En el camino intenté no pensar en que Bruno se iba a ir a la playa con una mujer y dejar a su hija… ósea ¿Por qué algunos padres son así?, no le encontraba la lógica. Si Bruno quería hacer su vida privada, ¿porque irse?, y es cuando quizás me adelante a los hechos y debí preguntarle por su versión de la historia.
Miro a Adaria, se había quedado dormida... al llegar a la clínica, no la deja bajarse del taxi ya que solo iría por mis cosas y nos iríamos, necesitábamos la charla de chicas y que ella también entienda algunas cosas.
Como pude ponerme celosa de tal manera?, entiendo que en parte estaba enojada por que dejase a su hija pero y esos celos?, pero una vez más estaba creando cuentos que no son, siempre fantaseando con las miradas que me daba Bruno eran por algo, de que eran porque de alguna manera igual le gustaba…pero no era así, parezco una niña tonta que no sabe distinguir entre los chicos buenos y los malos, pero ahí estaba yo, toda pendeja asumiendo que me gusta Bruno, y comencé a recordar todo de él, típico de uno para torturarse más, recordaba los momentos que pase con esa persona, en cómo lo conocí, en cómo conocí a Adaria, en como nuestra extraña relación avanzó… recuerdo cuando estábamos en mi departamento, en cómo él estaba libre y podía contarme sus temores, en cómo me miraba, en la tensión que se crea cuando estamos cerca… ¿cómo pudieron solo imaginaciones mías?, ¿tan loca estaba?
Habíamos llegado y en silencio bajamos ambas, en el camino había pedido pizza y helado de chocolate… hacía frío, era invierno por lo cual no me sorprendía, iba a colocar el calefactor y entrar en ambiente. Adaria se veía abatida, y no quería agobiarla más.
Cuando entramos, ella se dirige inmediatamente a la sala de estar y cucho va tras ella, prende la televisión y se queda en el canal de Disney.
Me voy a la habitación y me cambio de ropa, por algo más abrigador, suena el timbre y voy con el dinero en mano para recibir la pizza con el helado. Me doy media vuelta y me voy a sentar junto a Adaria, y juntas comemos en silencio, hasta que decido romper el momento.
- Adaria… cariño… tenemos que hablar…
- De que Melody, tu misma lo viste, tampoco negó nada de todo lo que dije…él iba a estar con quien sabe quién y me dejaría atrás…
- ¿Pero cómo sabes que era así?
- Revise sin querer su teléfono…
- Adaria eso no se hace, es privacidad de tu padre…
- Lo sé Melody, pero fue sin querer, estábamos en el auto y le dije si podía poner música, él me entregó su teléfono ya que el mío lo deje en casa y cuando estaba escogiendo cual poner, le llega el mensaje de esta mujer, diciendo si estaba listo para este fin de semana en la playa, que estaba ansiosa de verlo … ósea no hay que ser un genio para saber a lo que se refería. Melody a mi no me importa la vida privada de mi padre, se que también necesita divertirse y encontrar una pareja, pero no así, no dejándome de lado…
- ¿Y le dijiste lo mismo que me estás diciendo ahora?
Adaria me queda mirando, lo tomo como un no, sino más bien, puedo imaginar que su discusión fue como la mía… diciendo y dando un discurso acusándolo de lo que pudo hacer y sin dejar que de su explicación…
- Adaria, creo que quizá debas escuchar su versión, venía pensando en el taxi que quizás nos adelantamos a los hechos y debemos esperar a que el nos confirme o no si es así… hay que darle una oportunidad, no creo que sea todo tan malo… y quizás lo malentendimos… tus solo viste un mensaje, no la conversación…
Adaria se queda pensando en lo que digo, quizá tenga un poco de razón en lo que digo, pero debe ser el mismo que nos diga con sus palabras que planeaba dejarla abandonada mientras él se iba de parranda… cosa que aun no sabemos si es real o no… Nos quedamos mirando y ella me da una señal de aprobación.
- Esta bien, pero no ahora, déjame unas horas para prepararme… ¿no me dejaras tu cierto?
- Nunca pequeñaja… así que tranquila, que tenemos mucha pizza y helado que disfrutar…
Ponemos Netflix, pero Adaria prefiere ir a dormir y estar descansada para cuando su padre aparezca, por lo cual se va a mi cuarto a recostarse. Veo el momento oportuno para que le mande el mensaje a Bruno, le texteo que venga de inmediato. No pasan ni cinco minutos y suena el timbre…¿no creo que sea el cierto?... me asomo por la ventanita de la puerta y si, era él.
Le abro y lo dejo entrar…
Una mirada...
Dos
Tres
Y queriendo romper con el ciclo me dirijo a la cocina, le preparo un café y un té para mí, el me sigue en silencio, por lo que veo ambos estamos en disposición de hablar.
Le termino de servir y nos quedamos unos momentos en silencio…no me había fijado en cómo estaba vestido Bruno y como siempre, me deja sin aliento, estaba con solo una camisa color gris, que hacían que sus músculos se apreciaran, con unos pantalones negros… su pelo estaba revuelto, desordenado, de una manera muy sexi, tenia un poco de barba asomándose y sin duda lo que más me gustaba de Bruno era esa mirada felina…esos ojos verdes me enloquecían y me perseguían hasta mis mas oscuras intenciones… el ambiente se volvía denso por cada minuto que pasaba, ninguno decía nada y yo ya me estaba impacientando…
- Creo que te debo una disculpa… creo que sobre reaccioné a lo que sucedió hace un momento… debí escuchar tu versión… lo siento.
El no me dice nada… acabo de lanzar todo mi orgullo a la mierda, ósea no tenía ningún respeto por mi dignidad, pero sentía que así debía ser, quizás estaba cometiendo un error y ni siquiera le daba la oportunidad de que se explicara. El solo me mira, me mira fijamente, estaba incomoda, podía sentir que analizaba toda mi cara, quizá buscando paciencia en ella, cosa que era loco y me di cuenta que ya estaba perdiendo la cordura y que estaba hablando de puras pendejadas… no sé cuánto habrá pasado, pero para mí fueron días eternos… pero en realidad solo habían pasado 2 minutos.
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Editado: 09.06.2020