La oráculo de las montañas

Narra Alekséi

Mi cuerpo estaba frío. Tanto que temía a ver muerto.

No.

Podía mover mis extremidades. Pero no podía despertar.

El sueño, mis párpados pesaban demasiado, quería hablar pero no escuchan mi propia voz.

De entre la negrura, la silueta de un lobo se formó, enorme he imponente. Todo en la bestia gritaba; poder.

- Acaso no te alegras de verme... Alekséi.

Me gruño.

-¿L..Lyosha? ¿Que ocurre? ¿Por que no puedo despertar?

- ¡Han traído a una bruja! ¡Quieren encerrarme! Pero tendrán que saber que no soy un lobo cualquiera. Mi poder va mas allá de esa maldita bruja

El animal ardía en llamas. Y crecía en tamaño.

De pronto las llamas comenzaron a consumir el lugar. Un calor insoportable me asfixiada y el dolor empezó a presionar mi pecho. La maldita sensación era terrible.

Abrí los ojos bañado en sudor. ¿Una pesadilla? ¡Pero el dolor era real!.

- ¿Alekséi? ¿Estas bien?

Esa voz

- Dmitriy.. ¡Que infiernos fue eso!

-Tranquilo. Ya estas mejor. Sólo bebe esto ¿si?

Me tendió una copa con una sustancia viscosa, igual a la sangre de vampiro.

- ¡¿Que porquería es esta?!

- Porquería. ¡Pero te salvo la vida niño tonto!

Una mujer salio de entré las sombras de la habitación.

Era muy bella.



- Que hace esta bruja aquí.

La mire mal. Era una oráculo. Una bruja de las montañas.

Suelen engañar y esclavizar a otras criaturas. ¡Eran despreciables!

- ¡Cuida tu lengua perro! ¡Que sin mi ahora estarías bien tieso!. Mi magia te a salvado del animal en tu cuerpo. Pero no ha sido nada fácil. La bestia es poderosa. ¡Se resiste a mi!

Me incorpore y comencé a vestirme.

- Sé que tu luna esta en tus dominios joven alpha. Esto debe ser un verdadero reto para el orgulloso Ivanov.
Su sonrisa se torció de manera cruel.

- ¡Y eso a ti en que te incumbe ... Bruja!. Limitate a seguir las órdenes de mi padre. No eres bienvenida a estos territorios. ¡Será mejor que te larges!

- ¡Tu destino esta marcado por la desgracia lobo! ¡Y el de esa pobre chica! ¡Ambos sufrirán como nadie lo ha echó!

Y salió. Dejándome muy enojado y preocupado. Por mi luna.

No me importaban las malditas maldiciones de una hechicera.

¡Controlaría a Lyosha! Que no tuviera duda de eso.

Yo lo dominaba. No el a mi.

Y así lo haría.

(***)

- ¿Ya has sabido algo de Kennya?- un hombre con cara de pocos amigos hablaba al mentor de la peliblanca.

El hombre de cabello alborotado le miró muy tranquilo.

- Ella esta cumpliendo con su misión tal como pidieron Gran maestre... Sólo es cuestión de tiempo para que el lobo muera.

La sala era enorme de color ocre. Una enorme mesa metálica le daba un aspecto lúgubre.

- Eso esperamos. Y Mijail, vigila a la chica. Es demasiado impulsiva, y dado su condición, la misión y su vida correr riesgo.

- ¿Su condición? A que se refiere Gran Maestre... - sabía que ella era especial , pero la organización siempre había sido muy sigilosa para dejar ventilar los asuntos de cada cazador.

- Mijail... Dado que has estado tanto tiempo con ella, y siendo de la más alta confianza para nosotros, sabemos que ella es para ti como una hija. Su mas obscuro secreto , te sera revelado. Sin embargo, lo que saldrá de aquí si llegase a saberse de tus labios. ¡Lo pagaras con tu vida! ¿Estas listo para cargar con esto?

- Conozco a esa testaruda chiquilla desde siempre. Nada me sorprenderá.

-Bien...

Otro sujeto entro a la sala con un cofre en las manos.

Lo dejó en la mesa de centro...

- Mijail. Habrélo y hallarás las respuestas que buscas.

Inseguro, curioso y con sentimientos encontrados se vio abriendo el pequeño cofre.

Y lo que vio, no lo pudo creer...

Pensaba ser lo suficientemente fuerte para soportar lo que fuera del incierto pasado de la chica cazadora. Pero esto...

Superaba todo lo pensado.

- ¡¿ES ESTA UNA MALDITA Y SADICA BROMA ?! SE DAN CUENTA DE LO QUE ESTO LE HARÁ CUANDO LO SEPA.

- Y es por eso que ella jamas lo sabrá ¡JAMAS!