pago por amarte y el pecado de adorarte
Su voz es un pequeño susurro ronco que escucho perfectamente, con esas frases en las que todas caen. Volteo aceptado que no voy a poder seguir durmiendo en la cama de Ryan, capto en sus ojos la lujuria y una de sus sonrisas picaras ¿Ahora qué demonios le pasa? Un bombillo se enciende en mi cabeza, estoy completamente desnuda a su vista…
— ¡Hey! Aparta la mirada
— No hay nada que no haya tocado o besado — se inclina para besar mi vientre haciéndome suspirar, lo aparto antes de que continúe, no necesito esto ahora.
Me incorporo, conforme camino voy encontrando mis pertenencias en el suelo a excepción de la parte de arriba, que saber dónde putas quedo, saco de su armario una camiseta azul eléctrica, estoy colocándomela cuando noto las maletas en la entrada de la habitación; como si agua helada cayera sobre mí el cuerpo se me congela, regresándome 100% a la realidad, recordándome que hoy se ira del país y que ahora si en definitiva debo terminar con este jueguito. No habrá oportunidad para otra noche de amantes.
— ¿Pasa algo Ava Kylie? — la exprecion de ambos cambia radicalmente
— Creo que lo mejor es irme
— Pero necesitamos conversar de nosotros…
—No hay, no existe un nosotros. — lo corto
— Claro que si lo hay — se acerca, toma mi mano dejando sobre ella una llave, frunzo el ceño sin entender lo que sucede, no causes más dolor Ryan exijo con la mirada — Es de este departamento, nuestro departamento — niego de inmediato eso no puede hacerlo, devuelvo la dichosa llave apartándome, dando pasos lejos de él