Realmente estaba feliz... muy feliz, tanto que fui al trabajo con una sonrisa pegada en la cara. Escuché el teléfono vibrar, y lo miré.
Inició de mensajes
- Hola hermosa, ¿Cómo estás?
- Bien
- Bien mi vida.
- Me alegro
- Yo mucho mas mi amor. Ya estás lista para la boda.
- Ya te he dicho que no me voy a casar.
- No sé cuántas veces tengo que repetírtelo la verdad.
- Hay preciosa, por lo visto no sabes lo que te espera.
Fin de mensaje
Reflexione un rato en lo que estaba pasando, y llegué a la conclusión de que me da igual. No cambiare mi decisión.
-¡Oye Kady!. Andas muy distraída. ¿Qué pasa? -me interroga Brandon.
-Muchas cosas y a la vez nada. Asuntos familiares que la verdad no tienen importancia-digo con una sonrisa fingida.
-Pues tu cara me dice otra cosa, te olvidas que te conozco desde hace tres años.
-Esta bien, te contare-digo dándome por vencida -se supone que estoy comprometida
-¡¿Qué?!-exclama sorprendido y luego cambia a enojado-¿Porqué no me habías dicho antes?-expresa enojado
-Pues no es obligatorio contarte-entrecierro los ojos-además puedo resolver mis problemas yo sola-junto mis manos y ruedo los ojos.
-Si, lo se, pero también te puedo apoyar.
-Si, eso también lo sé, nunca he dicho que no. Pero, tampoco puedo depender de ti todo el tiempo.
-Pues, yo si quiero que lo hagas, Kady, sabes lo que siento por ti, se que no correspondes a mis sentimientos, pero aunque sea quiero que me cuentes las cosas que te pasa.
-Lo sé Brandon, pero no te puedo contar todo si no estamos todo el tiempo juntos-y seguí con mi trabajo ignorándolo.
Se lo que siente por mi desde hace dos años, sin embargo no siento lo mismo que él. A él y a Camilo los veo como hermanos ya que los míos son un asco, recuerdo como me enteré de eso y fue la sensación más extraña de mi vida.
-Óigame, señorita, me sirve otra botella de cerveza-dice un cliente borracho.
-Lo siento, pero, según las normas de el bar, ya no se le puede dar más bebidas alcohólicas a personas que pasan el límite de sobriedad-digo de forma calmada.
-A mi me vale, quiero otra copa-dice arrastrando las palabras.
Miro a mi alrededor, y encuentro a Camilo y Brandon ocupados y mis otros compañeros también. Tomo aire y me preparo para lo que viene.
-Señor lo lamento, pero no se lo puedo dar.
-¿Dónde está su jefe?, haré que la despidan por incompetente.
-Mire Señor, será mejor que se retire del local, o quiere que llame a seguridad-mentí ya que no había seguridad, además él está borracho no se dará cuenta.
-A mi usted me respeta, yo puedo salir sólito de aquí, cuando me dé la reverenda gana de irme-se paro y se fue.
Las horas faltantes de trabajo, pasa tranquilamente a la hora de salir, trato de salir lo mas rápido que puedo.
-Hey Honey-llaman.
Camino sin mirar atrás porque se quien es, y la verdad estoy cansada y no quiero hablar con nadie.
-Kadira se que me estas ignorando, tenemos que hablar y lo sabes-escucha el tono de voz serio.
-¿Qué pasó Camilo?-digo rodando los ojos.
-Paso que mi hermano anda cabreado y se que es algo contigo, porque estaba contigo antes de estarlo. Asique dime que tú ¿Qué pasó?
-Le dije que estoy casi comprometida, y con lo que siente por mi me imagino que está cabreado por eso.
-Ohhhh... ahora entiendo todo eso-dije de forma pensativa-espérate estas comprometida-se sorprende.
-No quiero hablar de eso, gracias-digo esperando que entienda mi expresión facial.
-Esta bien. Bueno nos vemos mañana vale??.
-Esta bien, hasta mañana.