Julia (enlazados2)

Treinta y cuatro

Fabricio

Pase la noche en una nube de ensoñación respecto a la salida con Julia y mas cuando me enteré de que me aceptaría las invitaciones que yo dispusiera. A la mañana siguiente todo mi entusiasmo se vino abajo, los informes de las investigaciones de mi padre han llegado y no son para nada alentadores, pero del robo nada, está limpio o eso parece.

La semana paso entre reuniones con los abogados y pedidos por entregar, mi mente vuelve al mismo punto de la investigación, parece insólito que el señor Damiani esté limpio, que no esté involucrado sabiendo de lo que es capaz; parece que la investigación tuviera un muro que no nos deja pasar, que solamente nos deja ver lo que él quiere.

- Deja la pensadera Fabricio, yo te di una opción

- Adriano ya sabes mi respuesta

- Ya lo sé, pero siempre vamos un paso atrás y como andamos no conseguiremos nada

- ¿A quién vamos a infiltrar?

- Pues ... - lo interrumpo –

- No hay nadie lo suficiente confiable que pueda hacerlo, además debe saber de Joyería; Adriano debe moverse en este medio y no es fácil lo que estás sugiriendo

- Entiendo tu punto, pero ¿dejarás que sigan desangrando la empresa? ¿van a esperar que pase algo peor?

- No se Adriano, entiende que la situación se puede salir de control

- Fabricio solamente te pido que lo piénsalo, consúltalo con tu almohada

Adriano me deja con una sensación extraña; sé que tiene razón, pero no conozco la persona indicada para algo tan peligroso y me enoja no tener la solución precisa.

Mi lunes empezó tortuosamente mal, Octavio necesita un anillo y todavía no esta terminado ya perdí la cuenta las veces en que los joyeros lo han fundido y vuelto a hacer, al final de la tarde ya por fin está en el área de pulimiento y brillo, yo personalmente estoy supervisando el trabajo; estoy de espaldas a los cristales cuando noto que los chicos están concentrados en algo o alguien detrás de mí, al voltearme no creo a quien veo con una enorme sonrisa, viendo a través de los cristales, vuelvo la mirada hacia los chicos y están embelesados viendo a Julia igual que yo, pero hay una diferencia esa sonrisa es solamente para mí, así que salgo a su encuentro

- ¿Hola cómo están?

- Hijo mío, muy bien, traje a Julia para que viera como los diseños de enrejados – contesta mi madre, Julia solamente observa todo -

- Ah ya, los chicos están el proceso de calado de las piezas

- ¿Fabricio estas ocupado?

- No madre

- Bueno lleva a Julia a conocer las instalaciones y más exactamente el área de diseño; tengo una reunión de última hora con las chicas de ventas

- Con gusto madre

Salimos del área de armado y nos encaminamos hacia los diseños

- ¿Como te tratan Julia? – me sonríe –

- A mí, muy bien ¿a ti no tanto? – frunzo el ceño-

- ¿Por qué la pregunta? – paramos en medio del pasillo, me toma del brazo y me observa con detenimiento –

- Tienes cara de preocupación y ojeras

- ¿Enserio? – me toco la cara –

- ¿Qué pasa Fabricio? – suspiro y me recuesto en la pared –

- La cuestión es larga Julia y no quiero preocuparte

- Ya lo hiciste Fabricio y de aquí no me voy hasta que hables

- Julia ... vamos a el área de diseño – empiezo a caminar y siento que no me sigue, volteo y esta de pie con los brazos cruzados mirándome feo -

- Todo puede esperar Fabricio, de aquí no me moveré

- Está bien mujer, vamos a la oficina ¿ahora te moverás? – me sonríe y avanza-

- Ahora sí Fabricio

Verla caminar delante de mi es algo sugestivo, así que miró para otro lado; al llegar a la oficina me adelanto para dejarla pasar

- Julia me pones en una situación difícil – vuelve a mirarme feo-

- Nahh, si es porque le voy a decir a alguien; no te preocupes mi numero de amigos y conocidos es bastante reducido, y a ese numero no le voy a decir nada – ahora si está molesta –

- Bueno Julia... llegó el informe de las investigaciones del robo, no hay nada, parece como si supieran nuestros pasos y todo nos deja a una Karina como única culpable

- Sabemos que ella sola no lo hizo

- Si, pero no hay nada y no sé qué hacer – de manera estrepitosa entra Adriano a la oficina, hablando de más –

- Fabricio aquí tienes los informes de Florencia y los preliminares de las investigaciones, hay que infiltrar a alguien, no hay otra opción - después que soltó todo fue que levantó la mirada –

- Adriano ... -  le digo, Julia me mira con una sonrisa maliciosa –

- Disculpa no sabia que tenias visita, lo siento señorita

- No te preocupes, soy Julia – se dan las manos –

- No sabes cuanto gusto me da conocerte, como ya sabes soy Adriano; abogado de este

- Ya me di cuenta

- Me voy en otro momento nos veremos Julia – asiente y se va, y yo estoy viéndola –

- Fabricio hay esta la solución, infiltra a alguien

- Julia, no

- Dame una razón válida para ese "no"

- No hay nadie lo suficiente confiable que pueda hacerlo, además debe saber de Joyería;

- Esas no son razones válidas, yo puedo entrenar a quien escoja, para eso necesito un mes como mucho, se puede infiltrar como becado de la escuela, así no será sospechoso

- Ya dije que no mujer

- Tu sabes que es la solución, pero no quieres admitirlo, eres terco ...

- Julia ya entendí el punto y no te lo negar..., pero ¿quién podría hacer ese trabajo? – me revuelvo el cabello -

- Hay que encontrar a la persona precisa, pero eso no es todo ¿verdad?

- Me estas leyendo la mente Julia – me sonrió fuerte -

- Ojalá pudiera, pero no, eres fácil de leer solamente - me señala el rostro- 

- ¿Me observas? – le pregunto y me acerco a ella, aunque un escritorio nos divide -

- Si, te observo y analizo – me recuesto en la silla y me tomo la cara –

- Mi padre les infiel a mi mamá y no contento con eso tiene otra familia con hijos y todo



#44400 en Novela romántica
#7261 en Chick lit

En el texto hay: robo, italia, joyeria

Editado: 27.12.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.