Kassandria. La Ciudad Perdida

Cap. 49 Historias compartidas I

 

Mientras Jason se ocupaba de Altair, Harry, Joseph y Bill intentaban interrogar a Evil, pero aparte de repetir una y otra vez que tenía que hablar con Jason, no habían logrado mucho más. Esto trajo como consecuencia que Louis perdiese la poca paciencia que tenía y comenzase a gritarle.

  • ¡¿Intentas hacernos creer que te preocupa la salud de mi sobrino?!  --  vociferó  --  ¡Porque si es así pierdes tu tiempo, no voy a creerle al sujeto que ha estado torturándolo durante más de cuatro años!

A Evil le sorprendió que le dijese aquello, pues aquel furioso individuo no tenía modo de saber lo que había sucedido en Kassandria durante aquel tiempo, pero luego se dijo que era fácil de suponer que no habrían estado de fiesta precisamente. Sin embargo, con lo que Louis dijo a continuación, la sorpresa de Evil se elevó muchísimo, pues Louis comenzó a enumerar los horrores que habían sufrido los chicos y si esto era posible era porque había visto en los recuerdos de Evil las muchas heridas sufridas y el estado general de Altair y Ben a lo largo de aquellos años. Lo que Louis no tuvo en cuenta fue que las madres de los chicos estaban escuchando, y mientras Abigail parecía a punto de desvanecerse y era un solo mar de lágrimas, Dominique tenía un brillo asesino en los ojos y de no haber sido por Joseph, posiblemente habría descuartizado a Evil con sus propias manos. Louis siempre había tenido el pésimo defecto de la inconsciencia y acababa de demostrarlo una vez más al decir todo aquello en presencia de la pobre Abigail y de Dominique, pero Louis era Louis y no iba a cambiar a estas alturas.

  • Sé que no vas a creerme  --  dijo Evil después que superó su sorpresa  --  pero yo no les hice nada
  • ¡Tienes razón, no te creo!  --  le gritó  --  ¡Así que comienza a decirme algo que si pueda creer o te juro que aquí y ahora voy a enviarte directo al infierno!

Después de lo que habían escuchado, ni siquiera Harry estaba muy seguro de querer evitar que los chicos mataran a aquel individuo. Evil por su parte había llegado a dos conclusiones; la primera, que la princesita Weasley como llamaba Raziel a Louis, compartía con éste la habilidad de introducirse sin permiso y sin hechizo en las mentes ajenas; y segundo que, si no hablaba ya mismo con el sanador, nada podría hacer por Altair, pues estaba seguro que aquellos enfurecidos individuos iban a matarlo. No era que él hubiese guardado muchas esperanzas con relación a poder conservar su vida y lo único que le interesaba era salvar la de Altair, pues el gran problema de Evil, era que por primera vez en su vida se había enamorado real y sinceramente, aunque fuese del hombre más equivocado del mundo, ya que estaba igualmente consciente de que no había ninguna posibilidad de que Altair sintiese otra cosa que no fuese desprecio por él. No obstante, Evil decidió que lo importante era preservar la vida de Altair y esto fue lo que le indicó que realmente lo amaba, porque estaba dispuesto a dar su vida por la de él. De manera que con las cosas así, insistió una vez más.

  • Por favor, déjenme hablar con el sanador  --  dijo mirando a Joseph que era el que le parecía más ecuánime de todos los que estaban allí
  • ¿Para qué exactamente?  --  le preguntó Joseph
  • He estado intentando decirles que puedo darle información importante con relación a la enfermedad que padece Altair
  • ¿Y qué te hace pensar que mi hermano necesita tu ayuda?  --  le preguntó Anthar

Esto confundió brevemente a Evil, pues hasta donde sabía por las investigaciones de Weiss, el sanador no tenía hermanos, pero hizo eso a un lado y siguió en lo mismo.

  • Créeme, necesitará mi ayuda

Sin embargo, aquella estéril discusión se prolongaría durante casi dos horas en las que no obtuvieron nada más y decidieron llamar a Jason, pero Anthar regresó casi enseguida diciendo que él aun atendía a Altair.

  • ¿Pero le dijiste que era importante?  --  preguntó Evil
  • No supondrás que encontraría más importante hablar con un criminal que salvarle la vida a nuestro sobrino ¿no?  --  le dijo él con supremo desprecio
  • ¡Pero es que no podrá!  --  exclamó Evil intentando ponerse de pie

No obstante, se vio apuntado por ocho varitas y volvió a sentarse, aunque no dejó de insistir en el mismo asunto hasta que la puerta del consultorio se abrió dando paso al sujeto por el que había estado clamando.

 

Una vez que Jason había finalizado con Altair, caminó hacia Tyler que parecía a punto de morir.

  • Tranquilo hermano, tu hijo va a estar bien  --  le aseguró y tuvo que sujetarlo

La tensión que había estado viviendo Tyler las últimas tres horas había hecho efecto y los músculos de sus piernas se aflojaron al igual que los del resto de su cuerpo.

  • ¡Tyler!  --  exclamó Rose
  • Descuida Rose, está bien  --  le dijo Jason sentándolo en la silla que Silver había hecho aparecer junto a él  --  Lo estás, ¿no?  --  le preguntó a Tyler
  • Sí  --  contestó  --  gracias Jason  --  le dijo y él sonrió
  • Rose por favor, encárgate del aseo de Altair y luego pásalo a una habitación  --  le dijo y Tyler lo miró con aprensión  --  Es solo para que descanse un poco como es debido




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