Julia (enlazados2)

Cincuenta

Julia

Londres es una ciudad que te cautiva, te atrapa, aun con su típico aire frío; vamos en el auto y ellos van conversando animadamente, yo mientras tanto me deleito en el paisaje que pasa ante mis ojos.

Llegamos al hotel para descansar un poco, Octavio nos dejó ahí con la consigna que en una hora llegáramos a su casa, que estaba al este Londres.

- En serio Julia, eres la chica más sencilla – observa mi morral y su maleta –

- Soy práctica Fabricio... todo lo que necesito está en ese morral y ¿porque lo dices?

- Pues... las chicas tienen muchas cosas que llevar y casi siempre son innecesarias – nos estamos mirando a través de un enorme espejo –

- Y ¿te disgusta que sea diferente al montón de chicas? – frunce el ceño y se sonríe –

- No ... me encanta que esa versión – me señala – sea mía

- Oh ... buen punto – le guiño el ojo –

Salimos antes de lo previsto del hotel, directo hacia la casa de los Almoraz, mi vista se deleitaba en la cantidad de casas lujosas y bien cuidadas, el trayecto lo hacemos en completo silencio, paramos en una casa de rejas altas, muy altas

- Se nota que hace sistemas de seguridad – se sonríe y me voltea mirar-

- Si, hasta en eso es dramático el pobre – nos sonreímos los dos –

Al bajarnos del auto escucho las risas de niños y el ladrido de un perro, tomó del brazo a Fabricio ya que no se con que clase de personas me encontraré, aunque Octavio tenga un aura de buena gente; al tocar nos recibe una chica con una amable sonrisa; sinceramente estoy desconectada de lo que pasa alrededor, estoy alerta, no hacen pasar hacia la parte trasera de la casa y siento que Fabricio me susurra al oído "tranquilízate estás conmigo" y así lo hice, recordé las palabras del doctor en el penal "respira" al llegar al patio ya estaba relajada. Mi visual en este momento era de una familia feliz, dos chicos de unos 6 a 7 años metidos en una piscina con un perro nadando de aquí para allá, instintivamente sonreí ganas, hacia nosotros venía una joven bellísima con gafas y como con unos 4 a 5 meses de embarazo

- Hola bienvenidos – nos da besos a ambos- mucho gusto kailam

- Hola Julia – me enfoco en los chicos y el perro –

- Octavio esta en el despacho Fabricio, ves te espera allá, yo me quedo con Julia - lo volteo a mirar y me sonríe de tal manera que me hace entender que estoy segura -

- ¿Son tus hijos? – me aventuro a preguntar -

- Si, el niño es Rafael, la niña Ivana y el perro es Alaska – me sonrió –

- Son lindos tus hijos ... quería darte las gracias por el bouquet

- Oh – se sonríe un tanto avergonzada- se que fue algo abrupto, pero Fabricio no se decidía a declararse, así que le dimos un empujón

- ¡En serio! La verdad pasó algunos días para que yo pudiera ver el bouquet, ya éramos pareja cuando me lo mostró

- ¿Pero lo tienes? – me mira expectante no sin dejar de echarle un ojo a los niños-

- Bueno... decidimos dejarlo en su casa

- Ah bueno – me llega un olor a panecillos recién hechos y cierro los ojos-

- Huele a panecillos recién horneados – se sonríe y mira hacia dentro de la casa –

- Es mi hermano Ian, hoy se le dio por hornear panecillos, pero es más  lo que se come que lo que deja para los demás

- Huelen delicioso – nos levantamos para entrar a la casa –

- Chicos se acabó la piscina, vamos a almorzar – y es cuando los chicos me enfocan – saquen a Alaska de la piscina, Rafa estás a cargo – asiente y hacen así tal cual les dice su mamá –

- Son obedientes – se sonríe –

- Bueno ... digamos que ahí van, rafa es más obediente ya que ha tomado el liderazgo de hermano mayor y ha mejorado, Ivana es todo menos obediente

- En serio – vamos de camino hacia la cocina y nos encontramos con un chico joven horneando panecillos –

- Ian... te presento a julia – no la deja terminar –

- Hola ... mucho gusto Ian, eres la novia de Fabricio ¿verdad?

- Si soy yo – sus ojos me escanean -

- Aunque eres muy linda, te pensé diferente – Kailam rueda los ojos –

- Deja de chismosear Ian y tráenos unos panecillos con jugo – kailam le hace ojitos y él asiente-

Conversamos de todo un poco, me admire que kailam fuera tan sencilla, no sé en qué momento llego una chica rubia muy alta con un niño de más o menos un año

- Hola gente ... al fin llegamos, el tráfico esta horrible – se tira en el sofá y hace gestos dramáticos –

- ¿Hola Sofia y Gael? – le pregunta kailam, tiene la cara tapada de forma dramática -

- Esta en despacho con Octavio y Fabricio – levanta la mirada y me observa – oh que vergüenza, eres Julia ¿verdad?

- Si... hola

- Por dios no te detalle cuando llegue – se quita los zapatos altísimos que llevaba puestos – discúlpame

- Tranquila – entra el mismo joven con el jugo y los panecillos –

- Aja y el mío Ian – se voltea y se sonríe –

- Ven a buscarlo Sofia Almoraz – kailam se sonríe y me susurra-

- Pasan así todo el tiempo, es normal

Si con Alice reía, con estas mujeres lo hacía el doble, no esperaría para juntar a estas chicas con mi amiga, serían una bomba.

El almuerzo fue igual, risas y más risas, me sentía en confianza, Fabricio al término de este volvió a encerrarse en al despacho, pero ahora lo hacían con Ian. Sabia de que hablaban, Octavio tenía la persona precisa para infiltrar en la escuela, este fin de semana se definía y cerrada el objetivo "buscar al infiltrado".

Acorde con las chicas que saldríamos con los niños al día siguiente por un helado, quería conocer a Londres con ellas como una naciente amistad, intuía que así sería. En las horas de la noche ya en el hotel me entero de que Fabricio se va con los chicos a verse un partido de fútbol al estadio Wembley, no se quienes jugaban, pero me bastaba con la cara de euforia de él, entendí que era un plan de hombres.

En cambio, nosotras íbamos con los niños, y Alaska por un helado y recorrer Londres. 



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En el texto hay: robo, italia, joyeria

Editado: 27.12.2019

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