Mientras que Kataleya, María y Carlos estaban viajando hacia Macondo, Lisha había descubierto a Brenda y a Pedro, de 8 y de 9 años de edad, haciendo cosas que se suponían estaban prohibidas, estaban escuchando la música de rock y estaban jugando juegos de mesa, de los cuales el que camina por entre los surcos, a través de su portavoz, Constantino II habían prohibido, y en esa noche, ya que Lisha los atrapo en la noche, los había llevado delante de Constantino II, y sin contar además, de que Brenda había estado haciendo algo que también estaba prohibido, había estado dibujando, y en cuanto a Lisha, sabia, o por lo menos eso creía, que estos niños, hermanos de hecho, serian castigados severamente, por parte de Constantino II, y cuando esa noche, cuando Lisha los había descubierto haciendo todas las cosas prohibidas, y llevando los dibujos que había estado haciendo Brenda, como evidencia, y cuando los había llevado delante de Constantino II, junto con los dibujos, como evidencia, y en cuanto a Constantino II, tras ver los dibujos de Brenda, Constantino II pregunto a Lisha:
-Lisha, dime, ¿Quién hizo estos dibujos?
-Esta niña, Constantino III -contesto Lisha Bustamante, a la vez que señalaba a Brenda.
Y en cuanto a Lisha, había quedado sorprendida, al ver que lo que había dicho Constantino III, que había dicho lo siguiente:
-Felicidades mi niña, tienes el don de la vista.
-Pero, Constantino III, estos niños estaban haciendo cosas prohibidas, tenían música de rock, jugaban juegos de mesa, y tienen estos dibujos extraños, el que camina por entre Las cosechas de plátanos lo ha prohibido -reclamo indignada Lisha.
-Ahí, Lisha, tu no lo entiendes, amiga mía -dijo Constantino III, y después de unos segundos para pensar, continuo diciendo- esta niña tiene el don de la vista, estos extraños dibujos, como tú los llamas, Lisha, son en realidad visiones, y solo hay que saber interpretar, y estoy seguro que nuestro señor, el buen señor, puede ser lo suficientemente indolente y también flexible, con las reglas que nuestro señor a impuesto a nuestro pueblo de Macondo, y ahora llévalos en donde estaban que escuches su música y que jueguen esos juegos prohibidos, ya que estos dibujos son en realidad advertencias.
Y a pesar de que esta Lisha Bustamante cada vez se encontraba más inconforme con Constantino III, por el momento le haría caso, pero sabía muy bien esta Lisha que llegado el momento tendría que traicionar a este Constantino III para poder tomar el control del pueblo de Macondo, ya que en opinión de Lisha, este Constantino III, estaba cambiando las cosas, ya que esta Lisha Bustamante, consideraba a su señor, el buen señor, es un señor de sangre y sacrificios, y no un señor de ceremonias, y como, según Lisha Bustamante le estaba pasando estos cambios a Constantino III, pero por el momento le haría caso a Constantino III, y no solo le estaba pasando esto a Lisha Bustamante, sino que también a los habitantes del pueblo de Macondo, y sabia esta Lisha Bustamante que sería cuestión de tiempo a que cambiaran las cosas en el pueblo de Macondo, y Lisha Bustamante lo que ignoraba que en el pueblo de Macondo si cambiaria, pero para mal, en opinión de estos fanáticos religiosos.
AL DIA SIGUIENTE
Al dia Siguiente, en el pueblo de Macondo, los fanáticos religiosos de la Iglesia Bautista, de la cual estaba en la actualidad controlando Macondo, y cuando estuvieran en las plantaciones de plátanos, que en su momento, y antes que pasara todo lo que pasara de los fanáticos religiosos de la Iglesia Bautista, era la máxima economía, en el pueblo de Macondo cuando Constantino II y los miembros de la Iglesia Bautista estuvieran reunidos en las plantaciones de Plátanos, Constantino II grito con gran voz dijo:
-Hermanos, el señor hablo conmigo anoche, y antes de que su rostro me quemara con su fiereza me tape mi rostro con mis manos, y en cuanto el buen señor me ha mostrado lo que iba a pasar.
- ¿Y qué es lo que iba a pasar, según nuestro señor? Querido líder, Constantino II -pregunto a su vez Lisha.
-Que extranjeros llegar a nuestro pueblo, 2 mujeres y 1 hombre, y estos 3 forasteros serán incrédulos, nuestro señor me ha dicho que tengamos cuidado , ya que no solo son incrédulos, sino que también son poderosos, más que el policía -grito Constantino II a la vez que indicaba con una de sus manos en donde se encontraba el policía, que había sido sacrificado, y que habían puesto plátanos en los ojos, obviamente las cuencas de los ojos se encontraban vacías y junto con la boca con plátanos, en un grito eterno y silencioso, y en cuanto a Constantino II, después de una pausa dramática, continuo gritando con gran voz- y que estos forasteros incrédulos y pecadores, intentan persuadirlos en pecar en contra del que camina entre los surcos, pero hermanos, no caigan en el pecado y la idolatría, y nuestro señor a pedido que estos 3 incrédulos y pecadores sean sacrificados al igual que el policía.
Y en cuanto al resto de los miembros de la Iglesia Bautista gritaban alabanzas a este supuesto dios, que en realidad era un demonio quien los estaba manipulando.