El ave espíritu de Rarforth los había hecho caminar por días, el cansancio era evidente en los cuatro, de vez en cuando paraban para comer algo y tomar agua, incluso para ocultarse de las bestias ayudantes de la reina que buscaban a Kecia.
-¿A donde nos lleva este pajarraco?.-Pregunto Wayne.
-¿escuchan eso?.-Pregunto Sean.
A poca distancia podían escuchar el mar, las olas arrastradas hacia la orilla y golpeando las gigantes piedras y montañas cubiertas de nieve. Anduvieron un poco más subiendo a una colina, el sonido se hizo más fuerte al igual que el viento.
-El mar.-Dijo Kecia.
-Nos lleva al oeste.-Dijo Glazunov.
-Aquí el mar no está congelado.-Dijo Kecia con curiosidad.
-En algunas partes hace más frio que en otra, pero lo que es seguro es que el agua está bastante fría.-Dijo Glazunov.
-En el oeste hace calor, de seguro la nieve no llego allá.-Dijo Sean.
El ave búho de Rarforth siguió volando sobre el mar, esperando a que lo siguieran.
-Oye vuelve aquí ¡Nosotros no podemos volar!.-Dijo Glazunov.
-¿Cómo quiere que le sigamos? No tenemos un barco.-Dijo Wayne.
-Quizá está buscando algo.-Dijo Sean.
Y efectivamente lo estaba haciendo pues el ave volvió y detrás de ella venia un barco.
-Pero si es un barco de barbaros.-Dijo Glazunov.
Un barco Langskip venia siendo remado por varios hombres.
-Son peligrosos Sean.-Dijo Glazunov.
-Si vienen con el ave de Rarforth no debe ser así.-Dijo Sean.
El barco se detuvo y un hombre alto y con barba y mirada intimidante se acercó a ellos. El hombre comenzó a hablar en un idioma extraño, Wayne no entendía nada, pero curiosamente Kecia podía entender algo de lo que el hombre decía.
-¿Qué es lo que dijo?.-Pregunto Wayne.
-No hablo idioma barbaro.-Dijo Glazunov.
-Dice que el ave de su amigo Rarforth los encontró, y que solo Rarforth sabe en donde se ocultan, pregunta que para que los hemos llamado.-Dijo Kecia.
-Le entiendes?.-Dijo Wayne.
-Su padre le enseño, era amigo de barbaros, y aunque estos no pertenecen a nuestro reino, consideraban a Arthur como su rey por ser un hombre bueno con ellos y dejarlos pisar estas tierras, el rey quería que aprendiéramos el idioma de ellos pues decía que enseñarles a ellos a hablar como nosotros sería algo ofensivo, a menos que ellos quisieran. Los barbaros siempre han sido independientes, consideraban al rey como un hombre bueno y le seguían pero no obedecían todas las leyes.-Dijo Sean.
-Nosotros estar agradecidos con rey, ahora no seguir a nadie…mi nombre ser Wulfkah -Dijo el hombre y luego continúo hablando su idioma y kecia le respondió, al cabo de una pequeña charla en su idioma, el hombre asintió y camino hacia el barco.
-A dónde va?.-Dijo Glazunov.
-Quiere que lo sigamos.-Dijo Kecia y los cuatro procedieron a seguirlos, una vez montados en el barco vieron como hombres grandes y con barbas abundantes remaban el barco y adelante iba Wulfkah. Comenzaron a remar y el barco comenzó a moverse.
Entre todos hablaban como si estuvieran peleándose mientras remaban. Miraban a Kecia y a sus amigos de forma extraña.
-Ella ser hija de rey Arthur damond, hombre bueno, ayudo a nosotros. Nosotros ayudar a hija.-Dijo Wulfkah.
-La reina de ahora nos trata mal.-Dijo un hombre, hablando más claramente.-Mi nombre es Stan-hu. Mi padre se casó con uno de ustedes, mi madre murió por la reina actual, fue sentenciada por estar con un barbaro, ahora huimos, usted es muy joven princesa, no podrá con todo el poder que posee esa mujer.
-No pienso pelear con ella ahora mismo, antes tengo que hacer muchas cosas, como ir al oeste, el ave nos está guiando hacia alguien que nos ayudara.
El ave de Rarforth estaba posado en la punta del barco descansando.
-Nosotros dejarlos cerca, no poder dejarnos ver por lores.-Dijo Wulfkah.
-Los lores del oeste son algo posesivos, cuando nos ven piensan que les robaremos y nos intentan atrapar para tenernos como esclavos, más de uno de nuestros hermanos esta allá atrapado.-Dijo Stan-hu.
-Gracias por ayudarnos, lo siento mucho.-Dijo kecia en el idioma de los hombres barbaros.
-Ser igual a reina dagaria.-Dijo un hombre de tés negra con barbas en abundancia.
-Ojos de príncipe.-Dijo Otro hombre y comenzaron a cantar una canción en su idioma mientras continuaban remando.
-¿Qué es lo que cantan?.-Dijo Wayne.
-Algo sobre el frio y la muerte, no logro entender muy bien.-Dijo Kecia.
-Es sobre sus batallas y sobre cómo son juzgados por cualquier cosa que hacen, también habla de sus mujeres y niños, rezan a sus dioses por llegar a casa algún día y volver a verlos-Dijo Sean.
Cantaban bastante hermoso, una combinación entre voces gruesas y suaves, era una melodía nostálgica y hermosa, mientras el viento rosaba sus rostros y el alba se asomaba acompañada de tambores que acompañaban la canción.