Dahlia Dahlia Dahlia, ¿Qué había hecho? lo primero que me dicen "no confies ni en tu propia sombra" y es lo primero que haces.
Me encontraba pensando y viendo como los tres sujetos que me acompañaban me miraban descaradamente y para alivianar el ambiente fui la primera en romper el hielo.
—¿Cómo saben mi nombre y quienes son?—
—Soy Brais—. Hablo el chico que conducía, no sabría decirles si era atractivo o no ya que tenia gafas y no había quitado la vista del volante pero su mandíbula era muy marcada y se ve realmente genial... lo siento tengo un fetiche con las mandíbulas marcadas.
—Yo Nate— Un chico de mi edad podría decirse, muy cute si lo miraba se sonrojaba.
—Mucho gusto Dahlia, soy Zaydeh— Era el chico que me gritó que me subiera al auto. Ahora que lo pienso todos tenían un gran parecido, ¿Serán hermanos?.
—Si Dahlia somos hermanos— Hablo sarcásticamente al que ya había identificado como Brais.
—Harld nos dijo tu nombre— Ahora hablo Nate el chico de las mejillas rojas como lo había denominado.
—¿Por qué les dijo mi nombre?— Pregunté con mucha curiosidad y asombro ya que realmente quería saber por qué Harld uno de mis mejores amigos le daba mi nombre a unos desconocidos.
—No somos desconocidos Dahlia—Brais dijo con su voz ronca y con un tono de molestia, ¿Acaso podía oír mis pensamientos?.
—Si Dahlia puedo oír tus pensamientos— Pero que diablos, ¿Qué es?, ¿Un robot?.
—No Dahlia, no soy un robot pero tampoco te diré que soy, consideralo como telepatía—. Ok hay más secretos, ¿Nate puede volar y Zaydh puede hacerse invisible?
—Maldición Dahlia deja de ver tantas películas de superheroes, tu imaginación es muy infantil.
Ni soy un superheroe ni tampoco quiero salvar tu estúpida vida— Wow pero que delicada me salio la nena.
De repente el coche se detuvo, recordándome que no estaba sola y ellos aun son totalmente desconocidos para mi.
—Bájate de mi coche, ahora— Hablo Brais con un tono de enojo en sus palabras.
—No Brais, no se va a bajar del coche y no es solo tuyo— Zaydeh le respondió educadamente. Por lo que Brais solo continuo el camino que nos dirigía a, espera
—¿A donde vamos?— vi como todos se miraban para saber quien iba a responder y empecé a ponerme nerviosa.
—A donde no te importa mocosa— Brais siempre con sus comentarios ofensivos como si realmente me ofendieran.
—Dahlia, no estés nerviosa mis hermanos tienen una relación amor-odio y por lo tanto siempre es conflictivo estar cerca de ellos— Me susurró y me pide dar cuenta que yo nunca mencione en voz alta que estaba nerviosa.
—¿También puedes leer los pensamientos?—
—No, solo puedo percibir los sentimientos. Brais y Zaydeh pueden leer pensamientos además de otros talentos, mamá dice que aún no desarrollo todos mis talentos para pertenecer al equipo—. Iba a continuar hablando pero una voz lo interrumpió.
—Nate, que estas diciendo, ¿Por qué le vas contando toda nuestra vida a una desconocida?—
— ¿Cómo logro escucharnos?— le pregunte a Nate mediante un susurró.
—Aparte de que Brais puede usar telepatía contigo, Zaydeh puede escuchar a larga distancia además de poder usar telepatía conmigo—
—Brais no puede usar telepatía contigo?—
—No, no puedo mocosa— Deberías de dejar conversaciones ajenas. Exacto lo dije en mi mente ahora al saber que sabe lo que pienso
— Ya Basta, Brais deja de maldecir y tú...—. Me señaló a mi—Deja de ser tan ruidosa en tus pensamientos, mi mente esta colapsando por que ustedes tres no dejan de pensar tonterías—.
Después de que Zaydeh terminará de hablar hubo mucho silencio, silencio incomodo y pude ver detalladamente por primera vez al antes mencionado, ojos rasgados al tan punto de poderlo confundir con un asiático pero no tan rasgados para serlo de un tono oscuro que sabría diferenciar si eran negros o solo demasiado oscuros para diferenciarlo, nariz a lo Kate Middleton, labios carnosos y muy rojizos, cabello azabache y una tez muy pálida que empecé a creer que era un vampiro.
Luego dirigí mi mirada a Nate, este al igual que sus hermanos tenía la tez pálida, ojos de bambi muy tiernos de un azul tan intenso como el del océano, cabello grisáceo que al parecer había teñido recientemente, era muy lindo.
Y por último Brais, de ojos felinos con un verde muy intenso, cabello claro, tez pálida y no dejaba de ser atractivo, podía deducir que seria el Aegan Cash de su instituto. Así es no dude en compararlos con nuestros perfectos mentirosos de nuestra queridisima Alex Mirez. Pero a diferencia aquí dudo que sean buenos mintiendo, en fin apoyo a Jude con Adrik.
A lo que íbamos, salí del trance en el que estaba para poder ver a mi alrededor dándome cuenta que ya habíamos llegado a una casa que para mi
era bastante conocida, la casa de Harld.
—¿Qué hacemos aquí?— Hable al ver que todos se iban bajando.
—Hemos llegado a nuestro hogar— Brais se rio sarcásticamente y no dude en rodar mis ojos hacía arriba, Nate me miraba con una sonrisa mientras me tendía la mano para que bajase del auto y bueno Zaydeh el había desaparecido apenas llegamos.
Al tomar la mano de Nate educadamente, escuché la puerta principal abrirse y pude enfocar a Harld, no dude ni un segundo en salir corriendo para tirarme hacia el.
—¿Te encuentras bien pequeña?, ¿Estos idiotas no te hicieron nada?— negué varias veces y me escondí en su pecho.
—Que rara eres, primero nos cuestionas a todos y sacas un carácter muy fuerte y ahora ves a Harld corres hacia el y te escondes en su pecho de manera sumisa, no es de mi incumbencia pero, ¿Son pareja?—Brais nunca deja de hablar sarcásticamente y solo opte por sacarle la lengua.
—Dahlia ve a mi habitación y no bajes hasta que yo te llame, ¿Entendido?— Asentí y me dirigí a donde me había enviado, pasaron unos minutos y empecé a sentir mucho sueño por lo que rápidamente caí en brazos de Morfeo.