La batalla hacia el ultimo conspirador, el Kampus habia muerto, el que habia provocado todo, por un motivo extraño que solo el Kampus sabia el por qué lo habia hecho, y en cuanto a la propia Kataleya, después de su transformación habia vuelto a su forma humana, pero obviamente, la transformación consumía mucha sangre, y que por ende, la propia Kataleya se encontraba hambrienta, a pesar de que habia vuelto en su forma humana y que habia entrado y después de una dura batalla habia vuelto a su forma humana, y que en ese estado, después de su transformación se encontraba en su estado más primitivo, y el propio Carlos Serrano lo sabía a la perfección, y en cuanto a Carlos, les advirtió a todos:
-María, Gabriel, Fátima y niños, por favor, por lo que más amen quédense quietos, por nada del mundo se muevan, ya que, si lo hacen, será lo último que harán en sus vidas.
-Pero, ¿Por qué, Carlos? -quiso saber Gabriel.
-Solo observen y verán, amigos míos -fue lo único que contesto Carlos.
Y mientras los fanáticos religiosos de La Extinta Iglesia Bautista de Macondo estaban horrorizados, y varios gritaban que habían matado al buen señor, y el que estaba más cerca creyendo que Kataleya estaba débil, en su pobre cabeza le daría el golpe final y que vengaría al buen señor, pero como en ese momento Kataleya estaba en su lado más primitivo, ósea Kataleya era puro instinto asesino, y aprovechando la más mínima oportunidad, Kataleya se abalanzo sobre el idiota que supuestamente iba a vengar a su señor, y la propia Kataleya se abalanzo al probe muchacho ingenuo y a la vez mordiéndole la yugular, chupándole toda la sangre al muchacho, y el chico lo único que logro hacer es gritar de dolor hasta la muerte, y los demás fanáticos religiosos no tuvieron tan buena suerte como creyeron, ya que corrieron la misma suerte que el chico muerto a manos de Kataleya, pero la propia Kataleya tampoco tenía la culpa, ya que se encontraba en su lado más primitivo, la que era puro instinto asesino, y que Kataleya volviera a ser ella misma tendría que saciar sus bajos instintos con respecto a la sangre, alimentarse de cualquiera de que lamentablemente se moviera, y los únicos que se habían movido eran los fanáticos religiosos de la Extinta Iglesia Bautista de Macondo, y precisamente cuando estaba amaneciendo cuando Kataleya habia recuperado la razón, ya se habia alimentado de suficiente sangre de fanáticos religiosos como para estar suficientemente llena, pero al parecer no tanto, ya que se desintegraba de a poco con el sol, ya que en ese momento el propio sol ya estaba en lo alto, y Carlos señalo a los fanáticos religiosos que habían quedado inconscientes y Kataleya siguió alimentándose de fanáticos religiosos hasta estar llena de sangre y volver a generar las pocas partes que perdió por el sol.