CAPÍTULO OCHO

Una Cita Perfecta

Después de la fiesta nos volvimos inseparables, juntos en el instituto, salíamos a comer helado al final de clases, nos íbamos juntos hasta que nuestros caminos se separaban, luego nos mandábamos cientos de mensajes, me siento flotar, aunque no sé si soy su novia o un ligue más.

Ya ha pasado la semana y hoy sábado tenemos nuestra primera cita oficial.

¡Una cita de verdad!

¡Qué emoción!

¡Qué nervios!

¿Cómo haré para ir? Porque como se enteren mis padres me matan, tengo que armar una excusa perfecta. ¡Ya sé! Gema... La llamaré...

— ¡Hola! — la saludo con mucha emoción— ¿cómo estás guapa?

— Bien guapa, ¿y tú?

— Súper feliz.

— Me alegro muchísimo amiga parece que Charlie tiene buen efecto en ti.

— Y a ti Marcos — oigo que ríe — necesito un favor súper grande.

— El que quieres, sabes que cuentas conmigo para lo que sea.

—  ¡Tengo una cita de verdad! — prácticamente grito —pero mis padres no pueden enterarse por nada, no sé qué hacer, ayudarme por favor.

— Wow, tal vez ahora si te pida ser su novia, mira hoy tengo una reunión con unos compañeros para estudiar, puedes decirles que estarás conmigo, me pasas a recoger y luego desde que nos dejen, cada quien por su lado. 

— Eres un genio amiga.

— Lo sé, además sé, que lo harías por mí.

— Obvio, bueno deja prepararme y nos vemos en tu casa, ¡chao!

— Chao guapa.

Ya resuelto el inconveniente, comienzo a prepararme, opto por un pantalón de pitillo negro, una blusa color turquesa y unas botas de tacón negra, me gusta el resultado, lo completo planchando mi pelo, colocando un poco de rímel y brillo en los labios, ¡ya estoy más que lista!

Paso a buscar a Gema y nos encaminamos hacia el lugar donde ella se reunirá para estudiar, de ahí pediré un taxi y me iré a donde nos encontraremos Charlie y yo, será en la cafetería, es como si fuese nuestro lugar privado, es un tanto romántico.

Llegamos, espero a que Rick mi chofer desaparezca para coger el taxi, no quiero llegar tarde a mi primera cita.

Cuando llego lo encuentro en la puerta esperándome, nos montamos con su chofer, pero antes me saluda con un beso en la mejilla, me sonrojo.

— Hola Karlie ¿como estas? —me pregunta ya sentados en el coche.

— Bien ¿y tú?

— Mucho mejor desde que estoy contigo — le soy sincera — ¿Me contaras el porqué andas siempre tan pensativo y mirada triste?

— Sí, te lo contaré,  quiero que hoy sea perfecto y haya confianza entre los dos.

— Gracias.

Nos quedamos mirándonos mientras nos vamos acercando poco a poco, Dios me va a besar.

— Llegamos niño Charlie—dice su chofer y me sobresalto.

Charlie sale primero y luego me ayuda a salir, cuando veo a mi alrededor, quedo enamorada, me ha llevado al jardín Concepción es el más bello y romántico de Málaga.

Este lo crearon una pareja de esposos, su amor a la naturaleza los unió, plantaron poco a poco las plantas traídas de toda Europa y así se fueron creándolo.

Damos un paseo por el palacio Loring, la casa del jardinero, en un momento siento a Charlie tomarme la mano y yo me dejo gustosa.

Vamos al museo Loringiano, la casita de los Cipresses, este lugar es maravilloso, único, hermoso e incluso en unos de los lugares se presentaron escenas de Hércules, se siente como si estuviéramos todo un mundo en un pequeño espacio.

Comemos helado, reímos, es un lugar relajante y muy romántico.

Cuando nos vamos creo que ya ha terminado nuestra cita y me siento un poco triste, pero me sorprende cuando a solo unas cuadras que solo caminamos, nos detenemos en un restaurante muy pintoresco, nos colocan en una mesa y en vez de sentarse en frente de mi, arrastra su silla y sienta a mi lado, con su mano sobre la mía, pedimos nuestras comidas, luego me dice lago increíble.

— Toda mi tristeza es por mi madre y siento rabia por mi padre, quiero contarte todo de mi, pero también quiero saber porque solo andas sola, apenas estas con Gema y nunca mencionas a tu familia, quiero saber todo de ti.

— Está bien, te lo contaré — accedo.