Kelpie

Capitulo 3

Al principio Edwin se asustó pensando en que era uno de los que lo perseguían a él y a su hermana, pero después, al prestar más atención se dio cuenta de que no era así, algo en el porte de esta persona no terminaba de encajar del todo; prestó más atención a los detalles, y entonces lo notó; sus ojos dorados, eran salvajes, contenían un brillo sobrenatural y sus manos, aunque humanizadas, contenían garras en color negro. ¡En definitiva eso no era humano! Esta confirmación asustó aún más a Edwin, obligándolo a levantarse de un salto.

--¿Qué o quién eres? — mientras preguntaba esto Edwin retrocedía lentamente, buscando con la mirada algo con qué defenderse.

--Vaya veo que te has dado cuenta, humano listo, la mayoría no lo nota sino hasta que ya es demasiado tarde— al mismo tiempo que la creatura hablaba esta iba poniéndose de pie, Edwin pudo apreciar que era alta, alrededor de dos metros de alto. El hombre camino un poco en la gran roca y después de un salto bajó, aterrizando en frente de Ed. —Un arma tan primitiva como esa no te servirá contra mí, después de todo fui yo quien devoró a todas esas personas que te venían persiguiendo, creo que deberías estar agradecido. — habló con burla. Y es que Edwin al ver saltar a la creatura, se había hecho rápidamente de un mazo que estaba cerca.

Al escuchar esto, Edwin recordó de golpe todo lo que había pasado, y una gran ira y tristeza se apoderó de él, por lo que sin pensarlo se lanzó sobre el hombre intentando golpearlo con el mazo. El hombre con una sonrisa burlesca en su rostro esquivaba fácilmente los intentos del muchacho, él actuaba como si todo fuera un juego.

--¿¡Estar agradecido!? ¡por ti se llevaron a mi hermana, si no me hubieras tomado con esos tentáculos yo hubiera podido recuperarla! — Ed gritaba esto con lágrimas en los ojos, a la vez que seguía intentando golpearlo.

--¡Basta! — ya molesto, la creatura dejó de esquivar los ataques deteniendo el mazo con una sola mano; su voz sonó fuerte y profunda, su sonrisa se había esfumado, dejando paralizado a Ed quién al parecer había olvidado que no estaba tratando con un humano. —Agradece que no te devoré como a la mayoría de los humanos, además si yo no hubiera aparecido estarías con tu hermana, sí, pero muertos. Ahora solo hay que buscarla y tienes suerte, yo voy a ayudarte—.

--¿Qué? ¿por qué? ¿no vas a matarme? — Estupefacto fue lo único que Edwin atinó a preguntar mientras por el asombro el mazo se le caía de las manos.

--No voy a matarte y no te sientas especial, solo te ayudaré por curiosidad, todos al verme se rinden porque se dan cuenta que no tienen oportunidad contra mí, pero tú aun sabiendo eso incrementaste tu necesidad de sobrevivir y luchaste con más fuerza; eso llamó mi atención y quise saber que te motivó a seguir luchando, ahora que ya lo sé tengo curiosidad de ver hasta dónde eres capaz de llegar por recuperar a tu querida hermana. Eres algo así como…mi entretenimiento personal.— Mientras decía esto la creatura rodeaba a Edwin lentamente, como un depredador rodea a su presa; su sonrisa burlesca había vuelto.

--No seré tu arlequín personal, prefiero buscarla yo solo antes de involucrarla a ella con algo como tú cuando la encuentre. Si ya nos acusan de brujería solo por nuestra apariencia no quiero pensar que pasará si nos ven contigo. — Edwin estaba molesto, para la creatura parada frente a él su situación solo era un juego, una diversión más.

--Eso es cruel— la entidad fingió tristeza, pero después soltó una pequeña risa de diversión, mostrando así los colmillos y dientes aserrados que poseía. —¿Y acaso sabes cómo buscar, donde iniciar, tienes un plan o mínimo sabes cómo luchar? Además, con esa apariencia no llegarás ni a la mitad del camino sin que termines atado en un poste y prendido en llamas. Yo puedo ayudarte a cambiar eso.— Y diciendo esto, extendió una de sus manos y con uno de sus dedos tocó ligeramente la frente de Edwin. —Mucho mejor— sonrió.

Edwin no entendía a qué se refería si no fuera porque vio un mechón de su cabello, el cual había dejado de ser rojo para pasar a ser un castaño obscuro, asombrado lo tomó y luego tomó otro y otro, dándose cuenta de que el color estaba en todo su cabello, incapaz de creerlo corrió a la orilla del lago a ver su reflejo, el cual le devolvió otra versión de sí mismo dejándolo asombrado.

Su apariencia en general había cambiado no solo su cabello, sus ojos habían adquirido un color oscuro casi negro, solo su piel seguía siendo clara.

--¿Qué has hecho?— Preguntó volteándose a ver a la entidad que estaba posicionada detrás de él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.