Ya en la cama acostada con Rita después de la noche extraña que tuve, ella voltea a mirarme y detecto las miles de preguntas que tiene.
-“¿Qué paso?”- suspiro tratando también de entender que fue lo que paso. Después del desplante que tuve por parte de Pedro se mostró frio conmigo y no me dirigió la palabra. Solo se despidió de mi al dejarme en casa.
-“No tengo idea, nos besamos y cuando estaba todo subiendo de nivel…me pregunto que buscaba”-
-“¿Qué respondiste?-
-“la verdad”-
-“¿sabías tu, que le gustabas?”- fruncí el ceño sorprendida
-“¿yo?”- ella asiente.
-“me lo comento Leandro, su amigo… me dijo que se sentía feliz que por fin él te hubiera invitado a salir, le Conte que fue al revés, y me conto que desde hace mucho está interesado en ti”- vaya eso no me lo esperaba, que sorpresa el primero lio que meto y está interesado en mí, aunque siendo sincera no me creo eso, levábamos tres años conociéndonos, y nunca note ningún rastro de interés hacia mí.
-“vaya noche… no me creo eso Rita, pero ahora tengo que buscar a otra persona, ¡que frustrante!”- suspiro sin dejar de pensar la pérdida de tiempo que había tenido.
Mientras Rita dormía yo no podía dejar de dar vueltas en la cama, me levanté despacio sin despertarla, encendí mi laptop checando las respuestas de mi última publicación en el post, tenía cien vistas y veinte comentarios, muchos de ellos eran de apoyo y otros de consejos.
Hoy Sali con el primer chico para mi plan, ¿quieren saber cómo me fue?...tan tan tan…
Mal, me fue muy mal, en resumen: elegí a un playboy muy exquisito, pero resulto que conmigo deseaba ir despacio… quería algo serio. ¿no tengo mala suerte?, en fin, chicos, seguiré en mi búsqueda, hoy recién inicie, así que solo me queda tener paciencia.
Termine de escribir y publique el anuncio, mire el reloj era las tres de la mañana aun, y no tenía sueño. Comencé haber las vistas del ultimo capitulo que había subido de la novela y no había aumentado las visitas, esto me frustró un poco. Tengo que iniciar la siguiente novela ya, pero necesito avanzar con mi plan, no tengo que fallar esta vez.
***
Llegue a mi casa pasado el mediodía, cuando ingrese en la cocina estaba Leila, una chica de treinta años que servía en la casa, prácticamente era la ama de llaves del lugar ya que se encargaba de los demás servicios domésticos.
-“señorita, Bienvenida, ¿deseas almorzar?”- me acerque a ella sentándome en la silla que estaba a lado de la isla.
-“no, gracias. ¿Dónde esta mamá?”- cuando pregunte, ella me miro desconcertada.
-“salió con sus hermanos, señorita. Les dije que la llamaran, pero dijeron que no deseaban interrumpirla”- torcí la boca ante su respuesta.
-“da igual, llámame para la cena”-
-“¿le aviso cuando lleguen?”-
-“no es necesario”- sabía que tampoco preguntarían por mi. Al saber que estaría sola me hubiera quedado en casa de Rita. Felizmente me quedaba dos años para acabar la universidad e irme de casa.
Ya en mi habitación revise los comentarios de mi último post. Todos se reían de mi mala suerte, pero hubo un comentario que llamo mi atención, no por lo que escribió, sino porque era alguien que nunca había comentado mis posts. Conocía a toda la comunidad y sabía quién era nuevo en mis blogs, pero llevaba ya tiempo que no tenía usuarios nuevos.
“Debes de ser alguien muy exquisita… como para querer tomarte en serio”
Sonreí al leerlo, quise responderle, pero creo que sería mejor dejarlo así, ignorarlo, tal vez esta acción llame su interés en ese usuario.
Pase la tarde mirando Netflix mi seria favorita, “Yo nunca”, me encantaba mucho como veía la vida la protagonista y sus cambios de humor tan volátil, me hacía querer vivir mi vida con mucha intensidad.
Llego el momento que más odiaba, la cena. No odiaba comer, si no reunirme con esos extraños que decían ser mi familia. No me mal interpreten, no soy la típica chica rebelde que odia a su mama y hermanos, solo que mi situación es diferente.
Cuando cumplí quince años la vida se rompió para mí, diagnosticaron a mi madre con cáncer al colon y estaba en la última etapa, no había mucho que hacer. Solo éramos mama y yo, semanas antes que muriera, ella me confeso algo que cambiaría mi vida, me revelo que yo era adoptada, y que deseaba que encontrara a mi verdadera familia. Al parecer le preocupo que me quedara sola, ya que mi madre no tenía a nadie, siempre fuimos solo las dos. Ella ya había averiguado quienes era mi verdadera familia, lo único que faltaba era ponerse en comunicación con ellos, y así lo hizo, al inicio supe que ellos tuvieron una posición renuente, pero al enterarse que ella moriría hicieron un apto de caridad. Cuando murió mi madre, el día más nefasto y lúgubre de mi vida, ellos llegaron a presentarse llevándome a su casa. Mi vida cambio de un día para otro, pero no piensen que ellos estaban felices de verme, no. Ni mi verdadera madre y mucho menos mis hermanos están felices de verme. Ya ha pasado dos años desde mi llegada aquí, y solo soy la huérfana que crían, no tengo interacción con ellos, solo las comidas que me siento como una expectante mirando la interacción que tienen.