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Habían llegado a las montañas, tenían sus zapatos cubiertos de nieve y las tres sentían que sus rostros estaban congelándose, tensos debido al fuerte viento helado, para una de las tres era normal, pero para Megan y Maya era un sufrimiento total.
-Dime, por favor, que ya llegamos.-Dijo Megan.
-Ya llegamos.-Dijo Gadath.
A lo lejos había una fogata oculta detrás de unas grandes rocas. Las tres se acercaron.
-¿Quiénes son?.-pregunto una chica morena con pieles y armaduras puesta, y con un arco colgado y flechas a su alcance.
-Ella es Megan y ella es Maya.-Dijo Gadath señalándolas.-Son del otro lado.
-¡¿Del otro lado?!.-Dijo La chica.- ¡Eso es fantástico! ¡Bienvenidas! Mi nombre es Jeika.-termino estrechándoles la mano, notando lo heladas que estaban.- ¿Quieren sentarse al lado de la fogata?
-Déjate de tonterías Jeika.-Dijo una chica de cabello hasta los hombros y de color negro con ojos tan grises como el cielo frio de aquel día.- Son un par de extrañas, Gadath ¿por qué las trajiste?
-Buscan a la princesa kecia, y a su acompañante del otro lado.
-Son solo rumores, no sabemos si lo este.
-las sirvientas del palacio dijeron que la habían visto, dicen que se parece mucho a la reina Dagaria, y tiene los mismos ojos de…-Jeika se detuvo y volteo a ver a Gadath.-…de ya saben quién.
-Ambas son amigas de La princesa.-Dijo Gadath.
-Amigas? Como creerles?
-Escuche señora.-Dijo Megan.
-Mi nombre es Irin y tengo tu misma edad.-Dijo.
- Como sea, su desconfianza es normal, nosotras estamos confundidas, sabe? Hasta hace poco nos enteramos que Kecia tiene un apellido raro y bastante importante, luego Gadath se convirtió en otra Gadath y nos explicó las cosas extrañas que hay en este sitio, créame lo último que queremos es hacerle daño a usted o a la que hace un tiempo fue la chica que me caía mal. Vine aquí para buscar al chico que me gusta, chico que está acompañando a Kecia y eso es lo único que me importa.-Megan termino agitada de su desespero.
Irin suspiro y rodo sus ojos.
-Está bien, que se queden.
-¿Donde esta Dan?.-pregunto Gadath.
-Se ha adelantado con Leila, Jei, Azeneth y Ealther. Decidieron adelantarse y llevar comida a la guarida.
-Solo quedamos nosotros.-Dijo un chico de cabello oscuro hasta su cuello y alto, saliendo de la oscuridad de la cueva.
-Bethan? Porque no fuiste con ellos?
-Dan me dijo que las cuidara a las tres, ahora veo que son cinco, más trabajo.
Irin y Jeika rodaron sus ojos.
-En realidad lo hicieron porque él es el más lento.-Dijo Irin.
-Por supuesto que no, me ofendes querida.-Dijo el chico.
-Bethan es el más fuerte, pero a la vez el más lento, una tortuga sería más rápida que él.-Dijo Jeika.
-Exageran. Pero no miento cuando dije lo de Dan. Un gusto señoritas como ya lo saben soy Bethan.-Dijo el chico poniendo su frente sobre la de Maya y luego sobre la de Megan. Duro más en la frente de Megan y cuando se alejó la miro con curiosidad. Bethan era un chico atractivo, y sus ojos color cafés le daban un aspecto de calidez.
-Curioso.-Dijo Bethan a Megan.
-No vuelvas a tocarme la frente idiota.
-Megan!.-Le regaño Maya.
-Lo siento chicas, es así como solemos saludar, yo les extendí la mano porque pensé que reaccionarían de esta forma, pero Bethan no es para nada precavido no es así?.-Dijo Jeika, mirándolo.
-Lamento haberlas incomodado, Maya y Megan.-Se disculpó Bethan, todavía mirando a Megan con curiosidad.-Traeré comida.
-Gadath, vuelve a tu otra forma, aquí es peligroso.-Le dijo Irin y al instante Gadath se convirtió en la chica con cabello negro y bastante largo y sus ojos azules se convirtieron en negros.
Más tarde Bethan había llegado con frutas.
-¿Frutas?.-Dijo Megan.-Camine hasta aquí, ¿para comer fruta?
-Creí que cuidabas tu forma.-Dijo Maya.
-Sabes hace cuanto no pruebo una rodaja de pan? Desde que tenía trece, este abdomen no se consigue de cualquier forma, pero eso era en mi pasado, ahora más que nunca quiero una estúpida rodaja de pan con mucho chocolate caliente.-Dijo Megan.
-Es lo que hay Megan, y es lo único que tenemos para ganar energías para el viaje que nos espera, iremos a nuestras guaridas, está a tres días de aquí.-Dijo Gadath.
Megan rodo sus ojos.
-Dame el mango.-Le dijo a Bethan quien sostenía las frutas.
-¿El qué?.-Dijo Bethan.
-El mango.-Repitió Megan.
-No sé qué sea eso.-Dijo Bethan confundido.