La noche estaba por caer y yo seguía acostada en el sillón sin ninguna intención de levantarme, mi teléfono no dejaba de sonar y se que eran mi hermanos lo cuales deben de estar preocupados por mi porque desde la mañana que me salí de la casa no me he reportado con ellos para nada y la verdad no tengo intención de regresar a casa aún, se que debo, pero no lo quiero, el solo pensar en que mis padres seguirán ahí demostrando su felicidad por que gane el sorteo me provoca dolor de cabeza y en este punto no tengo ganas de discutir con ellos nuevamente y desperdiciar mi tiempo cuando podría estar planeado como largarme de este pueblo sin que me atrapen o me detengan. Mi teléfono siguió sonando hasta el punto de hartarme, por lo que abrí WhatsApp para ver quien estaba tan insistente.
En la bandeja de entrada la mayoría de los mensajes provenían de mis hermanos los cuales no dejaban de preguntarme si estaba bien o si necesitaba algo, en vez de contestarles a los dos por privado puse un mensaje en nuestro grupo donde les avise que estaba bien y que me encontraba en el estudio, quiero pensar que esos mensajes los lograron calmarlos, ya que ambos me contestaron que estaba bien y de ahí más no volví a recibir un mensaje de ellos por lo que seguí navegando en mi bandeja de entrada y me sorprendió ver un mensaje de Elián, al instante abrí su chat:
"¿Cómo estás?"
Recibido a las 3:00 pm.
"Viva"
Enviado a las 6.30pm.
"Necesitamos hablar antes de que nos junten"
"¿Dónde estás?"
Recibido a las 6:35 pm.
"¿Para qué?"
"Estoy en el estudio"
Enviado a las 6:36 pm.
"Estoy a 5 minutos, espérame y no le digas a nadie que voy"
Recibido a las 6:37pm.
"Ok"
Enviado a las 6:38pm.
Después de ese último mensaje no recibí respuesta alguna de Elián, realmente no sabía de qué quería hablar ni mucho menos sabia porque no quería que le dijera a nadie que venia para el estudio, era raro, toda esta situación era rara y efectivamente después de cinco minutos escuche como empezaban abrir el local, lo cual solo consistía en abrir la puerta, pues la cortina de metal se quedo levantada; me levante del sillón y camine hacia la puerta solo para ver como Elián ya había entrado y ahora se encontraba nuevamente cerrando la puerta.
—Para que nadie nos interrumpa —dijo una vez que termino de cerrar la puerta, Elián camino hacia el sillón donde se dejó caer y coloco su mochila a un lado —. ¿Qué haces en el estudio sola?
—Precisamente quería estar sola —caminé nuevamente hacia el sillón y me senté a su lado, pero mirando hacia él —. ¿De qué querías hablar?
—¿Cómo estás? —preguntó ignorando mi pregunta anterior —. Se que no querías ganar.
—Frustrada, pero sobre todo decepcionada —dejé caer mi cabeza contra el respaldo y cerré mis ojos —. No puedo entender cómo es que a pesar de que le dije que no, aun así, no les importo nada y me eligieron.
—No se podía esperar más de esos idiotas —contestó.
—¿Tú cómo te sientes? —pregunté, pues él también estaba involucrado en esto.
—Yo ya me había hecho la idea —tomó su mochila y de ella extrajo una botella de agua a la cual le dio varios tragos.
—¿A que te refieres? —pregunté al mismo tiempo que él bebía de su agua, el ver como se movía su manzana de adán al pasar el agua se me hizo algo muy sexy haciendo que no pudiera evitar concentrarme en todo ese movimiento, olvidándome por un momento lo importante de esta conversación.
—La razón por la que regrese a ese pueblo fue por el concurso —en mi cabeza algo hizo clic y recordé que una vez había comentado eso, pero no dio más explicaciones, por lo que esta vez lo mire esperando que continuara hablando —. ¿Sabes quien es mi padre? — yo solo asentí como una forma de respuesta —. El presidente y mi padre llegaron al acuerdo que yo sería la mejor opción para el concurso de este año o al menos eso me dijo.
—¿Y porque aceptaste? — realmente estaba confundida, si mi padre decidiera eso y yo estuviera fuera de este pueblo no hubiera regresado para cumplir su capricho, sobre todo si eso implica arruinar mi vida.
—Porque me amenazó —antes de que pudiera preguntar el siguió hablando —. La razón por la que te digo hoy esto es porque tarde o temprano te vas a enterar y no quiero malentendidos.
—¿Qué malentendido puede existir? —realmente estaba confundida.
—No serias la primera en creer que yo puedo seleccionar a mi pareja— me aclaro —. Realmente no es posible y yo no tenia ni idea de que tu serias la seleccionada —por mi mente nunca paso la idea de que él me pudo haber elegido de compañera o si quiera que el tuviera esa posibilidad, pero ahora que puso esa idea sobre la mesa no suena tan descabellada e incluso me hace dudar —. Jamás me dijeron quien seria la otra selecciona, por era un riesgo para ellos.
—¿Qué riesgo puede representar? —pregunté.
—El alertarte por ejemplo —dejó caer su cabeza contra el respaldo —. Ellos son conscientes de tu carácter y desprecio hacia el concurso.
—¿Cómo sabes eso? — Elián hablaba con mucha seguridad que me lograba generar muchas dudas.