Todos los hechiceros y maldiciones estaban luchando en una batalla que decidirían en gran medida el futuro de todo esto, o eso es lo que se espera…
Daichi y Fudo, se encontraron de nuevo con lo que era reconocida como la maldad pura, la revancha contra Usuaka estaba por iniciar…
–Él es…
–Si, padre, es… Usuaka…
–Me alegra mucho que aún me recuerden, bueno, demos inicio… –Usuaka sin decir nada más, expandió sus huesos para llenar de estocadas a Daichi y a Fudo.
–Muro Impenetrable –mientras Fudo alzó la defensa, Daichi se fue al ataque directamente.
–Vientos Salvajes –con fuertes ráfagas de viento, Daichi demostraba porque es el líder del clan Takebe, en eso, Usuaka contratacó con sus huesos, pero Daichi las esquivó sin problemas y tomó su distancia.
–Eres increíble, padre, ya te adaptaste a sus ataques.
–No, bueno, si, pero, es extraño.
–¿Por qué?
–Porque… siento que esto ya lo había hecho antes, o ya lo había visto…
–Pues si, ya lo habíamos enfrentado.
–Si, pero, es distinto, siento que esa técnica la conozco desde mucho antes…
–No le des tantas vueltas, al menos tenemos esa ventaja tuya.
–Si, ataquemos por ambos lados.
–Corte de Espadas: Mar de fuego y Vientos Caóticos. –Fudo llenaba sus espadas de los elementos de su ritual, provocando más daño.
–Vientos Salvajes: Máxima Potencia. –Daichi seguía acorralando a Usuaka junto a Fudo, y lo único que podía hacer Usuaka era retroceder mientras usaba sus huesos como escudo.
–¡¡Maldita sea!! –Usuaka se enfureció hasta el grado de que liberó una excesiva cantidad de huesos al azar, pero Daichi y Fudo lograron esquivarlas sin mayor problema.
–Lo tenemos bien acorralado. –Fudo se distrajo, y un hueso iba a su cabeza, pero Fudo uso su brazó como última medida para cubrirse.
–Carajo, no vuelvo a distraerme.
–Fudo, ¿estás bien?
–Si, padre, estoy bien, no te preocupes. –Fudo se quedó con el hueso incrustado en el brazo, iba a quitárselo, pero cuando volteó a ver a su padre, notó que tenía un rostro que mostraba terror, su padre estaba horrorizado…
–¿Qué sucede, padre?
–A-a-así murió tu madre…
–¿Qué…?
–Esta es la técnica ritual que mató a tu madre…
Fudo había quedado perplejo, ¿cómo era posible que la técnica ritual de Usuaka había matado a su madre?
–No puede ser…
Pero, cometieron la cosa que más debían evitar en este preciso momento… Distraerse en la batalla…
–¡¡Padre!!
Un hueso atravesó el cuello de su padre, sin dudar, Usuaka había aprovechado toda la situación para herir mortalmente a Daichi.
–Con razón se me hacían conocidos… Si, así es, parece ser que… yo maté a tu madre, Fudo… ¡¡yo soy el asesino de tu madre!! –Usuaka se reía hasta no poder más, le causaba una enorme gracia toda esta gran coincidencia.
–¡¡Y ahora voy a matar a tu padre!! Voy a ser el asesino de tus padres, ¡¡es tan gracioso!! –Usuaka no tenía ninguna pizca de misericordia hacía Fudo.
–¡¡Padre!!
–Fudo… vete de aquí… –Daichi hablaba muy bajo, estaba sangrando mucho…
–Espera, deja que te cure…
–No puedes… no has dominado bien los rituales inversos… además, aunque puedas, no se puede hacer nada ahora…
Usuaka, al descubrir todas estas casualidades, se llenó de poder, era más fuerte ahora.
–Pero, no podemos…
Usuaka empezó a atacar de nuevo, logrando herir más a Fudo.
–¡Mierda!
–Fudo… vete… si te quedas, moriremos los dos…
–¡No digas idioteces, te voy a llevar conmigo!
–¡Fudo, hijo!
–¿¡Qué!?
–Un viejo como yo… no va a poder hacer nada después…
–Pero…
–Kiriko, te encargo mucho a mi hijo…
Kiriko Suito apareció de la nada, y se llevó cargando a Fudo y a Akane. Azumi, Sadashi, Isamu y Majime presenciaban todo con lágrimas cayendo de sus rostros.
–Tenemos que irnos, esto va a empeorar…
–¡¡No, espera, Akane, di algo!!
Akane había sido sedada por Kiriko, y Fudo también estaba siendo sedado para que no pudieran poner resistencia.
–Lo siento, amigo…
–¡¡Kiriko, hay que ayudar a mi padre!! ¡¡Padre!! ¡Padre! Padre. Padre…
Fudo ya se estaba quedando inconsciente, a lo lejos, Daichi se despedía de su hijo, con una sonrisa…
–Siempre estuve sin hacer nada, traté de estar siempre con él, aunque yo estuviera mal o triste, ¿será que fui un buen padre?
–Fuíste un excelente padre, Daichi…
–Akira… tu también fuiste una muy buena madre.
–Me halagas, pero, ya es hora, vámonos…
–Espera… tengo que hacer una última cosa, por la nueva generación de hechiceros, por mi hijo…
Con sus últimas fuerzas, para que los demás hechiceros lograran huir, y para contrarrestar a Usuaka, quien estaba en su auge de fuerza…
–Expansión de Dominio: ¡¡Fuerza Desmesurada de los Mil Vientos!!
Encerró a Usuaka en su dominio, buscando debilitarlo mientras permitía que los demás lograrán huir. Después de un momento el dominio colapsó, y el cuerpo de Daichi caía del mismo…
–Te quiero mucho hijo, por favor, cuídate, y gracias por preocuparte tanto por mí… No debería pedir esto, pero, mata a ese maldito Usuaka desgraciado…me reuniré con tu madre… te estaremos esperando… esto no es un adiós, sino un… nos vemos…